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A pesar de que siempre se quejaba de que su vida no valía, era esos momentos los que se arrepentía de sus palabras, se sentía amado.
No sabia como avía terminado así, pero se sentía seguro... Se encontraba bailando una canción aleatoria en una radio, una de sus manos agarrados con la del contrario, mientras la otra estaba en sus hombros. Soorimestaba agarrando su cintura era un momento suave y calmado, a pesar de la fuerte tormenta de afuera.
Hooni nunca le fue agradable las noches obscuras de lluvia, así que está agradecido que su mejor amigo, y resiente pareja estuviera con el. Su llegada fue una sorpresa agradable, llegó a las 6:25, junto con pizza y unos refrescos. Otra de las cosas que traía con sigo era una radio un poco vieja pero en muy buen estado, según el, la encontró mientras ayudaba a su madre con algunas cosas, se sentaron a comer tranquilamente mientras sonaba una de las estaciones por la radio, los dos estaban sentados uno al lado del otro compartiendo una manta por el frío, estaban comiendo de la pizza que trajo el rubio, cuando se detuvo y se levantó extendiendo su mano asta el chico de cabello negro.
El cual claramente se vio sorprendido. Con una sonrisa el menor respondió:
-" Esta es una canción de mis favoritas" dijo mientras ayudaba a levantarse al otro
-" No soy alguien de bailar, no creo que sea una buena idea" dijo dudoso, no deseaba arruinarlo con sus inexistentes dotes de baile.
-" Jajaja, no te preocupes, yo te enseño" y tal como dijo, le fue indicando que tenía que hacer, al principio fue gracioso ver como el pequeño trataba de de seguirle los pasos al otro, de vez en cuando le pisaba los pies, a lo que rápidamente se disculpaba. Eso no evitó que las "lecciones" baile fueran interrumpidas, después de un par de canciones Hooni por fin estaba sincronizado con el rubio. Era un momento sólo para ellos que disfrutaban.
Después de algunas canciones más, decidieron sentarse en la cama del mayor, estando abrazados mientras compartían el calor del abrazo y la manta, después de un rato la lluvia se intensificó, aunque se solía asustar estar junto a su pareja lo calmaba.
-" Gracias Soorim" dijo calladamente El rubio no entendió, a lo que el mismo dijo; "gracias por ayudar a sanar mi vida" El contrario se vio sorprendido por unos momentos, a lo que momentos después que lo miró con una cara de ternura y amor. Procedió a apretar un poco más su abrazo, y dijo en un susurro cerca de su oreja para que lo escuchara bien. -" No tienes que agradecer, yo encantado" a lo siguiente le dio un beso en la frente para volver a su posición anterior.
Aquello formó un leve sonrojo por parte de ambos, pero lo dejaron pasar. Se quedaron acurrucados en otra posición más cómoda.
Aunque las noches de lluvia no eran ciertamente las favoritas de Hooni, esa noche hizo la excepción disfrutando de la burbuja en la que se encontraba, en la que poco a poco ambos quedaron dormidos disfrutando la simple comodidad y paz que le proporcionaba el otro.
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