Capitulo 8

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Capítulo 8: libertad

•••Capítulo 8: libertad

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Caminaba por las más solitarias y descuidadas calles de Rumania de camino a la estación de tren en donde compraría un boleto de tren hacia Italia, el viaje es de unas 25 horas, creo que Bucky ya tenía esto planeado desde hace ya un tiempo ya que en mi mochila estaba todo lo que pudiera necesitar si llegábamos a escapar había comida para un día o dos a lo mucho, dinero, cambios de ropa, un libro, un mapa y algunos productos de higiene personal; como consiguió todo esto? No lo sé pero se lo agradezco

Cuando comencé con las misiones me hicieron estudiar los países, lugares, continentes y ese tipo de cosas para que el ubicarme no se me dificultara, es lo único bueno que me dio Hydra, mi primera misión en solitario fue en Italia a mis 11 años más específicamente en Portofino, un pueblo pesquero, las calles eran simplemente hermosas eran estrechas con el suelo de piedra y las pequeñas casas de colores vibrantes con una espectacular vista al cristalino mar creo que ese es mi lugar favorito, bueno también influye que fue el primer lugar que pude explorar por mi cuenta, en fin fui un par de veces más a Italia y termino siendo mi país favorito

James lo sabe así que pensó que el mejor lugar al cual escapar y poder desaparecer seria este

-deme un ticket hacia Roma- dije a la señorita del cajero en la estación de trenes

-señorita no es usted muy pequeña para viajar sola?- me pregunte delicadamente, ósea tengo 15 casi 16 no estoy pequeña, pense

-no lo creo- dije lo más neutro que pude, le pase 40 dólares

-oh, ok un segundo- paso su mano por debajo del mostrador, mierda iba a llamar a seguridad

Rápidamente entre en su cabeza antes de que apretara aquel botón y concrete el pago, me quede con mis 40 dólares y un ticket de tren gratis

Llegue en el momento en el que el tren salía así que no tuve que esperar

Me senté en los asientos hasta atrás junto a la ventana, saque el libro el hobbit tenía una nota encima "lei este libro en 1937 cuando recién lo estrenaron, a mí me gusto así que espero que a ti también te guste –Bucky" sonreí inconscientemente, abrí el libro y comencé con mi lectura

Una viejita se sentó frente a mi

-oh jovencita usted está muy flaquita ten toma son galletas con chocolate- me extendió una bolsita tejida a mano que contenía galletas al parecer hechas por ella

Con un poco de desconfianza agarra una de estás y la lleve a mi boca, sabían exquisitas eran crujientes por fuera pero suaves por dentro y el sabor a chocolate amorgo le daba un balance genial

-muchas gracias saben muy bien- le hice un cumplido mientras me lamia los dedos que tenían algunas migajas de aquella exquisitez

Dejo escapar una pequeña risa- tranquila cariño quédatelas yo tengo más- agarra el paquete y comencé a comerlas más tranquilamente

-a donde te diriges?- dijo calmada con una sonrisa maternal

-Roma- dije tranquilamente, al no poder hablar con la gente que no fuera el soldado del invierno no sabía comunicarme correctamente así que estoy dando mi mayor esfuerzo

-pero cariño en estas épocas allí hace mucho frio tu ropa se ve muy ligera-negó con la cabeza- te voy a hacer unos guantes-dijo firmemente

Saco dos palitos delgados de un material parecido al hierro y dos ovillos de lana una de color verde y el otro blanco

-pásame tu mano cariño- dijo, extendí mi mano hacia ella- por dios cariño estas helada necesitas abrigarte- toco mi frente y mejillas exasperada- hace cuanto que no sales al sol? No tienes ni una pizca de color en tu cara- créame señora hace mucho, pensé

Midió mi mano y comenzó a tejer aquellos hilos

-yo me dirijo a Hungría ahí viven mis hijos, se acerca el cumpleaños del mayor así que decidí ir para allá- mientras tejía me comenzó a hablar de su vida, yo la mire atenta y un tanto asombrada ¿Cómo una persona puede hablar tan libremente con un extraño?- el dije al principio que no pero quien se cree que es para decirle que no a su madre?!- preguntó retóricamente- obviamente le dije que estoy vieja pero que tampoco me iba a quedar en cama hasta morir ja! Sigo viva y todavía puedo hacer mis andadas-

Siguió hablando por todo el camino, para llegar a Hungría solo eran unas 7 horas, no me molesto que hablara le di mi atención lo más que pude a veces distrayéndome viendo el paisaje y luego volviendo mi vista a ella cuando agarraba mi mano para hacer los guantes a mi medida

Llegamos a la parada en Hungría

-bueno cariño aquí me bajo yo- tomo mis manos y me puso delicadamente unos guantes sin dedos que me llegaban más debajo de la muñeca era verdes y en el centro un corazón blanco, eran muy bonitos- cuídate mucho, espero que llegues bien, oh espera!- saco otra bolsita igual a la que me dio con galletas- tengo algunas más, parece que te gustaron mucho, por favor cariño abrígate- me dio un beso en la frente- adiós corazón- se dio la vuelta y salió por la puerta del vagón

Mire por la ventana, la señora estaba abrazando a un señor de unos 40 años, creo que el es su hijo, lo abrazo con cariño mientras le besaba sus mejillas y las estrujaba como si a sus ojos aquel señor no fuera más que un niño pequeño que necesitaba regañar

Sentí algo que caía de mi ojo hacia mi mejilla, toque mi cara y mis dedos estaban húmedos, otra lagrima cayo por mi otra mejilla

Sentí un vacío en mi pecho

Yo quería tener algo así, alguien que aunque pasaran los años me viera como una niña que necesitara proteger y cuidar

Padre- Bucky Barnes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora