carta

15 3 0
                                    

hubo una vez a quien le entregue mi corazón, no me arrepiento porque aunque quizás no fue como lo imagine, él se había convertido en mi mundo. Anhelaba sus mensajes, sus llamadas, sus abrazos, sus labios.


Y aunque nada pareciera estar en su lugar, con uno de tus mensajes hacías que mi mundo desapareciera, así que cada noche miraba al cielo y pedía porque algún día pudiera sentir tus caricias en mi piel, rogaba porque no fuera una ilusión que estaba solo para alegrar aquel triste y desdichado corazón.


Pero luego habían días en donde no sabia nada de su existencia y otra vez sentía temor de volver a ese hueco infinito de dolor. y aunque una mil veces tus excusas parecías plásticas, muy en el fondo me sentía demasiado solo como para dejarte ir


y claro que  intente dejarte, porque a veces tus palabras parecían tan lejanas, que sentía que no podían tocarme ya.


mi almohada fue testigo de las infinitas lagrimas que rodaban por mis mejillas, porque cada vez parecías aun mas lejano, quería con todas mis ganas salir a buscarte y decirte que te amaba mas de lo que podía soportar, que mi corazón ya no se sentía a salvo si  no estabas a mi lado.


veía el tiempo pasar, al igual que esos mensajes y llamadas que no llegaron a tiempo. mi corazón se estrujo aun mas cuando tu voz se oía tan rota por el teléfono rogando porque no me apartara de tu lado y creía que ya era suficiente de hacernos daño. yo por querer aferrarme a tu indiferencia y bueno aun no se que razón tendrías para que me quedara a tu lado, quizás si me amabas pero que caso tiene cuando apartas de tu vida a la persona que amas.


recuerdo con exactitud las cosa que decías cuando una foto nos enviábamos, y la verdad era que me aterraba que me vieras porque sabia que si lo hacías ya no me amarías y aunque me dijiste que jamás te importaría la forma de mi cuerpo yo nunca pude hacerme la idea de que verdaderamente pudiera gustarte la forma tan imperfecta que tiene mi cuerpo


anhelaba que llegara la noche para poder escuchar tu voz y la verdad era que necesitaba escucharla casi tanto como el aire para respirar, no quería perderte porque te convertiste en mi luz y aun que ahora mismo no estas conmigo puedo decir con certeza que eres el amor de mi vida. 

y gracias a eso ya puedo decirte adiós mi amado taehyung.



-al terminar de leer aquella carta, el frio de aquella noche se colaba no solo por entre la ropa y sino que también abrazaba aquel corazón que lloraba la perdida de su amor-


Pase lo que pase te voy a encontrar y de mi ya no te vas a librar te juro mi querido jimin - murmuro aquellas palabras al viento -


Hubo una vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora