Capitulo 1

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Cada vez que miraba por la ventana del auto, volvía a sentirme mal, triste. Todo lo que una vez había pensado que iba a formar o terminar en Worcester mi ciudad, donde había nacido toda mi familia incluida yo, no iba a suceder por un maldito capricho de mi madre. Aunque descartando mi orgullo mi madre en parte tenía razón. Tenía que expandir más mi mente, enfrentarme a situaciones verdaderas, y de más... pero sentía que no estaba preparada para enfrentarme a nuestra nueva vida en la ciudad de nueva york. Como verán, mi madre, mi hermano mayor y yo, nos íbamos a mudar a la gran ciudad de nueva york. Un cambio radical. Nueva escuela, nuevos amigos, nuevo departamento, etc. Pero igual no iba a dejar que me convenciera tan fácilmente de su decisión, asi que me puse el escudo de mi ciudad en mi blusa: The City of the Seven Hills, The Heart of the Commonwealth, Wormtown, Woo-town, The Woo.
Me puse a leer, lo único que podía hacerme olvidar de la realidad. Cada vez que leía, mi mente pasaba a ser la de uno de los personajes del libro. Me encantaba, era como tener un mundo paralelo al cual podías visitar cuando quisieras. Un mundo con un final feliz (la mayoría de las veces).
-isa, cuando lleguemos te voy a comprar el helado que tanto te gustaba cuando eras chica-mi madre me miro por el espejo del retrovisor y yo aparte la mirada de mi libro.
-mama, esa heladería ya debe de haber cerrado. Hace más de 11 años que no vamos a la ciudad.
-verdad, hace 11 años que estamos encerrados en esa ciudad de mala muerte.-dijo, escupiendo las palabras.-pero este es otro comienzo para los tres. Y lo verán. Harán muchos amigos, aprenderán cosas nuevas, y quien sabe, capas que se enamoran y me dejan sola en nuestro nuevo apartamento -dijo con un brillo de esperanza y emoción en sus ojos- una vieja solitaria.
Nunca entendí muy bien por qué mi madre odiaba tanto nuestra ciudad. Era una ciudad chica. si. Maravillosa. no. Pero era donde estaban las personas más importantes... nuestros familiares, amigos y mi padre. Mis abuelos siempre me dicen que cuando mama era chica nunca quería viajar lejos de casa por miedo de nuca regresar. Supongo que de chica si le gustaba por lo que cuentan. Pero yo en parte se porque cambio de opinión. Mi padre. Ok... esta es una historia triste. Mi padre hace tres años que se fue de casa y dejo a mi madre, a mí y a mi hermano. Como lo puedo describir... era, todo. Todo. Lo amaba. Todos lo amábamos. Nadie esperaba que se fuera, nadie se lo vio venir.
Era el padre perfecto, trabajador, cariñoso, simpático, educado, divertido... podría seguir, pero todo lo que escribiría serian palabras sinceras y buenas. Porque éramos la familia perfecta. Perfecta casa, perfecto auto, perfecta hija eh hijo, pareja perfecta. Hasta que todo se vino abajo. En un abrir y cerrar de ojos, mi vida como la conocía colapso. Después de eso mi madre no fue la misma. Yo no fui la misma. Resumiendo... nadie fue el mismo. Mi hermano Mark se fue por mal camino; drogas, bailes, borracheras a las 7 de la mañana. Yo, antisocial, persona que todo le chupa tres huevos, por así decirlo un poco gótica, digamos que lo único que tengo de color en mi armario es el buzo rosado que me tejió mi abuela hace más de 5 años. Y mi madre, quería escapar de eso, del recuerdo que le dejaba ese ¨maldita ciudad ¨ como ella lo llamaba. Así que mis padres están divorciados, mi padre por casarse y mi madre queriendo tirarse de un precipicio por así decirlo. Es obvio que todavía lo sigue amando. Y si un día mi padre regresa que dudo que vaya a pasar, mi madre lo va a recibir sin ninguna queja. Lo se. Mama lo sabe.
En fin... entramos al centro de nueva york. Mi dios. Habían luces por todas partes. Era increíble. Letreros gigantes, con luces brillantes... ok, eso rimo. Esto me gusta.

••••••

Paramos en un edificio bastante moderno, grande y alto, muy alto.
-muy bien, llegamos. Isa, lleva todas tus cosas a tu cuarto y después ayuda a acomodar todo en la cocina. Mark, tú me ayudaras a trasladar lo pesado que dejaron los de la mudanza abajo. Y luego encárgate de tu cuarto-ok... mama era un poco organizada de más.
Agarre mi almohada mi reloj despertador y abrí la puerta del recibidor del hotel. No tuve que usar tanta fuerza como lo esperaba, porque un hombre, seguro que era el portero, me abrió.
-gracias-agradecí al portero con una sonrisa torcida. Según la placa que llevaba en su uniforme se llamaba Micaelo Gonzales. Seguro que no era de acá.
-de nada señorita- sip, no era de acá. Tenía acento italiano mesclado con mexicano. Raro.-según el registro que vi en el computador, su apartamento es el 903, si usted desea la puedo acompañar.-dijo, presionando el botón del ascensor.
-muchas gracias, Micaelo, desde aquí puedo sola-dije entrando al ascensor.
Marque el 903 sonriéndole a mi nuevo portero.
Abrí la puerta. Dios, era hermoso. Mi madre tenía un muy buen gusto eligiendo apartamentos. Hablando de mama, ella se había quedado con Mark abajo para ver cómo iban a subir la cocina, que según los de la mudanza no tuvieron tiempo de subir.
No los pude esperar, la verdad es que estaba más ansiosa de lo que esperaba y quería.
El apartamento era grande, con ventanas gigantes, que daban a otro apartamento un poco más chico que este. La cocina era divina con una mesa isla en el medio tal como a mama le gustaba.
Ok, me podía acostumbrar a esto. Mi cuarto era el doble al que tenía en mi ex casa de Worcester, con paredes color azul añil y otras pinatadas de blanco. Era precioso.
Tenía que desempacar mi ropa, limpiar, bañarme en mi nuevo baño solo para mí, ok, estaba un poco emocionada de más, pero no, no, no, no. Tenía que convencer a mama de volver a mi ciudad.
Hice todo lo que tenía que hacer. Mama llego con Mark y encargamos comida china. Después de comer me fui a leer el final de mi libro, Y me dormí.

•••••

Me levante un poco mareada, sin saber muy bien donde estaba hasta que recordé todo.
Hoy era mi primer día en mi nuevo colegio. Eran las 7:15 así que tiempo me sobraba. Había olor a panqueques, eso quería decir que mama estaba de buen humor. Fui al baño y tome una ducha larga, luego fui al comedor y comí el desayuno.
-así que... qué piensas de nuestro nuevo hogar?- me pregunto mama comiendo una manzana.
-mmm, es mono, aunque extraño mi cama-una total mentira. Nuca había dormido tan bien. Mama me había comprado una cama de dos plazas, ese colchón estaba hecho para mí.
-ok, llegaras tarde, date prisa- dijo con una mueca de, enfado?
Esta es la parte difícil. No quería vestirme ni muy formal o como una chica cualquiera de pueblo. Así que elegí lo más cómodo que tenía, un vaquero negro, unas sandalias chatas de cuero marrón y una blusa azul con tirantes. Me veía bien. Digo no soy ninguna modelo ni nada por el estilo pero tampoco soy fea. Tengo ojos azules muy azules según mi ex y único novio que tuve en mi corta vida. Soy morocha con algunos claritos naturales que quedaron de mi niñez (cuando era chica era rubia con rulos... me decían ricitos de oro) soy flaca y muy alta para mi gusto. Nunca puedo usar zapatos con taco, si no los hombres, que creo que cada vez se van encogiendo más, no llegarían a ver mi cara.
Ok, ahora si se me hacía tarde. Pace por la cocina que era donde estaba mama, le dije adiós y Salí. Mi hermano me estaba esperando en las escaleras. Espero que no piense que voy a usar las escalares, todo bien con el ejercicio pero estábamos en uno de los últimos pisos del edificio. Tomamos el ascensor. Creo que vio mi cara.
Con mi hermano nos llevábamos bastante bien, nos peleamos algunas veces pero eso es común en cualquier familia. Mark era lindo, en nuestra ex escuela era popular, tenía a todas atrás, después de lo que paso con papa, mi hermano traía a casa una chica diferente cada noche. Tenía un año más que yo, eso quería decir que era su último año en la escuela, luego se iría a la universidad. Nos tomamos un bondi no se cual, yo solo perseguía a mi hermano, él debía saber dónde quedaba el colegio.
-isa, ten cuidado, si? No es como Worcester aquí hay muchas más personas... por favor evita ser problemática, no quiero ser el hermano sobreprotector. Ok?-asentí sin ganas, odiaba cuando le salía el hermano sobreprotector de adentro... una vez vio a un chico preguntarme si podía abrirla y Mark lo malinterpreto y le pego un piñazo que lo dejo en la enfermería. Creo que no entendió muy bien la situación, el pobre chico quería que le abriera la puerta. Tengo que admitir que fue muy gracioso.
Creo que habíamos llegado, porque Mark se paró. Wow la institución era grande, digo, la vi en fotos en mi computador de Worcester pero en persona era mucho más grande de lo que mostraban la fotos.

Mi nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora