Mientras el sol brille, yo estaré para ti.
Después de aquel suceso en el aeropuerto con Gabriel, aquella chica decidió quedarse en México a seguir con su trabajo a distancia.
Aquella chica trabaja diseñando ropas para una marca exitosa de nombre Prada.
México, un lugar hermoso donde siempre está el calor y los estados a las orillas gozan de mar y fresco.
— deberíamos ir a Chiapas, dicen que casi no hay calor y la playa siempre está fresca y azul — sonrie aquella chica alistando sus cosas para viajeros nuevamente.
Un chico de piel blanca, cabellera negra y ojos cafés se acerca a ella para besarla.
Mientras esto sucede, un chico se asoma por la puerta y los observa sin moverse. Su nombre, Christian Garcia.
Su piel morena clara, cabello lacio castaño oscuro y ojos cafés claros. Con rasgos latinos y cuerpo muy bien trabajado.
— perdón por interrumpir pero, encontré esto en el macetero — observa una carta sucia y poco visible
Sandra se aleja de manuel y le quita la carta a Christian sin hablar o hacer un gesto.
Una chica de cuerpo grueso, piel Canela y cabello rizado llega dejando ver en su mano un celular Iphone.
— hola Sandra, ¿Como estas? — se acerca a saludarla amablemente.
Christian toca su tracero y está a cambio planta su mano en su ojo, aquella chica no permitía que nadie la ofenda y menos un chico como el.
— vuelves a tocarme y juro que no será mi mano la que te lastime — sonrie muy linda y le escupe en la cara.
Helena voltea a ver a Sandra y le da su bolso — mañana es la marcha por las mujeres caídas, deberías ir conmigo. Solo lleva un pañuelo verde y un cartel — se tira al sofá y saca de su bolso unos audífonos
Sandra llega a ella cruzada de brazos — no quiero estar contribuyendo en marchas donde manchan las estatuas y las cosas hermosas. Prefiero apoyar con mi ropa diseñada en nuevo estilo para las mujeres que están siendo acosadas por hombre depravados — saca un cigarro y lo enciende.
Helena se quita un audífono y la observa con rareza — si no quieres ir, tu te lo pierdes. Mañana tomaré el primer vuelo a Chiapas y ahí te veo — le sonrie y se vuelve a poner el audífono.
Sandra sonrie y se sienta a un lado de ella para ver la televisión y observar las películas y series en Netflix.
En Estados Unidos, en la ciudad de New York. Gabriel camina por las calles transitadas con una chica a su lado y abrazando su brazo.
La chica de cabellera rubia, ojos verdes y cuerpo delgado es su prometida y dentro de un año se casarían.
— Cameron, ¿Crees que vamos rápido? — pregunta el chico a su prometida, algo le hacía dudar.
La chica alza la mirada y le sonrie — amor, es lo más lento que eh podido ir con alguien. Ni siquiera hemos tenido sexo — suelta su brazo y solo toma su mano.
Las televisiones, las pantallas de toda la calle se encienden y solo un aviso aparece.
Aquella chica que fue algo para el aparece siendo reconocida como la mejor diseñadora y modelo de Prada. Siendo así, premiada con 10 millones de dólares y un reconocimiento.
Gabriel observa a la chica y su mente no paraba de pensar en los pequeños momentos que pasaron antes de irse cada quien por un rumbo distinto.
En su mente recuerda aquello despedida.
Aquel chico observa como Sandra toma sus maletas para abordar el avión.
— no te olvides de mi, pronto iré a México por ti — sonrie y sus ojos se vuelven rojos.
Aquella chica suelta sus maletas y se detiene, sin verle a la cara — es muy tarde pare decírmelo, siempre estuve detrás de ti, pero nunca olvidaste al amor de tu vida de la secundaria — se limpia su mejilla y observa a las gente avanzar
Gabriel no se resiste y se acerca a ella, la toma de la cintura y la gira haciendo que choque con su pecho y así poder besarla apasionado.
Ella se aleja de el y observa a las chicas sonreír.
— ya era hora chica — sonrie Zoe al verlos sonrojados.
Arlette se rie de lo que dijo y la abraza — te tardaste mucho Gabriel y ahora se va — los observa con ternura
Gabriel nervioso y con la mirada más torpe que nunca había puesto, decide afrontar la situación y dejarla ir para siempre.
Sandra mira a los chicos y observa por última ves las pulseras de la amistad que tenían aquella chcias.
Se acerca al chico y lo toma por el cuello tracero para acercar su oreja a sus labios — y si algún día puedes, encuentrame en México — se aleja lentamente y besa su mejilla para luego irse
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Encuentrame
RomanceSandra Herrera una mujer de 25 años viaja de México a New York en busca de aquel chico que amo alguna vez, Gabriel Hernández. Aquel chico dudará mucho en ir por el amor de su vida a México, asiendo que los chicos tomen paraderos distintos y ninguno...