❝Acepto el divorcio...❞
El ministro cerró los ojos gravemente cuando los murmullos estallaron en la habitación.
❝Y pido permiso para volver a casarme.❞
♔
- yoonmin adaptación (contiene mención de otros shi...
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El Palacio Imperial estaba zumbando por la noticia del confinamiento de Yerin.
El chisme era que el castigo del Emperador a la dama de compañía del Consorte era una expresión absoluta de su amor por Taehyung. Era su primera confrontación no oficial conmigo, y él había ganado. No escuché esto con mis propios oídos, pero mis damas de compañía estaban furiosas y me lo contaron.
- "¡Debería haber estado ahí!"
Una dama de compañía que había bañado a Taehyung exclamó que si hubiera estado presente, me habría mantenido alejado del esclavo.
- "Pero creo que al Emperador realmente le gusta."
- "Solía admirarlo, pero esta vez ni siquiera escuchó las palabras del Consorte."
A pesar de su ira, las damas de compañía estaban preocupadas por el futuro.
- "Solo han pasado unos pocos días desde que el Emperador lo conoció. Estoy preocupada."
No había nada que pudiera hacer en esta situación.
Jungkook y yo actuamos como si nada hubiera pasado cuando nos encontramos en el palacio central. Me concentré en mi trabajo y traté de olvidar lo que había sucedido ese día. Cuando estaba solo en mi habitación, recordé la fría mirada de Jungkook y sentí el moretón en el corazón, pero me dolía menos cuando me mantenía ocupado.
Cuando el encarcelamiento de Yerin finalmente terminó después de cinco días, subí a la torre para sacarla yo mismo. Le pedí a las otras damas de compañía que bañaran a Yerin en mi baño y le trajeran un poco de sopa. También pedí el pastel favorito de Yerin.
Un secretario enviado por Jungkook vino a mí para entregar un mensaje.
- "Su Majestad el Emperador quiere verle."
- "¿A mí?"
- "Sí."
¿Qué podría ser? Asentí y me giré hacía la Condesa Eunha.
- "Cuando el pastel esté terminado, dile a Yerin que venga a comer. Luego hazle saber que puede descansar unos días antes de regresar."
- "Sí, Su Majestad."
Me giré y asentí al secretario, y él rápidamente me indicó el camino. La atmósfera cambió a medida que avanzábamos al este, a pesar de estar rodeado por la misma pared. Quizás fue porque el palacio tenía un estilo completamente diferente.
