12. Problemas

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La luna llena colgaba baja en el cielo, bañando el bosque de Beacon Hills con una luz plateada. Un silencio sobrenatural envolvía los árboles, como si la misma naturaleza contuviera la respiración. Un joven caminante, ajeno a los peligros del lugar, seguía un sendero poco claro, guiado solo por la luz de su linterna y la curiosidad.

De repente, un crujido en la maleza rompió el silencio. El caminante se detuvo, su corazón latiendo con fuerza.

- ¿Hay alguien ahí? - Preguntó con voz temblorosa, pero solo el eco de su propia voz le respondió.

Entonces lo vio. A la distancia, dos ojos brillantes lo observaban desde la oscuridad. El caminante retrocedió lentamente, pero los ojos se acercaban, revelando la imponente figura. La criatura se erguía sobre dos patas, su pelaje negro brillaba bajo la luz de la luna, y su aliento formaba nubes en el aire frío.

El caminante, paralizado por el miedo, apenas podía creer lo que veía. El Rougarou inclinó la cabeza, estudiándolo con curiosidad. No era común que se cruzara con humanos en estas horas solitarias. La criatura lo atacó mostrando ser un lobo enorme.

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La calma de la noche se ve interrumpida por la llegada del Agente McCall y Sage a la casa McCall. Scott, sorprendido pero feliz, recibe a su familia con los brazos abiertos. Melissa, desde la cocina, observa la escena con una mezcla de alegría y preocupación.

- Scott, hay algo que debemos hablar contigo. - Dice Melissa, sugiriendo que deberían sentarse.

- Elena, ¿cómo has estado? - Pregunta Scott, intentando mantener la conversación ligera mientras su curiosidad sobre la razón de su visita crece.

En otro lugar, el encapuchado se retira la capucha, revelando rasgos que no son del todo humanos. Sus ojos brillan con un conocimiento antiguo y una determinación férrea. Este ser está en Beacon Hills por una razón, y su agenda es tan misteriosa como su identidad.

Mientras tanto, en las calles de Beacon Hills, el tranquilo atardecer se ve interrumpido por un grito. Una criatura, escurridiza y rápida, ataca a un transeúnte antes de desaparecer en la oscuridad. El incidente deja a la comunidad en alerta y a la manada McCall con más preguntas que respuestas.

- Tenemos que encontrar a esa criatura antes de que ataque a alguien más. - Declara Scott, sintiendo el peso de su responsabilidad como protector de Beacon Hills.

La manada se enfrenta a una noche de incertidumbre, con la seguridad de su ciudad pendiendo de un hilo y la sombra del encapuchado acechando en sus pensamientos.

La sala de estar de Scott se llena con la presencia de la manada McCall, cada uno llevando consigo las preocupaciones y los desafíos del día. Scott, aún procesando el regreso inesperado de su padre y su hermana Elena, se siente dividido entre su rol como líder de la manada y su responsabilidad como hermano mayor.

- No sé qué pensar sobre todo esto. - Confiesa Scott a sus amigos. - Pero tengo que mantenerme enfocado en la manada y en los peligros que enfrentamos.

Mientras tanto, Lydia, sintiéndose cada vez más distante de Stiles, decide confrontarlo. La tensión entre ellos es palpable, una mezcla de emociones no resueltas y malentendidos.

- Stiles, hemos estado juntos por mucho tiempo, pero últimamente, parece que siempre estás con Malia. - Dice Lydia, su voz temblorosa pero firme.

Stiles, sorprendido por la confrontación, busca las palabras adecuadas para explicar sus acciones.

- Lydia, no es lo que piensas. - responde Stiles. - Sí, he estado pasando tiempo con Malia, pero también he estado preocupado por Nathan.

En otro rincón, Nathan se encuentra con el resto de la manada, compartiendo sus propias preocupaciones y teorías sobre los recientes acontecimientos en Beacon Hills.

The Chronicles Of Beacon Hills • Temporada 1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora