relatos eróticos lesbicos

mi mejor amiga

Estaba terminando mi cena cuando escucho bocina de la camioneta de Val sonar, era una de esas perfectas para hacer viajes largos ya que la parte de atrás era bastante amplia y cabían muchas personas.
Salí corriendo y entré al vehículo.

-Hey- saludó animada, llevaba unos shorts y un top que dejaba ver su pequeña cintura y resaltaba sus grandes pechos, y ni hablar del culazo que tenía .
Val es mi mejor amiga, no siento nada por ella, solo le tengo unas ganas terribles.
Yo tenía puesto unos shorts de licra que resaltaban mi tracero y una camiseta blanca algo grande pero aún así se notaba el tamaño mediano de mis pechos.

-que tanto me miras, acaso te gusto???- dijo en tono burlón, la verdad solíamos bromear así, por lo cual le seguí el juego.
-oh sí, y no sabes cuánto- dije mordiendo mi labio inferior y poniendo mi mano en su muslo para apretar.
-no lo puedo creer!-Dijo actuando sorprendida- a mi mejor no solo le gustan las mujeres....LE GUSTO YO!!!.-

Empezamos a reír y quise seguir el juego.
-y qué si fuera así?- dije con una mirada pícara.
- Deberías demostrar que en verdad te gusto, ni soy chica fácil, ni caigo en juegos de palabras- dijo con tono burlón y mirada juguetona.
Nunca habíamos llegado tan lejos en uno de estos juegos.
- Como quieres que te lo demuestre?- pregunté curiosa pero con una mirada coqueta.
Ella aparcó el auto en el estacionamiento del supermercado que por cierto estaba vacío a excepción de un auto a lo lejos, ya que casi todos caminaban hasta allá, y se me acercó, me miró a los ojos, luego los labios y me dijo:
-Besame-
Quedé estupefacta, no sabía si era en serio.
Pero ví que no había diversión en su rostro, su mirada era diferente, se que hablaba en serio.
Salí de mi trance cuando habló otra vez...
-Pero que sea un beso de verdad, no un pico, ni uno romántico, demuestra cuánto te gusto, no creas que no sé que me tienes ganas hace mucho tiempo Sav.
Y entonces lo hice, mi mano derecha la tomó del cuello y la otra bajó a su cintura, ella enredó sus brazos por mi cuello y enrredó una mano en mi cabello, empezamos una batalla salvaje de lenguas, subí mi mano a su pecho y apreté fuertemente, logrando que soltara un gemido.
Con mi mano busqué la palanca para hechar el asiento hacia atrás y colocarme a horcajadas sobre ella.
Empecé a besarle el cuello, mientras ella me apretaba el culo, saqué su top dejando sus pechos al aire, los chupé como un bebé hambriento, mordí y lamí sus pezones, pequeños gemidos salían de su boca, entonces le dije
-vamos a la parte de atrás-
Pasamos a la parte de atrás y reclinamos el gran asiendo haciendo que quedara como una especie de cama(ventajas de este vehículo)
Bajé sus shorts y los tiré al suelo, la acosté boca arriba con las piernas abiertas y toqué su intimidad por encima de la fina tela de su tanga, pude notar de inmediato lo mojada que estaba y le dije al oído:
- Que niña tan sucia, ni te he tocado bien y ya estás mojada como la zorra que eres- entonces tiré a un lado la tela de su braga y le introducí un dedo con fuerza, soltó un grito ahogado, y dejé mi dedo quieto en su interior, sabía que estaba torturandola.
-!SAV!- dijo en un fuerte gemido.
- que quieres?- pregunté burlona.
- a tí - dijo.
-hum? Con que eres una sucia, quieres que te folle hum?- dije y metí otro dedo con fuerza moviendo estos lentamente.
- Sí!..... Sav!- dijo jadeando y moviendo sus caderas en busca de más contacto. Entonces aumenté el ritmo de mis embestidas.
-Dime que eres mi perra-
-Soy tu perra Sav! Aaaaah!-
- Dime qué eres una maldita zorra y que eres mía cuando quiera.
- SOY TU MALDITA ZORRA Y SOY TUYA CUANDO PUTAS QUIERAH... AH... AH- justo diciendo eso llegó al orgasmo, de la manera más ruidosa y exitante que he visto en mi vida.
Saqué mis dedos de su interior y le dije -Ahora arrodíllate- y eso hizo, me quité el short y las bragas y abrí las piernas, tome su cabeza y la guíe a mi sexo, ella lamía, chupaba y mordía haciéndome sentir una ola de sensaciones que nunca había sentido a esa intensidad me introdujo 2 dedos en la vagina, metiendolos y sacandolos con rapidez, logrando hacer que sienta espasmos de placer por todo mi cuerpo, estaba gimiendo como loca, sedienta, deseosa de más.
-Eso, así, más ahhhh- gemía desesperada, ella aceleró sus movimientos haciéndome llegar rápido al orgasmo.
El mejor puto orgasmo de mi vida.
Nos vestimos y salimos del auto a comprar lo necesario para la pijamada en el super, me le acerqué al oído y le dije:
-Esto no termina aquí.-
Le dí una nalgada y me adelanté contorneando las caderas para que me vea el culo, ansiosa por los rounds que faltan en su casa.

Que les parece?
Creen que debería seguir subiendo relatos o no soy buena en esto?

Atte: pus la autora, quien más?.