Capítulo VIII. Mierda

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POV'S México

Desperte a la mañana siguiente en la misma cama donde volví a revivir momentos que ya había olvidado, mire a mi lado y no había nadie, me levante y sentí un ligero dolor en mi zona íntima, saque la cobija de en sima de mi, notando como estaba completamente vestida, con un short y una gra~n camiseta, aprete ligeramente mis piernas por la sensación extraña que hace tiempo no sentía, aunque tambien note que no estaba pegajosa como por obviedad debia estar, me hacía una idea de porque no estaba así, me levante de la cama algo débil y fui hasta el espejo de la cómoda, mi pecho estaba lleno de modidas y chupetones al igual que mi torso, las toque con las llemas de mis dedos.

- Me gustan, te hacen ver sexi. - salte por la impresión y baje la camisa que tenia alzada, con mi cabello intente ocultar mi sonrojo. - Jaja, tranquila, hermosa. - se puso detrás de mi y me abrazo por la espalda rodeando mi cintura y comenzando a dar besos en mi nuca. - Si pudiera, te tomaría otra vez, pero no puedo, tus hermanos estan abajo esperándonos. - me dijo y levante mi rostro.

- ... Si... Amm... - no sabía que era lo que se suponía que debía de decir. - Gracias. - fie lo único que llego a mi mente.

- ¿Por? - me di la vuelta parandome de puntillas y puse mis manos en su nuca acariciandola.

- Por todo, por ayudarnos a mi y mis hermanos, por consolarme, soportar mis molestos sollozos, por... Por hacerme volver a sentir amada. - termine con mis mejillas ardiendome.

- Para mi fue todo un placer hacer todo eso, y más lo último. - me comento con una risa y yo golpe su pecho. - ¡Au! Oye, jaja, es literalmente, pero... - tomo mi cara entre sus manos. - Se que sonará raro que un hombre lo diga, pero... ¿Qué somos? - me pregunto mirandome a los ojos.

Quedé muda ante su pregunta... ¡¿Qué hiciste México?! Se suponía que el tiempo en que estuviera con Rusia yo no tendría ningún tipo de relación, pero incluso habia tenido sexo con el y ahora estaba aquí preguntandome el que somos, pregunta a la cual yo no podia responder, sabia lo que quería, pero no podía... Tal vez.

- Seremos lo que tu quieras que sea, lo que yo quiero es volver, pero si tu estas bien con que sigamos siendo solo amigos, estará bien. - le dije en una sonrisa casi forzada.

- Yo quiero lo mismo que tu. - junto su cara a la mía y volvimos a besarnos, con esa acción volviendo a ser lo que éramos.

Me sentía nerviosa, me sentia feliz, al igual que mal, por haber faltado a mi trato con Rusia, pero debia entender que él ni mis hermanos me daba la seguridad que Brasil me brindaba, además el no sabe de su existencia, así que no tiene importancia.

- Sera mejor irnos. - dije en sus labios.

- Umh... Okey. - acepto y bajamos.

Llegamos a la sala y todos mis hermanos estaban en la cocina llevando los platos a la mesa ya con comida, soltamos nuestrad manos y llegamos junto con ellos.

- ¿Por que tardaron tanto? - pregunto Argentina acercándose.

- Oh, por nada, aún estaba dormida y hace tiempo que no dormia así, ya sabes. - respondí de lo más normal.

- Si, hace mucho que no dormias así. - sentí que habia algo raro en su forma de decirlo.

Brasil y yo giramos a vernos, me encogi de hombro restandole importancia, nos sentamos en la mesa y todo estaba muy callado y no me agradaba mucho.

- Y por cierto, ¿Qué tal pasaron la noche? ¿Durmieron cómodos? - preguntó Brasil tomando un vaso con agua.

- Si, aunque hubieramos dormido mejor de no ser por unos gatos maullando. - respondio Chile.

Solo Es Por Interés / CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora