ben 10 el hibrido perfecto

cap 2

Capítulo 2: LA ABUELA LLEGA 

Verdona estaba en Anodyne, su planeta natal, cuando una perturbación en el mana la sobresaltó. Era una sensación de energía feroz, salvaje y descontrolada, mucho más poderosa de lo que había sentido antes. Se levantó de inmediato, preocupada.

"Sunny, ¿dónde está tu abuela?" preguntó Celia, viendo la expresión seria de Verdona.

"Abuela, ¿qué sucede?" preguntó Sunny, notando la tensión en el rostro de Verdona.

"Voy a la Tierra. Siento una perturbación en el mana, una energía descontrolada y muy poderosa. Debo investigarlo," dijo Verdona con determinación.

"¿A la Tierra? Pero abuela, ¿por qué ahora?" insistió Sunny.

"Es algo que no puedo ignorar. Algo o alguien en la Tierra necesita mi ayuda," respondió Verdona mientras se preparaba para partir.

Sin más demora, Verdona se transformó en una corriente de energía pura y se lanzó al espacio, dirigiéndose hacia la Tierra a una velocidad increíble. La preocupación la invadía, y aunque no sabía qué encontraría, estaba decidida a enfrentarlo.

Al llegar a la Tierra, Verdona siguió la pista de la energía hasta un parque. La energía era más intensa allí, y pudo ver a un joven luchando por controlar sus poderes. Verdona se detuvo en seco al reconocer la silueta de su nieto, Ben, transformado en un anodita verde y azul.

En el parque, Ben intentaba controlar sus nuevos poderes anoditas. La energía fluía a través de él de una manera que nunca antes había experimentado. Se sentía fuerte, pero a la vez, fuera de control.

"¡Abuelo, no sé cómo manejar esto!" exclamó Ben, frustrado.

En ese momento, una figura se materializó frente a él, irradiando una luz suave pero poderosa. Era Verdona.

"Hola, Ben," dijo Verdona, sonriendo con calidez. "Parece que has despertado tu herencia anodita. Estoy aquí para ayudarte."

"¿Abuela? ¿Eres tú?" Ben no podía creer lo que veía.

"Sí, soy yo, Verdona," dijo ella, acercándose a Ben. "Vamos a empezar. Primero, necesitas aprender a calmar tu mente y canalizar tu energía. La meditación es clave."

Verdona guió a Ben a sentarse en una postura cómoda. "Cierra los ojos y respira profundamente. Siente la energía a tu alrededor y dentro de ti. No luches contra ella, sino fluye con ella."

Ben hizo lo que su abuela le dijo. A medida que respiraba, podía sentir cómo su energía se estabilizaba lentamente. Verdona colocó sus manos sobre los hombros de Ben, ayudándole a concentrarse.

"Siente el mana, la energía vital que nos conecta a todos," continuó Verdona. "Imagina que eres un río, fluyendo suavemente a través del paisaje. No hay obstáculos, solo paz y armonía."

Con cada palabra de Verdona, Ben se sentía más seguro y en control. La energía verde que lo envolvía comenzó a brillar de manera constante y serena.

"Eso es, Ben. Muy bien," dijo Verdona con orgullo. "Ahora, intenta manipular esa energía. Imagina que es una extensión de ti. Puedes formar objetos simples, como una esfera o un escudo."

Ben abrió los ojos y extendió sus manos. Concentrándose, logró formar una pequeña esfera de energía verde. La sostuvo frente a él, maravillado.

"¡Lo logré, abuela! ¡Lo logré!" exclamó Ben, emocionado.

"Sí, Ben. Tienes un gran potencial," dijo Verdona, abrazándolo. "Pero recuerda, este es solo el comienzo. Con el tiempo, aprenderás a controlar y canalizar tu energía de maneras que ni siquiera imaginas."

En ese momento, Max llegó corriendo, preocupado por Ben. "¿Qué está pasando aquí?" preguntó, visiblemente alterado.

"Max, todo está bien. Soy Verdona, la abuela de Ben," dijo Verdona, calmando a Max. "He venido porque sentí la perturbación en el mana. Ben ha despertado su herencia anodita y necesita nuestra ayuda para controlar sus poderes."

Max respiró aliviado y se acercó a Ben y Verdona. "Gracias por venir, Amor mío te extrañe . Sabía que había algo especial en Ben, pero no imaginé que fuera esto."

"Ben, tu viaje apenas comienza," dijo Verdona con una sonrisa. "Juntos, exploraremos tus habilidades y te convertirás en el ser poderoso y equilibrado que estás destinado a ser."

Mientras tanto, en otra parte del universo, Gwen también estaba comenzando a sentir un cambio en su propia energía. Aunque Verdona no la conocía personalmente, sentía que pronto sus caminos se cruzarían.