CENIZAS DE UN SUEÑO ROTO

PRÓLOGO

La pequeña azabache caminaba por la aldea de Konoha con los ojos ligeramente llorosos y la mirada abajo su familia recientemente se había cambiado del distrito Uchiha a la aldea, y decidió caminar un poco para conocer su nuevo entorno y la pequeña termino perdida y en cuanto busco ayuda en un joven este le grito que se alejara y lo dejase en paz

Ahora ella estaba muerta del miedo queria volver a su nueva casa donde seguramente su madre la esperaba preocupada y su padre seguramente la buscaba a los alrededores ya había pasado un tiempo desde que se fue

Ella en un descuido termino chocando con un hombre un tanto mayor

—Lo lamento tanto señor no lo vi por favor perdoneme —

La niña hizo una reverencia y su corto cabello callo hacia su cara cubriéndolo

—Tranquila pequeña fue un accidente no tienes que disculparte— le dijo él hombre con amabilidad.

La niña levantó la cabeza sorprendida ya había chocado con varias personas y todas la habian tratado con hostilidad e incluso una le grito

Decidió observar a detalle al hombre frente a ella era alto, tenia el cabello plateado y ojos obscuros pero amables a la vez vio tras del hombre y noto un niño de su edad que era idéntico al hombre que se encontraba frente a ella llevaba una mascara puesta hasta la altura de la nariz cubriéndole casi todo él rostro ella rápidamente dedujo que ese niño era él hijo de aquel hombre

—Es muy amable es que me e perdido soy nueva por aqui y no observaba por donde caminaba — se disculpo la menor.

—Ya veo sabes puedo ayudarte a volver a casa—respondio él hombre con amabilidad.

—En serio es muy amable señor....—la pequeña se quedó a medias.

—Sakumo me llamo Sakumo Hatake este es mi hijo Kakashi, saluda hijo—

—Eres un poco torpe al perderte tan fácilmente —dijo él niño con voz aburrida.

—No seas tan cruel Kakashi,dime pequeña recuerdas algo en peculiar que hubiese en tu nueva casa—el hombre se puso a su altura y le sonrio.

Ella sonrió a lo grande y asintió levemente

—Habia un puesto de dangos en frente y un gran puesto de armas recuerdo que mamá estaba pintando él logo del clan Uchiha en la entrada—

—Bueno eso puede ayudar vamos—el hombre se levanto con una sonrisa y empezó a caminar él ubicaba él lugar descrito mas que nada por aquellos puestos dichos por la niña

Ella seguia al hombre de cerca con Kakashi caminando de su lado

—Tu nombre —dijo la voz tranquila del chico.

—¿Como?—la niña estaba confundido.

—Tu nombre no lo dijiste—hablo de nuevo él chico.

—O perdona me llamo Akiko Uchiha—sonrio.

—Los Uchiha tienen los ojos negros tus ojos son azules—dijo.

—O es que mi madre no es una Uchiha mi padre si—

—Ya veo—

Ambos caminaron a la par tras el hombre y mientras más caminaban mas la niña reconocía el lugar

—Ahí esra él puesto de dangos mi casa esta doblando esta esquina —

Ella empezó a correr emocionada y logro distinguir a su madre en la entrada de su nuevo hogar veía hacia todos los lados

—¡Mami!— la pequeña grito emocionada y corriendo más rápido.

La mujer volteo y sonrio con alivio para ir corriendo hacia ella y se inclino a la altura de su hija quien se lanzo a sus brazos

—Me tenía preocupada no regresabas tu padre aun esta afuera buscándote—

—Perdoname mami pero ahora estoy aqui gracias a Sakumo-san—sonrió.

Ella vio tras su hija para ver dos peliplatas,la mujer se acerco a ellos e hizo una reverencia ante el hombre

—Arigato Sakumo-san trajo a mi hija le estare siempre agradecida —

—No fue un problema,vamos a casa Kakashi—el hombre se dio la vuelta y empezó a caminar.

Él niño empezó a caminar tras su padre pero la voz de la niña lo detuvo

—Oe Kakashi tal vez algún día podamos ser buenos amigos—ella le extendió la mano.

Él la vio dudoso pero eventualmente acepto él saludo

—Tal vez—

Soltó la mano de la niña se fue tras su padre y cuando se alejaban él volteo a ver a la niña la cual ya se alejaba junto a su madre tomada de su mano

—Es una niña bastante extraña —dijo mientras la observaba alejarse.

—No la juzgues aun Kakashi tal vez en un futuro es niña llegue a cambiar tu vida—

Dijo mientras ponia una mano en la cabeza de su hijo

Él vio otra vez a la niña alejarse

—Lo dudo—dijo.