Cartas De Un Acosador ||THIAM||

Acompañando a Liam

P.O.V. THEO

Sé que lo que hice estuvo mal, pero no podía dejar que el idiota de Nolan intentara alejarme de Liam. No podía permitírselo, pero fue estúpido de mi parte ofrecerme a llevarlo al lugar donde me vería a mí. Pero bueno, ya pensaré en algo para decirle que soy yo el de las cartas y no intente asesinarme al saberlo. Subimos a mi camioneta y comencé a conducir lentamente hacia el claro del bosque intentando no verme nervioso.

-¿Y como te sientes? ¡Vas a conocer a tu enamorado al fin! -Interrogué alegre viendo el camino intento mantener una conversación con el rubio.

-No lo sé... Ahora que sé que no es el chico al que quiero ver es algo extraño... No quiero romperle el corazón. -Suspiró bajo viendo por la ventana.

Oír eso me rompió el corazón, creo que yo no soy al que quiere ver pero quizás tengo una pequeña posibilidad de que no esté tan disgustado al verme... O eso quiero pensar.

-Me estás volviendo loco, realmente quiero saberlo. ¿A quien esperabas ver?. -Pregunté ya algo desesperado. Verlo ahí, con sus ojos clavados en el paisaje, su cabello moviéndose levemente por el viento que entraba por su ventanilla... Lo amaba, me enloquecía, tenía que saberlo de una vez.

-No te lo diré. Eres a la última persona que se lo diría. -Dijo con leve nerviosismo lo cual me hizo dudar un poco, quizás sí era yo y por eso no quería decirme.

Al llegar al bosque estacioné la camioneta. Suspiré bajo y miré de reojo al pequeño, se lo veía nervioso y admito que me daba ternura, sentía unas intensas ganas de abrazarlo y contarle todo en ese instante, pero desistí de la idea rápidamente, no podía ser tan descortés, y dentro de la camioneta no había a dónde huir si intentaba golpearme. Esperé unos segundos y al ver que no se movía me preocupé un poco.

-Liam... ¿Estás bien? -Pregunté calmado y con una sonrisa. -¿Quieres que te acompañe?

-¿Te molestaría hacerlo?... Es que tengo miedo de que sea una trampa... -Se sinceró el pequeño. Yo sonreí y bajé de mi vehículo bajo la atenta mirada del chico.- ¿Que haces?

-Te acompaño. Ahora baja de la camioneta y vamos. -Agregué sonriente parado frente a mi camioneta.

Liam titubeó un poco pero al final bajó. Ambos caminamos por el bosque en completo silencio. Luego de unos momentos llegamos al claro. Comencé a pensar seriamente si debía decirle o simplemente darle la última carta, la número once, que había escrito esa mañana. Vi como el rubio comenzaba a ponerse nervioso, respiré profundo y lo miré a los ojos.

-Creo que fue todo una simple broma...

Dijo el de ojos celestes restándole importancia y comenzando a caminar por dónde habíamos venido. No, no podía dejar que él se fuera así como así, no podía permitir que todo ésto se fuera tan rápidamente a la basura. Respiré hondo y decidí llamarlo.

-Liam espera... -Dije nervioso. Cuando volteó a verme saqué de mi bolsillo la onceava carta y lo miré a los ojos.- Quizá debería leertela en lugar de dártela ésta vez...

Respiré profundo y abrí la carta con cuidado bajo la atenta mirada del beta. Suspiré y aclaré mi garganta para por fin, olvidándome de los nervios y de lo que pudiera pasar luego de ésto, comencé a leer la carta en voz alta.

Liam

Ahora sabes por fin quien soy, ¿Aún piensas que soy un acosador?. Espero que no. Quizás no soy el que esperabas pero quiero que sepas que nadie puede amarte como yo lo hago, cuidarte como lo hago sin que lo notes, verte como yo te veo, valorarte como yo lo hago... Quizás no te parezco atractivo, o simplemente me odias, pero yo ya no puedo seguir ocultándolo. Me cuesta estar cerca de ti y no poder besarte, no poder abrazarte... Liam, eres todo para mí... Hiciste que mi corazón volviera a latir como nunca lo hizo, y por más que luego de ésto me rechaces, quiero que sepas que nunca podrás alejarme de tu lado. Siempre lucharé junto a ti y te protegeré con mi vida. Te amo, niño con problemas de ira.

Última pista: Estoy frente a ti leyéndote una carta de amor.

Atte: Theodore Raeken.