>>Corre, corre, corre sin mirar atrás, no lo hagas, no mires detrás.<<
Solo aparecerás ahí, sin saber el porqué, pero si sabes que no debes dejar de correr, nunca harías eso, sería el final.
No entiendes que es lo que está sucediendo, pero mientras más corres, más comienzas a despertar tu mente, inicias una profunda investigación fugaz rodeado de terror hacia cualquiera sea la razón de tu huida.
Tu “mente” comienza a divagar, aún no sabes de que huyes, pero si reconoces el lugar, ya has estado allí anteriormente, ni una ni dos, sino, muchas veces, repetidas veces.
Te encuentras en un tétrico pero familiar ambiente, todo es oscuro, no sabes como pero de igual forma logras ver por delante, quizá sea la luz de la luna colándose por las ventanas. Es extraño, corres pero te das cuenta de que tu correr es tan automático que pareciese como si fueses jalado por una fuerza mayor que te obliga a eso,
¿acaso el miedo no solo controla, sino que vive delante y detrás?.El pasillo es interminable, muchas puertas y paredes color marron, todo oscuro.
Es ahí donde lo descubres.
Es eso, tiene que serlo, estoy atrapado ahí, si ¡eso tiene que ser!.
Estoy atrapado dentro de mi propia mente, esto ha de ser un sueño. y con una muy mala jugada.Entonces comienza a correr con má desespero, como si el hecho de saber que es tu mente te preocupase más, sin tener una clara razón.
Esto es totalmente subjetivo, entonces ahí comienzas a razonar de manera imparcial, sabe que al ser tu propio sueño deberías de poder controlarlo.
Entonces piensas, debería probarlo, antes de que cualquier sea la cosa de lo que estoy huyendo me alcance, es mi sueño y tengo el poder.Mientras corres intentas siquiera despegar del piso y volar, o hacer algo, cualquier acción mental que modifique el ambiente, pero nada ocurre.
No puedes hacer nada, sabes que sueñas, que duermes, y no puedes controlarlo, es como si estuvieras en una mente ajena a la tuya. Comienzas a desesperar, de algún manera sientes que una corriente de frío se te acerca, y intentas aumentar tu velocidad pero pareciese que vas aún cada vez más lento.Algo cambia cuando ves un pasillo diferente, ya no es todo recto, entonces corres hacia ahí, al doblar observas de reojo detrás de ti, no puedes ver bien, pero algo oscuro te sigue, y cada vez está más cerca.
Intentas correr más pero sigue disminuyendo tu velocidad, es ahí donde lo ves.
Ves dos caminos y reconoces uno, ya has estado anteriormente aquí.
Ves un pasillo con una ventana, y hacia el lado contrario ves otro pasillo con una puerta al final del mismo. Al observar detenida y fugazmente la ventana sin salida lo recuerdas, siempre que vas allí terminas con tu cabez entre tus piernas y ese es el final.Entonces esta vez intentarás algo diferente, vas a ir por el otro pasillo, más rápido por favor, sientes que casi te toca. Abres con velocidad la puerta y al momento de cerrarla con tu mirada rápida hacia afuera ves que no hay nada ni nadie en el pasillo, aún así cierras rápido.
Caes de espaldas a la puerta, otra vez con la cabeza entre las pierna, llorando porque no tienes el control, y lo sabes, no sabes como cambiarlo.
No te has dado cuenta que casi olvidas que huiás, y es ahí cuando sucede, la puerta cae sobre ti, algo la derrumbado, y te aplasta. Al momento de observar su rostro todo se vuelve oscuro.No hay más que hacer, es otro final mal tomado, oscuridad y más oscuridad.
Es una oscura agonía, un increpante dolor insaciable.-Fernando L. Falcón