¿Ya no me ama?

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Estaba harto, tenía que descansar un poco si quería aligerar su pésimo humor, de por sí muy irritable.

Estaba consiliando el sueño cuando la puerta de su habitación se abrió e hizo que medio despertara.

- Sasuke Uchiha - escucho decir en una voz desconocida, sintió un agarre alrededor de su cuerpo, parecían ser serpientes, no se movió, tal vez estaba soñando, comenzó a cerrar los ojos de nuevo, no entendía nada de lo que decía el extraño, ni le importaba, tal ves era parte de su sueño, pero entendió dos palabras. Dos palabras que para el significaban mucho aunque se negara a aceptarlo. "Naruto" y "lazos".

Sus ojos se abrieron mostrando el Sharingan. No, no estaba soñando, este tipo en verdad estaba aquí, en verdad lo había tratado de inmovilizar con sus serpientes y en verdad había interrumpido su sueño.

- Dime - respondió en voz tétrica y malhumorada - ¿Por esa estupidez interrumpiste mi sueño?

Dos segundos después el cuarto estallo en una explosión provocada por su Chidori Nagashi, estaba de muy muy mal humor, si este tipo estaba aquí significaba que Naruto igual y dónde Naruto estuviera, estaba ella... Sakura.

Escucho pasos haciendo eco desde su posición, se había quedado en el borde del tejado que quedó en la guarida, viendo hacia abajo al paliducho molesto, los pasos se acercaban cada vez más y de entre las sombras salió ella, la pelirrosa ex compañera de su equipo, la que dijo amarlo hace más de 3 años, la débil y delicada flor que había que cuidar incluso con su vida ¿Porque Naruto la había traído? ¿Que no sabía que este lugar era un peligro para ella? Que idiota.

Sakura se acercó a Sai, en ánimos de reclamarle algo, no había cambiado mucho, su cuerpo había crecido y definido sus curvas, su cabello seguía igual de corto de como lo recordaba, su atuendo cambio un poco pero seguía usando el color rojo como base, sus manos estaban cubiertas en guantes negros de lo que parecía ser cuero, al parecer su carácter seguía intacto, por poco y toma al tipo como trapo, igual como lo hacía con Naruto cuando se molestaba, no podía ver sus ojos, sus verdes y grandes ojos mirándolo a el, no al tipo que parecía haber sido bañado en harina antes de venir.

- Sakura - dijo Sasuke sin pensar ¿Para que la había llamado? Idiota.

La chica pareció haber entrado en shock, su respiración se cortó de golpe, sus músculos se tensaron, igual que los de el, se volvió hacia el completamente, en shock total y ahí estaban, esos ojos esmeralda tan llamativos, brillando para el.

Sus labios se movieron, aún atónitos.
- Sasuke-kun - susurro ella, la piel del chico se erizo.

Hacia mucho que no oía esa voz, esa entonación en su nombre, no podía negar que lo extrañaba, los primeros meses luego de su deserción había noches en las que despertaba de golpe tras oír como ella lo llamaba desesperada para que no la dejara.

Oh cuánto hubiese deseado acudir a su grito, quedarse ahí, con ella, con su equipo, viviendo una vida pacífica, a su lado, siendo feliz como ella le había prometido, pero no, tenía una meta que cumplir, un destino que seguir.

Naruto entro luego de un momento, a la pequeña reunión, no se había percatado que tras Sakura un tipo de pinta rara había entrado con ella, traía chaleco de jounnin ¿Dónde estaba Kakashi? ¿Llegaría después o ese tipo era su suplente? Que más daba, no le importan ya esos lazos. Tenía que romperlos, acabar con ellos.

Bajo dispuesto a acabar con la vida del Uzumaki, tenía que hacerlo si quería conseguir el Mangekyou Sharingan, tenía que matarlo si quería alcanzar a Itachi y superarlo, tenía que matar a su mejor amigo para matar a su hermano.

Paso lo que tenía que pasar, amenazó la vida del rubio y este ni se inmutó, el chico raro y el jounnin intervinieron al poco tiempo haciendo que Sasuke soltará un Chidori Nagashi que los apartaran a todos de si.

A todos menos a ella, no quería dañarla, no podía, no debía, sabía que jamás levantaría su mano en contra de el, no ella que juro amarlo sin importar nada, no a ella que lo miraba como si fuese un milagro tenerlo enfrente.

La miro, esos ojos, había algo que nunca había visto en ellos cuando lo miraba a el, miedo.

Y no le gusto. Y la vio cambiar la mirada, una decidida, salvaje, sería, apretó los puños haciendo crujir el cuero de sus guantes, y entonces corrio hacia el. Estaba decidida, lo iba a atacar.

No, no podía ¿No lo amaba? ¿Porque lo iba a atacar? Pero lo entendía, ya no eran niños, ya no eran compañeros, ahora el había amenazado la vida de su compañero y había atacado a los suyos, ahora eran enemigos, se mordió el labio casi imperceptiblemente y lo decidió, no podía dejar que ella lo atacará, se veía en sus movimientos que era más fuerte ahora, sabía que había entrenado con Tsunade, la famosa Sannin de las babosas, ex compañera de su actual maestro, la actual quinta Hokage, sabía que había dejado de ser débil.

Un Chidori Nagashi, en menor carga que los anteriores, rodeó su espada, activo el Sharingan y se puso en posición defensiva, no la atacaría como a los otros, si podía neutralizarla paralizandola lograría mucho, jamás atentaría contra su vida, simplemente no podía.

Pero el jounnin se atravesó, se interpuso entre ellos, una parte de el se alivio y otra se sintió ofendida, en parte se alegro porque no tendría que atacarla, pero se ofendió porque este tipo realmente pensó que la lastimaria, tantas veces que la protegió con su vida para que este tipo viniera a hacerse el héroe creyendo que la atacaría enserio, por favor. Apuñalo el pecho del jounnin enviando descargas que neutralizaran su chakra, lo había visto usar la madera, eso era un peligro.

De reojo vio como Sakura de nuevo se acercó con ánimos de atacarlo y con el pesar de su alma saco de si una extensión del Chidori Nagashi que paralizara a la pelirosa, vio en su rostro el dolor al recibir la descarga y aparto la mirada, había hecho muchas atrocidades por orden de Orochimaru, pero ninguna lo había hecho sentir tan mal como haber atacado a su equipo, a ella, quería salir de ahí.

Sintió como Naruto y el otro tipo se levantaban dispuestos a atacarlo y tomo la oportunidad para largarse.

Volvió al sitio, donde Sakura lo vio en primer lugar cuando llegó, de un solo salto, levantó el brazo, si no podía matarlos con sus manos, lo habría con el jutsu que práctico tanto tiempo, así no vería sus rostros mientras morían, debía cortar lazos, era necesario, los lazos lo hacían débil, lo acababa de comprobar con ella, tenía que matarla junto a Naruto, no podía dejarlos vivir, no lo dejarían en paz.

Una mano sostuvo su muñeca, deteniendo la acumulación de chakra. Miro molesto a un lado, Orochimaru y Kabuto estaban ahí.

- No es el momento, Sasuke - dijo Orochimaru con su voz siseante - vámonos de aquí.

El chico bajo el brazo, y con un jutsu de teletransporte comenzó a desaparecer en llamas negras junto con sus dos acompañantes, no sin antes analizar con la mirada a esos dos excompañeros una última vez, Naruto había cambiado sin dudas, ya no era un niño, se había vuelto fuerte y lo sentía, pero era débil, los lazos lo debilitaban, como a el.

Sakura en cambio había dado un cambio más drástico, ya no era esa niña llorona y asustadiza, se veía más decidida, más fuerte, más hermosa, un dolor interno en su pecho se instalo al recordar su confesión de amor para transformarse en esa mirada decidida a atacarlo. Se sentía ¿Traicionado? Bueno, no podía esperar menos, el les había hecho lo mismo a ellos.

El jutsu acabo dejando en su mente como esos dos lo miraban desaparecer, con miradas tan distintas, en Naruto había dolor, desesperación. En Sakura había seriedad, dolor pero mucha decisión.

Estaba decidido, tenía que cortar los lazos de raíz, así fuera matando a esos dos, tendría que traicionar su propia política de no asesinar, la única persona que quería matar era y siempre sería Itachi, pero estos dos, junto a Kakashi serían una molestia si no acababa con ellos cuanto antes.

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