2 de febrero de 1943

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Son las 7:00 am estamos desayunando todo está muy tranquilo váter está tomando su café mientras lee su periódico al parecer hoy no esta tan ocupado como otras veces, pero me preocupo un poco Alemania lo veo algo triste ¿le habrá pasado algo malo?

Váter le pregunto si se sentía bien y el respondió que solo no había dormido bien, eso es verdad Alemania no podía dormir creo que solo durmió unas 4 horas al menos eso es lo que creo, él dice que no es para tanto, pero váter parece preocupado.

Mientras me relajo escribiendo y observando a los demás niños jugar me preocupo por mi hermano este se ve cansado parece que en cualquier momento sucumbirá, me acerqué colocando mi mano en su cuello y pude sentir lo ardiente de su piel fiebre eso era lo que no dejaba en paz a mi hermano ¿Cómo es que pudo ser tan idiota de no darse cuenta? Me sentí molesto pero mi enojo no duro mucho al ver a mi hermano caer desmallado en el patio de la institución, mi corazón latió como si de mi propia vida se tratase corrí hacia él y cuando lo tuve en brazos intente despertarlo, pero no funcionaba rápidamente Japón llamo a un tutor este lo llevo a la enfermería y llamo a nuestro padre.

Llego luego de unos minutos, mientras mi hermano se encontraba en la enfermería se me ordeno seguir con mis clases al terminar estas me dirigí a la enfermería y le pregunté a la enfermera por mi hermano esta me hizo saber que mi padre lo había llevado a casa luego de escuchar esto Salí de la institución fuera de ella me esperaba uno de los soldados de mi padre que me esperaba para escoltarme a casa.

Llegando a esta subí las escaleras para buscar a mi hermano este se encontraba en la habitación de invitados subí a la cama abrazándolo y preguntándole como se sentía, pero fui callado por las palabras de nuestro padre quien me pidió que dejara a mi hermano descansar y cumpliendo con su orden baje a comer y luego de eso hice mis tareas continuando así mi rutina diaria mientras el sol se ocultaba en las colinas para darle la bienvenida a la luna el aburrimiento que me rodeaba era grande la casa estaba muy silenciosa era extraño sentirme de esta manera puesto que espere que mi padre me diera las buenas noches y acto seguido fuera a dormir.

Esperé pacientemente hasta que estaba completamente seguro que mi padre se encontraba dormido fue en ese momento que Salí de mi habitación y me dirigí a la habitación en la que se encontraba mi hermano este aún no había conciliado el sueño, subí a la cama muy emocionado por contarle una historia que daba vueltas en mi cabeza desde esta mañana, dicho esto mi hermano acomodo las almohadas y se sentó listo para escuchar mi historia se la narre muy emocionado tanto que incluso imitaba a los personajes de esta, mi hermano reía de felicidad por historia que le estaba contando, esta trataba de un valiente caballero que quería cumplir su sueño de tener una hermosa dama como esposa y que este luego de un largo viaje encontró a un drago quien cumplió su sueño finalmente, a esta historia la llame "el dragón de los sueños".

la noche y el tiempo estaban de la mano mientras que los rayos de la luna entraban cariñosamente a la habitación y en ella se encontraban dos pequeños alemanes durmiendo juntos tranquilamente mientras el sol esperaba el ocaso de la luna.

El diario de dos hermanos (rusger)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora