Se mi beta || twoshot || Kookv

Primera Parte

Kim Taehyung era un beta bastante orgulloso de si mismo. A pesar de su rango social, sabía que era increíblemente atractivo y deseable. El traer a alfas, omegas y betas a sus pies servía para alimentar su ego, sin embargo, con el tiempo se volvió un poco aburrido.

Taehyung no era la clase de persona que se enamoraba, eso era una perdida de tiempo, prefería más bien divertirse un rato con cualquiera que llamara su atención y sin ningúna clase de limitación de sexo, género o rango.

Seducir estaba en su sangre, era algo que le salía de manera natural y lo hacía sentir bien consigo mismo. De cualquier forma eso dejó de ser suficiente a sus diecinueve años.

Aprovechó alguna pelea tonta con su madre, se salió de la universidad y decidió darle un cambio al rumbo de su vida porque no se veía ni loco como alguno de esos que visten de traje y corbata o algún uniforme reglamentado por la profesión.

Inició una vida sin nada de moral muy lejos del pueblo en que se crió. Robaba en negocios pequeños, comerciaba algunas drogas y trabajaba de escort en ciertas ocasiones.

Su condición de beta le ayudaba mucho en el estilo de vida que llevaba, pero aún así, vivir de esa forma no le era suficiente, necesitaba más.

Era adicto a esa sensación en su organismo, todo lo que fuera de riesgo le daba satisfacción y ¿Qué era más peligroso que meterse a la boca del lobo? (Literalmente)

Volvió a cambiar de ciudad y consiguió información acerca de una organización de asesinos a sueldo. No lo dudó, era justo lo que necesitaba para sentirse realmente realizado.

Lo que lo ayudó a entrar a esa organización fue la increíble belleza de la que era poseedor. El lugar estaba repleto de omegas y betas, lo cual enorgulleció bastante a Taehyung pues desencajaba por completo con el estereotipo pendejo de que los omegas no podían ser fuertes y peligrosos.

El encanto era algo vital para unirse a la organización, debían ser seductores y sexis. Otro punto importante era que fueras omega o beta, pues las personas a las que usualmente se les encargaban de asesinar eran alfas. La experiencia no era importante, pues ahí mismo se encargaban de que recibieras el entrenamiento necesario para hacer bien el trabajo.

Entonces ahí estaba, bebiendo una infusión de hierbas especiales para que su aroma a lilas y arándanos, (prácticamente inexistente por ser beta) se intensificara considerablemente.

Un omega de cabello rosa en turno, entró a su departamento mientras sonreía, provocando que sus ojitos desaparecieran.

-Aqui está el reporte del siguiente -dijo el omega dejando un sobre amarillo sobre la mesita de café-. Lo cierto es que es un alfa con problemas en la política, nada muy interesante, solo uno más.

Sip, ese era Park Jimin, quien se había vuelto su mejor amigo desde que empezó a trabajar en dicha organización. Era un omega pequeñito y de porte delicado, la clase que los alfas estúpidos siempre están afanados en dominar. No obstante, Jimin no era esa clase de omega y así como podría parecer inofensivo tenía una lista de treinta y seis asesinatos en incremento.

-Jimin, no deberías estar leyendo eso sí no es tu misión.

-Pues resulta que no me pueden decir nada al respecto en tanto tenga la protección de uno de los jefes y resulta que Yoongi mantendrá esa protección en tanto siga pasando sus celos con él.

-Deberías mandarlo a la mierda, se está aprovechando.

-No te confundas, Tae. Nos divertimos, eso es todo. Pasaría mis celos con él de no ser porque es un idiota que aprovecharía la oportunidad de tenerme caliente y sin el control de mis impulsos. Pero ambos disfrutamos lo que tenemos. El día que ese cabrón intenté hacer algo que no, sabes que no me ando con estupideces y yo mismo le corto los huevos.