Policial Love

26

-Acabas de...- Gimió en la boca de lilith cuando sintió como la Morena la levantaba y la recostada sobre la alfombra- ¡Satanás en el infierno!

-Zelds... Cariño- Sonrió en su boca mientras la pelirroja la alejaba para mirarla completamente a los ojos de manera profunda- ¿Qué?

-P-por que... me rechazas...- Dijo seriamente mientras sostenía su mirar y veía como el semblante de la morena rápidamente cambiaba- ¿Qué sucede?

-Zelds... No es que yo te rechace, ni mucho menos... Eres hermosa, me gustaría poder explicarte porque...- Suspiró mientras se sentaba a su lado, sus ojos vidriosos estaban completamente nublados, una lágrima cayó y Zelda lo notó.

-Cuando quieras decirme... Yo estaré aquí, cariño- Sonrió mientras la besaba suavemente sobre sus labios- ¿Vamos a dormir?

-Si...- Sonrió mientras se ponía de pie junto a la pelirroja- Si Hilda te viera así...

-Ni lo menciones...- Rió suavemente mientras subían las escaleras.

En ese punto el alcohol ya había bajado, y sus corazones estaban llenos de paz luego de apaciguar todo lo que sentían.
Al llegar a la habitación de Zelda, la morena se sentó directamente sobre la cama mirando el piso, tratando de ordenar sus emociones, estaba muy contenta pero a la vez su mente no la dejaba explicarle el porqué a Zelda Spellman, por más que quisiera. Nadie sabía su secreto, aquella oscura y asquerosa noche.

Zelda entro directamente al baño, para darse una ducha rápida, Sonrió al recordar la sesión apasionada junto a Lilith. La morena que estaba en su mente día tras dia desde que la conoció.
Solo ella sabía como la pensaba y como la añoraba, cuando salió de la ducha tomó su bata de baño y salió secando su cabello con una toalla, mientras miraba como la Morena estaba sentada sobre su cama, mirando el suelo sin prestarle atención.

-¿Lily?- Dijo cariñosamente mientras se arrodillaba frente a ella para buscar su mirada- ¿Estás bien?

-Claro, tranquila...-La morena la miró sonriente- Yo no... Tengo nada para dormir...

-Estaría mejor si durmieras sin ropa- Le sonrió picaramente y luego la besó, se dirigió a su closet, sacó un camisón negro de encajes y otro rojo semitransparente para la morena.

Cuando ambas se vistieron en completo silencio y se acostaron abrazándose una contra la otra,  fue cuando Lilith decidió decirle la verdad a la pelirroja.

-Zelds...- Besó su frente e hizo que la mirara fijamente a los ojos, cuando por fin ambas se conectaron ella habló- Yo...Yo hace mucho que no dejó que me toquen...

-¿Qué? ¿Por qué...?- Preguntó atónita.

-Yo...fui...fui abusada...-Jadeo llena de angustia y cubriéndose la cara- Te juro que yo no quería, me avergüenza...Yo no puedo...- Comenzó a llorar complemente fuera de sí- Fue mi culpa...- Zelda le quitó las manos de la cara e hizo que la mirara.

-Hey... Hey, Lilith- llamó su atención- No es tu culpa, cariño... Eso jamas será tu culpa, y aquí estoy yo para que te puedas desahogar las veces que tu quieras, yo te apoyaré...- La abrazó fuerte, mientras acariciaba su cabeza con tal dulzura y cariño que la morena se quedó dormida en su pecho tiempo después.

Zelda se quedó despierta unas horas más mientras pensaba en todo lo que Lilith le había dicho y confesado, Inmediatamente la culpa subió por su mente, mientras pensaba en el enojo que hace pocas horas aún estaba en ella luego de que la morena la rechazará, estaba arrepentida y estaba decidida a recompensar aquella estúpida acción.
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