∙♡°┇𝟎𝟒┇°♡∙

760 120 17
                                    

— ¡Hyunnie, encontré el libro que quería! — se acercó rápidamente al alfa, con una sonrisa amplia y su aroma dulzón deleitando el lugar.

— Bien, Lixie, ahora vamos al comedor. — le sonrió de igual manera. — Muero de hambre. — hizo un pequeño puchero, tomando al castaño por los hombros y yendo así a dichoso lugar.

— ¡Sí! Yo quiero galletas de chocolate. — exclamó animado.

— ¿Y si para eso y un par de bebidas más vamos a la cafetería de la que te conté?

— ¿Invitarás tú?

— Eso es jugar sucio. — se hizo el indignado. — Pero bien, yo invitaré hoy.

El omega sonrió con diversión. Casi siempre Hyunjin decía eso y no había oportunidad en la que él pudiera invitar al menos una vez al rubio. Pero de todas formas, algún día lo lograría.

---

— Hey, Christopher. ¿Estás bien? — el pelirubio lo sacudió levemente, habían pasado segundos desde que lo llamaba y este parecía metido en un profundo trance.

"Manzana y caramelo"

— ¡Christopher!

— ¿Qué, qué pasa? — sacudió su cabeza al fin.

— Aleluya. — resopló. — ¿En qué pensabas? Te estuve llamando como idiota, de seguro el profesor ya llegó al aula. — chasqueó la lengua con fastidio.

— Uh, lo siento, me desconcentré con algo.

— Está bien, no importa. Vámonos ya.

El pelinegro se levantó rápidamente, tratando de estirar su cuerpo con levedad por estar tanto tiempo quieto.

— ¡Hey! — Changbin lo llamó, ambos se detuvieron y este le lanzó una manzana.

Bang pudo atraparla con facilidad y sonrió brevemente. — Gracias Bin.

— No hay de qué.

Y así, ambos corrieron con cierta prisa. Rezando por no ganarse un gran sermón.

---

— ¿Ya estás listo? — cuestionó el pelirubio mientras guardaba sus cosas en la mochila.

Las últimas horas de clase por fin habían culminado aquel día y todos los estudiantes ya casi ni estaban.

— Oppa~ ¿Podemos tomar algún café? — una omega de rubio cabellos y dulce mirada se acercó a Bang.

El pelinegro respiró profundo, tratando de no perder la paciencia.

— Creo que en todo este tiempo que compartimos clases ya debes saber que no estoy interesado en salir con alguien.

— Pero...

— Pero nada. Ya me oíste así que lo mejor sería que desaparezcas de mi vista. — evitó soltar un gruñido, tampoco quería espantar horriblemente a la joven chica.

Changbin se acercó más a ambos y carraspeó incómodo. Siendo tan empático, sentía una leve lástima por todas aquellas personas que añoraban algo con su mejor amigo. Para Seo, esto sería algo difícil. Pues el pelirubio se encargaba de no dar esperanza a nadie y alejaba a todos los que se atrevían a invitarlo o halagarlo.

— Puedes dejarnos solos, ¿por favor? — recalcó Christopher algo fastidiado.

La rubia asintió torpemente, yéndose del salón con rapidez.

El Príncipe Y El Plebeyo ¦¦ ChanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora