La libertad de un halcón{cancelada}

Capítulo 26: Piedra del alma: 4

Shanks se abrió paso entre la maleza con un paso nervioso.  Estaba preocupado por Mihawk y se culpaba a sí mismo por perder al halcón como un hombre.  Shanks sabía que debería haber escuchado, pero su preocupación por un posible niño herido superaba su lógica.  Hizo una pausa cuando sintió una mano en su hombro y se volvió para mirar a Benn.  Su primer oficial y su agudo tirador miraban a una criatura pálida y brillante.  Le recordó a una serpiente y la forma de dragón de Mihawk.

Shanks, ten cuidado con un hombre llamado Nepo, es más fuerte de lo que parece.  Mi ubicación es una choza fuera del pueblo.  No te dejes atrapar ni te vea por nada y quédate en las sombras.  La voz de Mihawk sonó desde la criatura y luego se desvaneció.

Shanks tropezó un momento cuando la calidez se desvaneció y la leve felicidad que sintió desapareció también.  No sabía qué era eso, pero sabía que era la única pista que tenían para encontrar a Mihawk y que iba a tomarla.

"Capitán ... puede ser una trampa."  Benn señaló haciendo una mueca a Shanks.  Una trampa no era algo en lo que quisiera caer.  No en esta situación en la que podría pasar cualquier cosa.

"Sí, pero tendremos que tener cuidado entonces. Siempre y cuando estemos preparados".  Se lo dijo a los dos y luego sintió que algo se deslizaba sobre sus hombros.  Parpadeó y miró a la serpiente que era muy similar a la que Mihawk había atrapado.  "¿Sevas?"  Preguntó vacilante y la serpiente pareció asentir.

"¿Capitán?"  Yasopp miró confundido entre él y la serpiente.  No era como si ninguno de ellos tuviera muy buenas relaciones con las serpientes, ya que las bestias escamosas tenían una tendencia a morderlas primero en lugar de mirar.

Su Capitán simplemente negó con la cabeza, "Será mejor que una persona vaya cuando lleguemos a la cabaña. Ustedes dos harán guardia para asegurarse de que salgamos antes de que entre cualquier otra cosa".  Les dijo y ellos asintieron.

Los tres se mantuvieron cerca de la línea de árboles y observaron la ciudad.  Ellos mismos imitaron a los pálidos seres espectrales que vieron.  Permanecieron en silencio y sin ser vistos por las cosas viciosas.  Sostenían armas de aspecto afilado que iban desde espadas hasta pistolas e incluso una tabla de madera.  Sin embargo, todo tenía un aspecto similar, todas sus armas brillaban con sangre roja.  Ese era el único color que tenían y cuando Shanks y sus dos compañeros de tripulación pasaron junto a uno que se había acercado, pudieron sentir el frío filtrándose en sus huesos y se estremecieron.  Por suerte para ellos, no los vieron ni los oyeron.

Shanks sintió como una eternidad mientras se movían por la ciudad en busca de la choza de la que había hablado la brillante criatura de Mihawk.  Había muchas casas y chabolas antiguas, pero tenían que buscar una en concreto.

"Capitán", susurró Benn en voz baja y señaló una de las muchas chozas que habían visto, pero esta era diferente.  Tenía un símbolo extraño, parecido a una estrella, dibujado en la puerta con lo que parecía sangre.  "Eso puede ser."

"Sí, ustedes dos quédense aquí. Voy a ir a mirar adentro".  Shanks dijo y puso una mano en su sable.  La hoja se sentía bien en su mano izquierda, pero solo practicaba con la derecha, como lo hacía Mihawk.  Empujó ligeramente la hoja con la mano izquierda y agarró el mango con la derecha mientras se acercaba.

Se agachó junto al edificio mientras otra figura fantasmal pasaba flotando con los ojos muy abiertos y la mandíbula tensa.  Respiró un pequeño suspiro de alivio y se dirigió a la puerta y comprobó si estaba cerrada.  Sin embargo, no fue así y lo abrió con un leve estremecimiento cuando crujió sobre las bisagras oxidadas.  Sin detenerse a mirar a su alrededor, se deslizó dentro y cerró la puerta detrás de él.  El interior de la choza estaba decrépito, oscuro y olía a sangre y muerte.  Shanks hizo una mueca, pero mantuvo una mano en su espada.  No iba a cometer otro error que pudiera hacer que él y Mihawk los mataran.