Salimos todas juntas de nuestra cabaña hacia el comedor, donde dentro de diez minutos tenemos la presentación. Harper nos cuenta que en esa reunión ya nos dicen los grupos para las distintos ámbitos. Todas nos hemos inscrito en música. Harper y Valerie vienen desde pequeñas al campamento, aunque nos ha contado Harper que para niños de hasta 12 años existe otro campamento en un pueblecito cerca de Lake Orion. Nos cuenta que tiene un hermano mellizo que se llama Colin y también asiste al campamento.
-Y ¿vosotras desde cuándo os conocéis?.- Le pregunto a Harper y Valerie.
-Bua, ni me acuerdo. Creo que prácticamente desde que nacimos, nuestros padres son amigos desde la universidad e imposible separarlos. ¡Si incluso vivimos unos al lado de los otros! Aunque claro, nosotros estamos durante el año en la academia.- Nos cuenta Harper.
-Mi padre trabaja como abogado de la empresa de los padres de Harper y Colin.- Añade Valerie.
Llegamos a las escaleras del comedor y veo a un grupo de cuatro chicos y tres chicas. Noto como Valerie se tensa a mi lado y me giro para preguntarle y veo que tiene la cabeza agachada. Frunzo el entrecejo y voy a preguntarle qué le pasa cuando escucho a una chica.
-Eh Harper, ¿de nuevo con obras de caridad? Si es que no te podemos dejar sola ni cinco minutos.
La chica en cuestión es rubia, pelo largo y ojos azules. Podrían cogerla para el live action de Barbie. No soy muy de fiarme de primeras impresiones pero tengo el presentimiento de que esta chica no es trigo limpio y es de las que te miran por encima del hombro con una sonrisa de suficiencia antes de montarse en su BMW descapotable y rosa. Miro hacia el grupo arqueando una ceja y esforzándome lo más grande para no soltar una de las mías; "llevas aquí treinta minutos Lauren, no saques a la bestia aún".
-¡Ey, Sophia! ¿Entrenando a tu única neurona con vida para ser más interesante?.- Le dice Harper. -Es una carrera de fondo, no un sprint, pero tú no te rindas nunca.
Me tengo que morder el labio para contener la risa pero no lo consigo y se me escapa una carcajada sin poder evitarlo que suena como el gruñido de un cerdo. Genial, siempre en tu línea Lauren.
Veo como Harper y Evelyn me miran a punto de descojonarse de la risa. Valerie sigue con la mirada agachada y veo de reojo a un chico de pelo castaño sonriendo hacia nosotras. Hay un chico rubio, el que tiene agarrada a la tal Sophia por las caderas y apoyado en el poste de la barandilla que le habla a Valerie.
-¿Qué tal, Valerie? ¿Interesante la mierda de los perros de Owen?
Otro capullo al que añadir a la lista. Sin esperármelo Valerie levanta la cabeza, lo mira fijamente sin decir nada y sube las escaleras y entra al comedor. Veo como el tipo sonríe y junto con las tres chicas se echan a reír.
-Colin, otro comentario hacia Valerie y llamo a mamá.- Le dice Harper.
Con que el gilipollas de turno es el hermano de Harper. ¿Quién dice que los mellizos se parecen?
-Joder Colin, ¿ni medio puto día puedes dejar a la pobre chica en paz?.- Le pregunta uno de sus amigos a quien el tal Colin mira mal.
-Para ya, tío.- Le dice otro de sus amigos, quien por cierto tiene los ojos más bonitos que he visto en mi vida.
Me parece que sus tres colegas no comparten la misma opinión sobre Valerie que él. Evelyn, Harper y yo subimos las escaleras para entrar cuando escucho desde atrás.
-Cómeme los huevos, Joshua.- Le responde Colin.
Dí que sí, qué elegante es el personal de la tan prestigiosa academia Simmons. Entramos al comedor y es enorme, supongo que debe serlo para albergar a tanto alumno. A la izquierda veo la cocina que está separada por un expositor, donde supongo que tendremos que ir a por la comida. Todo lo demás son mesas rectangulares larguísimas y asientos, todo de madera. Camp vibes, como se dice hoy en día.

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Serendipity
Teen FictionTodo este sitio parece una obra de caridad en la que gente rica se presenta como patrocinadores de becas de universidad para gente como nosotros. ¿Es necesario llevar tacones en un campamento? Mientras esperamos a los profesores para que se presente...