El Sonido de un Silencio Suicida

Tinta y Cicatrices

Marque, marque mi piel con tinta sobre las cicatrices y directrices que dejo una vida de gritos y chirridos, de sueños rotos y corazones cual balones de la cancha del barrio en el cual crecí, tan viejo y desgastado que ya nadie jugaba ahí. Marque con tinta las marcas de la navaja suiza de mi padre, puse bandadas dr pájaros en mi desamores y palabras rotas en mis tristezas de calendario, coloque una sonrisa en las mejillas que jamás se volverán a doblar y lágrimas por cada alma en pena que llegué a condenar como un maldito mercenario, que buscaba consuelo en el sufrimiento ajeno y lastimaba por placer pleno que después marco donde los tatuajes nunca llegan. Marque mis brazos destrozados por líneas de cicatrices de aquellas noches en mi cuarto donde el cielo gritaba por ayuda y la luna escribía desde su cuna como su amigo humano su mente se comía y sus brazos marcaba con líneas color vino, de esos que acompañan una cena de dos que el jamás acudió. El sol reprendía sus actos mientras coloraba su piel mal sanada y le decía a gritos lo imbécil que podía ser, mientras hoy en tres sesiones de unos quinientos pavos se marca las cicatrices de sus actos con los cuervos que inundan su alma y las ramas del bosque que en su corazón se a enmarañado buscando la luz de aquel viejo sol que alguna vez lo había ayudado pero cansado del silencio por fin lo había abandonado... Contando una historia por cada marca, un relato por cada punzada de la máquina y dejando su piel cual lienzo para el tatuador que crea un concierto de emociones en la piel de un pobre diablo que después de haber tocado fondo grita desconsolado por un pensamiento menos profano y un corazón menos dañado.

~Rick~