6. Conociendo a C

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"Ahora hay que vivir hasta quemarnos"

FIZZY VALENCIA

-Entonces tenemos al cálido y morenazo asistente y a... Espera, ¿Cómo se llama el otro? - Detengo el carrito del super y me giro hacía ella.

-No lo sé, no sé ni su nombre ni cuál es su cargo, ¿Será que podemos dejar del tema? - Ivy rodea los ojos y toma el control del carrito, se aleja a unos cuantos pasos y toma una caja de galletas.

- Cómo quieras - Sigo sus pasos, y en cuanto me percato de las galletas las regreso a su lugar.

-¡Oye, pensaba llevar eso! - Declara, señalando la caja y cruzándose de brazos.

-Pero ya no - Arrastro el carrito y me alejo.

Ivy se posa delante de mí, llevando su palma a la altura de mi cabeza, y me frena -¡STOP!, quiero llevarme esas galletas y lo haré ¿Por qué quieres impedírmelo?

-A ver, como te lo digo para que lo entiendas; ¡NO PODEMOS DERROCHAR EL DINERO EN ESO! - La miro con el semblante serio y directamente a los ojos.

Ivy parece rendirse, por qué noto cómo todo su cuerpo se afloja - Está bien, lo entiendo.

Y con eso logra hacerme sentir mal.

Seguimos recorriendo todo el lugar por alrededor de unos veinte minutos y noto que Ivy camina aún desanimada; a decir verdad, me siento culpable. Una parte de mí, dice "Vamos Fizzy, solo es una caja de galletas, podría hacer una excepción por esta vez", pero mi otra mitad, la mitad sensata, grita "Ni se te ocurra, tienen el dinero contado, comportate como un adulto y comienza actuar con madurez", así que no sé que hacer.

-¿Entonces, no llevaremos nada rico? - Habla Ivy a mi costado, con la vista perdida en la sección de dulces.

Sigo caminando por unos minutos, sin decir nada y hablo hasta que logro callar la voz reprochera de mi interior - No lo sé, quizás... podríamos llevar una sola cosa - Ivy voltea a verme tan rápido como puede, con un gesto sorprendido que de a decir verdad no me lo esperaba.

-¿En serio, Fizz? - Su rostro se vuelve a iluminar con una sonrisa llena de dientes.

-Si, pensándolo bien creo que estaría bien, digo, no es como si nos fuéramos a quedar en la calle por ello. - Y espero tener razón.

Ivy grita por lo bajo y sale disparada a la sección de dulces que hace solo un rato habíamos cruzado -¿Qué vamos a escoger? - Grita, una vez está lejos.

Doy media vuelta con el carrito y camino hacia donde ella - Bueno, pues yo opino que debe ser algo barato y que nos guste a ambas.

Ivy asiente y procede a recorrer todo el pasillo para tener una idea más clara - ¿Qué te parece un paquete de chocolates? El chocolate da felicidad.

-Me gusta el chocolate. - Expreso feliz, al verla feliz.

Ivy asiente con una sonrisa - Lo sé, hay que llevarlo - Ivy toma un paquete, pero luego toma otro, y luego otro y noto cómo se comienza a exasperar.

- Últimamente has estado muy ansiosa, necesita relajarte -Apoyo mi mano en su hombro y aplico una leve presión - ¿Y qué pasa, por qué no escoges uno? - Me acerco un poco más y entonces caigo en cuenta.

-Es que solo hay chocolate blanco y a ti no te gusta el chocolate blanco, entonces no sería justo llevarlo.

-Bueno, no pasa nada, llévalo para t...

-Claro que no, no haré eso - Ivy se molesta y comienza a arrastrar el carrito lejos de mí.

-¿No vamos a llevar nada, entonces? - Ahora la que se encuentra trotando detrás de ella, soy yo.

Las luces de New YorkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora