Manzana Oscura

CAPITULO VIII

Cristian deja de lado la delincuencia, la salidas en la noche lo que hace que su mamá este feliz, sus amigos se les dificulta un poco abandonar ese mundo pero lo hacen, ya que todos deben alejarse de esas mañas sí no quieren caer en la cárcel gracias a las requisas que actualmente hace la policía en el mismo barrio. Y no sólo eso, Cristian decide enfocarse en el trabajo y sus estudios.

Nancy y su abuela están bien, tienen el trabajo de lavar y planchar de la vecina, los arreglos que hace la abuela, y los trabajos de Nancy, sin olvidarse del dinero mensual que les manda su tío Roberto, su mamá sigue igual aunque no paran ambas de hablar con ella, cantarle, contarle chistes, aunque tal vez no las escuché.

Llega el cumpleaños de la abuela de Nancy donde ella le regala un lindo vestido muy colorido como le gusta a su abuela, y no sólo con eso su otro hijo Roberto viene con su esposa Graciela y su hijo para desearle un feliz cumpleaños trayéndole unos obsequios, un mercado y algo de dinero.

—Hay hijo no te hubieras molestado.

—Mami como dices eso, es mas vaya póngase algo bonito y nos vamos almorzar afuera.

—Hay Roberto para que tanta cosa.

—Vaya abue, póngase el vestido que le regale.

—Está bien, pero antes quiero ir a visitar a Aura.

—Claro mama ahorita vamos a la clínica.

Carmen va a la clínica no dejando de llorar y de pedir que su hija despierte ya que sería el mejor regalo.

—El mejor regalo seria que tú despertaras mi amor. Yo hasta daría mi vida por eso...

—No diga eso mama, vámonos almorzar, si.

—Vamos pues hijo —Se seca las lagrimas de sus ojos.

Ellos van a un restaurante donde disfrutan de una rica parrilla de diversas carnes, ensalada, yuca y una salsa para acompañar, la abuela como no es muy de licores pide un refresco de naranja igual que Nancy y los demás nietos. Más tarde van al parque donde se divierten viendo a los animales y caminando por el lugar sin dejar de disfrutar un rico helado.

—Gracias por la visita hijo, por hacer este cumpleaños 67 más bonito.

—Hay mama yo estoy feliz si usted lo está —la abraza —Ya nos vamos.

—Si hijo, bueno que estén bien, que Dios me los lleve con bien a su casa.

—Amen Carmen —la abraza su suegra —Que estén bien, cuídese.

—Claro Graciela.

—Bendición abuela...

—Dios me los bendiga hijo, pórtense bien y no se olvide de su abuela...

Carmen no habla con Roberto acerca Aura, ya que para Roberto sería mejor desconectar a su hermana por los grandes gastos que ocasiona y pocos avances, él no está tan erróneo, ya que el dinero no alcanza por las caras medicinas que necesita cada semana, y el pago a la clínica de cada mes por la estadía de Aura.

(8:00 pm)

—Hola mamá ya Roberto se fue pero mi abuela quedó muy feliz, se la pasó bien en su cumpleaños, aunque estaría súper contenta sí tú le dieras el regalo de despertar.