Sábado, hospital

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Después del choque, las imágenes que Jung Won lograba obtener desde sus sentidos destellaban en su mente, cada una aislada de la otra. No era capaz de formar una sola idea coherente, pero pudo percibir cómo una luz roja relampagueaba frente a sus ojos, cómo una serie de voces se mezclaban entre sí para generar un cotilleo y cómo el color blanco y el aroma a desinfectante se hicieron predominantes de un momento a otro.

Se sentía como dentro de un sueño. O una pesadilla.

Operaba ahora su inconsciente, aquella parte irracional y atemporal de su mente que lo hacía sentir que flotaba. ¿Uno se zambullía por completo en éste los momentos cruciales antes de morir?

No pudo confirmarlo ni negarlo, ya que, de repente, vio negro.

*・゜゚・*:.。..。.:*・'・*:.。. .。.:*・゜゚・*

Apenas recibió una llamada de los paramédicos, la señora Choi se apresuró en partir hacia el hospital donde le indicaron que su hijo estaría internado. Durante todo ese recorrido, se martilleaba a sí misma por haber permitido aquel accidente, al creer que era exclusivamente responsabilidad suya cuidar a su pequeño. Aunque haya sido para un ensayo, ¿Cómo pudo dejarlo quedarse hasta tan tarde en casa de su amiga? ¿Por qué no pasó por él?

En su angustia, le envió un mensaje a Sunoo, el único de los amigos de Jung Won cuyo número había guardado en su celular. Pese a que le gustaría mantener un momento a solas con él, sabía que su hijo apreciaría verse rodeado de un grupo de confidentes apenas se recupere.

Si es que se recuperaba.

La ansiedad la llevó a tardar como dos minutos en aparcar el auto adecuadamente en las instalaciones del hospital, tras chocar con un poste en sus tres primeros intentos. Para compensar, corrió hacia la recepción del lugar, donde abordó a la señora de turno de inmediato.

— Buenas noches. ¿En qué habitación se encuentra Yang Jung Won?

— Documentos, por favor. —pidió la señora, poco impresionada y empática.

Con un gruñido, la angustiada madre rebuscó en su bolso hasta sacar su documento de identidad, el cual señalaba claramente que estaba emparentada al paciente.

— 302, al final del pasillo a la izquierda.

Le ofreció una falsa sonrisa a la encargada antes de seguir su camino hacia la habitación mencionada, aunque su enojo no había llegado a explotar, por suerte.

La tristeza y preocupación como emociones reinantes pasaron a segundo plano en cuanto escaló su sorpresa, al notar que ya había otra persona esperando fuera de la habitación de Jung Won. Quizás la recepcionista la envió al lugar equivocado.

Acercándose con hastío y cuidado, se tomó unos segundos en examinar a aquel joven, probablemente de la misma edad que su propio hijo.

— Disculpa, —lo llamó en un inicio, al tomar asiento a su lado, pero sin invadir su espacio—, ¿conoces a Jung Won?

El chico alzó la mirada, evidenciando que sus ojos lucían vidriosos y su nariz sonrojada. No podía desconfiar de esos ojitos, cuando se veía reflejada en ellos.

— Sí, soy su... Voy a la escuela con él. —respondió, pronto en corregirse— ¿Usted es su madre?

— Sí. Gracias por estar aquí para apoyarlo...

— HeeSeung. —completó, anticipando su pregunta— Un gusto.

— Igualmente.

Le ofreció una sonrisa al menor, antes de tomar un suspiro. La angustia y tristeza volvían a ocupar la cima de su pila de emociones en el momento.

Ninki  HeeWon (Enhypen) - Adaptación -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora