15 6 38
                                    

Quizá, me pasé demás con mi venganza.

Porque a Ben quiza no le pareció divertido, y por eso ahora me asesina con la mirada.

- Dejaré tarea, me harán un resumen en esta ocasión de Cumbres Borrascosas de Austen y me lo entregarán el miércoles - muchos se quejaron, yo solo hice una mueca ¿tengo hoy y mañana?

>> Mas les vale entregarlo, vale el 50% de su calificación - camina mirando a los demás, y agrega viéndome específicamente - así que les sugiero trabajar.

Suspiro ignorandolo una vez más, mientras anoto el escrito del pizarrón. Dejo caer mi cabello por enfrente y muerdo mi labio, odio que este molesto.

Pero bueno, tampoco es que no se vea bien furioso; su quijada se marca y la vena de su cuello lo hacen ver más apetecible, y sus ojos, oh dios.

Solo porque debo aparentar temor, pero podría hacer una competencia de miradas y sentir sus ojos desnudandome una y otra vez. No es quejo, pero tampoco debo lucir feliz.

Pasan unos diez minutos más hasta que suena el timbre, el día a terminado y debo ir a casa pronto, Marc me llevará al cine.

Lo se, muy romántico incluso para mi, pero en mi defensa, Jones se lo busco. Quien me provoca paga caro.

Guardo deprisa mis cosas y busco una bolita para colarme y evitar a mi profesor. Sonreí cuando vi lo que buscaba.

- Señorita Cheryl, usted aún no se va.

Claro que, celebré muy rápido. Frunzo los labios disgustada, y doy vuelta regresando a mi asiento.

Espera que todos salgan, y una vez que nos quedamos él y yo solos me mira de una forma que no logro descifrar, pero me gusta.

- ¿Ocurre algo Ben? - inquiero, suspira pesado.

Se recarga en su escritorio, manos apoyadas en la madera, piernas cruzadas, cabeza ligeramente agachada.

- Ven aquí Cher - demanda duro, sin darme oportunidad a rezongar.

Me levanto y avanzo lento, hasta estar de frente, pude rápidamente lanzarme a él y besarle, pero aun no es el momento, debe estar ardiendo furia, es mucho mejor así.

- ¿Quién es el chico que metiste a la casa de tus padres?

Me encogo de hombros - Marc, un amigo, mis papas lo conocen - asiente y vuelve a hablar.

- ¿Es tu pareja?

- No, no lo es ¿por qué? - río confundida  - ¿a que viene tanto cuestionario?

Lo que paso después no me lo espere, pero tampoco reclamé.

Tal vez lo he colmado, o funcionó haber usado la falda del año pasado, que me queda más corta, porque solo sé que sentí las grandes manos de Ben tomando mi cara y sus labios exigiendo los míos.

Suspiré conmocionada, joder que extrañaba sus labios.

Y no eran los mismos besos, ahora lo sentía furioso, exigente.

- No te vuelvas a acostar con él - murmura serio - ni con nadie más Cheryl.

Volví a besarle, y lo movi hasta que chocara con el escritorio, haciendo que se sentara en el y yo quede encima.

- ¿Por qué te obedeceria? - inquiero con mi mano en su entrepierna - no eres mi papi, ni eres mamá Ben, ¿qué eres de mi?

Por un momento nos quedamos callados, él logró subirme sobre él y ahora lo sentía casi por completo, mordí mi labio inferior por la sensación.

Sweet Serial Killer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora