Dejará de ser gracioso...

Capítulo 3

Pase encerrado en mi cuarto toda la noche y la mitad del día siguiente, temía que descubrieran el significado de las palabras pronunciadas por mi el día anterior y también pensaba que tal vez  el que haya puesto la música tan alta había sido mi forma de pedir ayuda involuntariamente; baje a comer como mi madre me había pedido
- Miren, ahí viene el italiano- anunció mi tía, claro que sabían que lo que dije era en Italiano, yo estudiaba italiano
- Perdón- dije pues era la verdad, no sabía porque había dicho eso
- Ahh miren se disculpa- comenzó mi tia- en vez de disculparse debería ayudar en la casa, nunca hace nada ese inútil- termino todos le apoyaron y comenzaron a "regañarme" de esa manera indirecta en la que debes de tragarte todo pero no puedes contestar, parecía que lo que había dicho la noche anterior, el defenderme de manera involuntaria había provocado que ya no solo fuera la burla, sino ahora también el saco de box con el que te desquitado después de un mal día. Después de comer decidí lavar los trastes, nadie me lo pidió yo lo hice porque quise, todos se fueron, no sé a dónde ni siquiera vi cuando se fueron, pero supe que era mi momento, tome el control de la tele, la encendí y puse música, lave los trastes, barrí, trapee, lave la estufa entre otras cosas a veces me detenía para llorar o para salir a despejarme
- Termine- suspiré y luego subí el volumen de la música para perderme entre sus estrofas.
Escuché que alguien entraba, habían regresado, no le di mucha importancia y seguí tumbado en el sofá con los ojos cerrados y escuchando la música
- A este que le pasa?- pregunto mi tía
- Tal vez ahora sí logro matarse- comento mi hermano
- Ve a ver- ordenó mi papá, escuché que mi hermano se acercaba, no me moví, me tocó el costado y me moví ligeramente
- Está vivo, tal vez este dormido- anunció mi hermano- ya sé cómo despertarlo- terminó, temí que me golpeará, pero no fue así, apagó la tele poniendo fin a mi música, abrí los ojos tan rápido como pude y ahí estaban todos mirándome esperando a que me levantará rápidamente como no solía hacerlo, pero no pasó, no sé porque pero no quería ser humillado otra vez, me levanté con calma, caminé hacia la mesa en la que mi hermano había dejado el control, lo tomé y prendí la tele poniendo otra vez mi música después me volví a recostar en el sofá sin decir palabra, ya no me importaba "el ambiente no puede ser peor, cierto?" Pensé para consolarme
- Muchacho insolente!!!- exclamó mi padre luego dio media vuelta y se fue
- Estás enfermo y loco- declaró mi tía y también se fue seguida de mi hermano, cerré los ojos y puse mis manos en mi cara, creí que ya no había nadie así que exclamé
- Estupido, eres un completo estupido, cómo se te ocurre hacerte el fuerte
- No eres estupido- respondió mi madre, al parecer ella no se había ido- y eres fuerte muy fuerte
- Mamá?- me levanté para dejar un asiento libre, ella se sentó y me dijo
- Por qué? Por qué lo hiciste?- pregunto, yo no sabía que contestar, por qué hice qué? Gritar en la cena? Atentar a mi vida? Poner play a la música? Qué de todo?
- Por qué hice qué mamá?- pregunté
- Por qué intentaste...- comenzó- quitarte la vida- terminó con la voz quebrada y con lágrimas en los ojos, ella de verdad quería escucharme? Después de tanto tiempo? Tenía que casi morir para que me escucharán?
- Porque no estoy bien- confesé
- Y por qué nunca hablaste?- pregunto, sus ojos se llenaban de lágrimas y estás rodaban por sus mejillas dejando su camino plasmado
- Lo hice- contesté, pues era cierto, inumerables veces intente hablar con ella incluso le pedí que me llevará a terapia- pero no escuchabas
- Hijo, por qué decidiste dejar este mundo? O bueno intentarlo- me preguntó buscando respuestas a la locura de su hijo menor
- Ya no quería sufrir, quería salir de aquí y quitarles un peso- respondí
- Lo tienes todo!!! No es justo que me hicieras eso- exclamó mi mamá- tienes una buena vida- terminó entre sollozos
- Mamá, tengo todo materialmente pero no tengo nada realmente, solo soy la burla de todos ustedes, era el rayo de sol que buscaba entrar en la casa oscura de cualquier forma hasta que lograron oscurecerlo- exclamé, me equivocaba, ella no quería escucharme realmente, mis palabras fueron una apuñalada a mi madre, cuando yo era pequeño ella me llamaba "su rayito de sol"
- Lo volverás a intentar, verdad?- pregunto entre sollozos- y me dejarás, cierto?
- No mamá, no lo intentaré de nuevo- respondí, me puse de pie le abrace y me fui a mi habitación, no quería seguir ahí ya no, el rayo de sol se apagó completamente esa tarde.
Me tumbe en el suelo de mi habitación, veía el techo mientras pensaba, "Cómo voy a salir de aquí? Necesito hablar con alguien, pero ¿Quién me escuchará?" Comenzé a llorar sin un motivo en especial; me desperté 4 horas más tarde y seguía llorando, sentía mis ojos hinchados y mi cara húmeda por las lágrimas, "En qué momento me dormí? Mierda no baje a comer!!!" Pensé, me puse de pie lo más rápido posible corrí a la puerta la abrí rápido dándome un golpe en la cara
- MERDA- grite mientras sobaba mi adolorida cara, bajé corriendo y todos estaban en la sala viendo la tele, sonreí cínicamente y fui a la cocina, tome un plato y me servi comida para luego subir a mi habitación