Mi pequeño ¡SOLO MÍO!

°6•

Darío.

Mi cabeza no deja de dar vueltas, desde que apareció ésa maldita carta no puedo dejar de pensar quien me la mandó.

Tengo vagos recuerdos dónde conoci a un chico cuándo era niño pero por mas que trató no puedo recordar su cara.

Sólo se me viene ala mente el nombre fenrir.

Pero ese no es un nombre bueno no que yo sepa, maldita sea no recuerdo nada.

Me desperté un poco mas temprano de lo normal ya qué casi siempre me levanto tardé, pero bueno me bañe ise mis necesidades y me vestí hoy hace mucho calor haci que me puse unos unos pantalones cortos,una camisa azul marino.

Salí hacía la escuela con un poco de flojera, me cansó mucho.

Camino y camino pero a medio camino algo llama mí atención.

Hay una persona al otro lado de la calle pero lo que llama mi atención es qué lleva puesta una máscara.

Volteo para ver si hay alguien mas en la calle pero somos los únicos.

La persona ésa me está mirándome fijamente,ok esto da miedo.

Comienzo a caminar, el tipo me sigue viéndome hasta que llegue a la escuela y lo perdí de vista, eso me dio un poco de miedo pero a lo mejor se confundió de persona.

Mientras caminaba por los pasillos de la escuela la gente se me quedaba mirándome y yo no sabía porque siempre había una que otra persona que me miraba y ahora me miraba casi toda la escuela.

Gracias a dios cuando llegue al salón me encontré con Naomi.

-hey Darío- me saludó.

- Hola....oye sabés porque todo el mundo me está mirando- pregunte.

-ahh bueno es que un hay un chico que esta buenísimo y lleva todo la mañana preguntando por ti- dice ¿un chico preguntando por mi?.

Que raro no conozco muchos chicos, primero porque no me interesa y segundo porque felix no me deja.

-te dijo quien era?- dije.

-no solo dice que te conoce....no me digas qué ya vas a dejar a felix- dice moviendo las cejas.

-¡PERO QUE DICES!....claro que no dejaría a Félix por nada del mundo estás loca- dije riendo.

-ohh vamos no me digas que no lo has pensado Darío yo podría ayudarte- dice pícara, siento mi cara arder.

-dios Naomi callate no digas tonterías mejor dime como se miraba el chico- dije muerto de vergüenza.

-pues no lo miré bien pero tenía los ojos mas hermosos que e visto en mi vida.- dice suspirando.

-wow creó que tendré que conocerlo jeje- dije.

-Si ...- dice pero el maestro la interrumpió.

-bien sientense todos- dice y yo me siento porque ese profesor enojado da miedo.

Empieza la clase y media hora después decido poner atención pero me da flojera no e podido dormir bien y no se porque.

Cuando suena el timbre antes de que me de cuenta ya todos se  fueron a si que pienso hacer lo mismo, recojo mis cosas y voy a la salida ya que los demás maestro están en una junta.

Voy caminando por el pasillo , cuándo siento que me agarran del brazo y me meten a un salón vacío, inmediatamente volteó y veo a la persona de la máscara¿Pero que?.…..

–shuuu– dice mientras pone un dedo sobre mis labios, enseguida saco su dedo.

–¿Quien eres?– pregunto pero no responde– pregunte ¿ Quién eres?– insistí.

–el amor de tu vida– dice apenas en un susurró.

–pero que te pasa claro que no mi corazón ya le pertenece a alguien–dije y pude ser como se tensaba y apretaba los puños.

–!te proibo que vuelvas a decir éso me escuchaste¡– grita y yo solo asiento.– bien....mi pequeño no sabés cuantas ganas tenía de tenerte así de cerca– dice y me quedó en shock ¿Cómo que pequeño?

–escuhe señor yo creo que me está confundiendo con otra persona– digo y puedo ver cómo se ríe ligeramente.

–yo jamás me equivoco jamás– dice se da la vuelta y se va pero que pasó aquí.

Miró mi reloj y veo que ya pasaron veinte minutos como salimos temprano me voy a regresar solo ya que no quiero molestar a Félix,debe de estar en su escuela.

Salgo del salón y vuelvo a caminar por los pasillos otra vez pero esta vez más rápido, llegó a la salida y veo alumnos todavía aquí unos sentados y otros jugando.

No tomó atención y comienzo a caminar, pero no puedo llegar no nisiquiera un metro porque mi celular comienza a sonar.

–hola?– digo.

–Dario – es Félix– ¿Porque te saliste de la escuela y no esperaste?– dice y me confunde un poco.

–¿Cómo sabes que salí temprano?– pregunto.

–solo contesta Darío– dice y por su voz está confundiendo enojado.

–e-es que no quiera molestarte– digo y puedo escuchar un suspiró.

–quedate dónde estás por para allá– dice y cuelga.

Hay dios ahora porque está enojado, Jesús solo ayúdame a aguantarlo.

Digo y me siento en la banqueta no se porque pero tengo un mal presentimiento.

N.L.