Reto: Novela completada en 1 día
Tía Mafer gracias por la portada e.e
Los personajes no son de mi pertenencia, Masashi Kishimoto es su creador. A excepción de ___.
¡Hola! Se que tengo esta historia perdida en el tempo. Para comenzar, era un reto de escribir un fanfic en un día, nunca pensé que fuera a gustar tanto.
Pero bueno, hoy me he despertado con ganas de leer y escribir algo sobre MInato, y en Tumblr me he encontrado con un One-shot, en el cual la protagonista es muda, y nuestro rubio aprende poco a poco lenguaje de señas, para poder comunicarse con ella. Me gustó tanto, que pensé que podría hacerlo a mi manera, así que aquí se los traigo.
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Aquel día estaría siempre grabado en el corazón de Minato Namikaze. Estaba caminando con aquellos jóvenes que solían formar parte de su equipo, Kakashi, Obito, y la pequeña Rin. Junto a ellos, Kushina Uzumaki, con su hermoso cabello color rojo, bailando junto al viento.
Minato no tenía mucho tiempo de haber tomado el puesto de Hokage, y aunque se ahogaba en papeleo, siempre buscaba la manera de sacar tiempo para estar con sus seres queridos, pues ellos eran la razón por la cual él se esforzaba tanto, ellos y su amada aldea.
Obito iba caminando de espaldas, con las manos colocadas tras la nuca, mientras le hacía bromas a Kakashi, Kushina le reprochaba, para que se detuviera, y el rubio simplemente estaba sumido en sus pensamientos.
Hasta que escuchó al joven quejarse, y luego te vio a ti, con los ojos bien abiertos por la sorpresa, observando al Uchiha tendido en el suelo.
— ¡Ten más cuidado! — exclamó, el pelinegro, mientras te señalaba con su dedo índice, retrocediste un paso, espantada —. ¡Me hiciste caer! — alzaste ambas manos, las mismas te temblaban un poco.
—Obito no seas descortés, mira, la pobre está sin palabras. La asustaste— Kushina se arrodilló junto al niño, con la intención de ayudarle a colocarse en pie, sin embargo el orgulloso Uchiha, lejos de dejarse ayudar, se colocó en pie de un salto, alegando que no necesitaba que le dieran una mano.
—Disculpen— una pequeña niña de cabellos dorados se acercó al grupo, llevaba la misma vestimenta que tú —, ¿ha pasado algo? — cuestionó, mientras te observaba, y luego a los demás.
—Pues que ella me ha hecho tropezar— alegó el Uchiha, mientras se cruzaba de brazos. Esa caída había sido una total vergüenza para él.
—Lo lamento mucho— la pequeña niña hizo una reverencia, antes de tomar tu mano, y dirigirte a la puerta del local en el que aparentemente trabajaban ambas.
—Pues no eres tú la que me debe una disculpa, es ella— nuevamente Obito te señaló, y el ambiente se puso tenso.
—Mi hermana no puede hacerlo, ella. . . — la pequeña pareció dudar unos segundos.
— ¡Kotomi! — alguien exclamó, y la rubia niña se alarmó, inmediatamente empujando tu joven cuerpo al local, y murmurando nuevamente lo siento.
