Capítulo XII

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—¿Entonces... Es sólo un poco de fiebre? —Cuestionó el muchacho de cabello azabache.

—Sí, descuida chico, pero que bueno que nos hayas avisado... —Dijo la enfermera— ¿Sabes? Hay muchos pacientes y poco personal, es algo difícil tener que cuidarlos a todos.

—Que lástima... —Contestó el chico.

Kageyama se encontraba con una enfermera, ya que fue a buscar a algún doctor para verificar que T/N estuviera bien, así resultó ser. No tenía nada, algo de fiebre, pero nada más.

—Pero me alegra que tu amiga esté mejorando. Pudo haber muerto si no la hubiesen traído.

—¿Es muy grave?

—...Bueno, los dolores de cabeza suelen ser muy fuertes pero son controlables, lo mortal de esta enfermedad son las posibles convulsiones...

—Pero T/N-San no ha tenido una, ¿O sí?

—Parece que su cuerpo maneja bien la fiebre. Ella solía ser muy sana.

Kageyama liberó un pequeño suspiro.

—¿Tiene alguna alergia? ¿Además del polen?

—No, al menos, no según lo que su madre nos indicó.

—¿Por qué dejaron que alguien con flores entrara a su habitación?

La enfermera miró a Kageyama, confundida.

—¿Alguien hizo eso?

—Sí, unos compañeros vinieron a visitarla.

—Lo lamento, debieron haber llegado cuando la recepcionista va a almorzar... Y simplemente entraron. Discúlpanos, no volverá a pasar.

—Bueno, gracias de todas formas... —Contestó el azabache, luego se despidió y simplemente volvió a la habitación donde estaba T/N.

[...]

—Oe, boke. —Dijo Kageyama, entrando a la habitación— La hora de visitas termi-

No pudo acabar, ya que la escena lo desconcertó. Hinata estaba en el suelo, como si se hubieses caído. Se veía asustado y tenía lágrimas en sus ojos, además, sus manos temblaban. Por otra parte, T/N parecía profundamente dormida. La camilla estaba destendida e incluso la almohada que sostenía su cuello ahora estaba en el suelo.

—¿Qué pasa, boke? ¿Por qué T/N-San duerme así?

—Ll-llama... A un... Doctor...

Shōyō a penas tenía aliento para formar palabras. El sudor de su frente estaba frío y las lágrimas empezaban a caer más y más. Kageyama comenzó a asustarse, apoyando la mano en el marco de la puerta, para después impulsarse de esta y salir corriendo a buscar ayuda.

T/N había tenido una convulsión mientras que Kageyama hablaba con la enfermera y Hinata, por el miedo de la escena, cayó al suelo en shock. ¿Quién podría culparlo? Se había quedado paralizado y no era lo suficientemente capaz para sí quiera llamar a alguien o buscar ayuda.

Kageyama poco tiempo después había vuelto junto a todo el personal médico disponible que pudo encontrar. Rápidamente la enfermera con la Kageyama charlaba poco antes, sacó al pelinaranja y al azabache y los llevó a la sala de espera y les dió un poco de agua.

La mujer intentaba hablar con Shōyō, ofreciéndole un poco de agua en una taza de cerámica blanca, pero el pobre aún tenía el sudor frío recorriendo su espalda. Por otra lado, Kageyama esperaba pacientemente fuera de la habitación de la chica, caminando de un lado a otro.

El balón y La Historia [Kageyama Tobio x Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora