🌟Entre realidades👑

Capítulo cuatro

-Así que eso pasó-  la azabache lanzó un suspiro bastante prolongado mientras el castaño bufaba luego de que aquella criatura se tranquilizara al verlo, la azabache se encontraba recostada en el pelaje de aquel oso que se había vuelto completamente manso -Eres extraño... Un oso pardo se calmó con solo verte y ahora es como un gran oso gigante de felpa-

-Es normal, soy el shaman king después de todo- respondió el castaño

-¿El shaman que cosa de quién?- preguntó la azabache sin entender nada.

-Es algo que tu mente no comprendería, eres una humana después de todo- volvió a responder.

-¡Oye! Lo dices como si fuera algo malo, además, sí me explicaras estoy segura que entendería- Volvió a responder y aquel castaño suspiró para luego empezar a leer su mente, realmente sus pensamientos eran para nada oscuros, todos los humanos tienen siempre maldad en su interior pero la azabache era extraña, sus pensamientos rondaban en cosas irrelevantes y bastante estúpidas , mientras examinaba aquello, la azabache simplemente continuaba hablando sin saber que el castaño no le estaba prestando atención alguna por examinar su corazón.

De la nada los ojos de la azabache se acercaron al castaño quien reaccionó retrocediendo de golpe.

-¡Que rayos haces!- le replicó el castaño

-Eso debería preguntar yo- la joven estaba algo sonrojada.

-¿Por qué estás de ese color?- Le replicó el castaño

-Sí te quedas viendo fijamente de esa forma, es normal...- respondió avergonzada la joven y el castaño de alguna forma se terminó sonrojando así que se volteó inmediatamente.

-¿Es que eres tonta?- replicó -No deberías acercarte tanto así a una persona-

Esto hizo que la joven se avergonzara aun más...

"serás guapo pero realmente tu carácter es muy tosco" pensó la azabache mientras se cruzaba de brazos y fruncía el ceño.

-¿A quien le dices tosco?- Se giró nuevamente bastante molesto y ella lo vio sorprendida.... -¿Cómo... cómo sabes eso?- dijo totalmente confundida "Estoy segura que lo pensé... ¿Es que acaso lo dije en voz alta?" Sujetó sus mejillas con ambas manos mientras enrojecia de nuevo...

-Olvídalo, dame el trozo de piedra que tienes- La azabache un poco dudosa se lo entregó, el castaño se dió cuenta que contenía a aquel espíritu que lo había acompañado en su travesía, el espíritu de fuego...

-Bien, ahora debemos esperar a que los demás regresen a esta realidad para unir la otra pieza y así buscarla a ella- Dijo mientras guardaba aquella piedra y la azabache asentía.

-Entonces...¿Esta es tu realidad?- le preguntó y el castaño asintió -Vamos- Aquel oso se levantó de un tirón y el castaño se acercó a la azabache y la tomó de la cintura -Oye... Oye ¿Que haces?- la joven se sonrojó y como si se tratara de una pluma la alzó y la colocó en el lomo de aquel oso pardo, luego él saltó y se sentó tras ella para evitar que cayera -No llegaremos a la ciudad si vamos caminando, luego aquel oso empezó a caminar y la joven se sostuvo de su pelaje -Vaya, sigo preguntándome si esto es una especie de sueño o realmente estoy despierta- Murmuró mientras observaba a los alrededores, el bosque era bellísimo y parecía sacado de un cuento de hadas, el castaño por su parte simplemente permaneció en silencio mientras cerraba sus ojos, aquella joven emanaba un aroma bastante dulce, algo que de cierta forma le gustaba... "maldición" suspiró, por otro lado, Derek iba desde lo alto observando aquella escena, aunque claro, él había evitado presentarse delante de aquel sujeto, pues sabía perfectamente que lo podía ver.

-Oye...- Habló la joven luego de estar en silencio durante un largo tiempo.

-¿Qué pasa?- respondió el castaño

-Dime... Que es eso del Shaman King, realmente tengo curiosidad por saber...- volvió a decir la joven y el castaño suspiró, pasaron unos segundos y comenzó a narrar, conforme iban avanzando aquella historia se había puesto de lo más emocionante, parecía todo tan irreal y pensar que existen personas con esa clase de poder y que de la nada hayan aparecido en su vida, la joven estaba fascinada, de la nada aquel oso pardo se detuvo pues habían llegado a la carretera, el castaño se bajó con facilidad y luego sujetó a la joven en sus brazos, ambos se miraron por unos instantes y luego de sonrojarse, el castaño la colocó en el suelo.

-Ejem, bueno es hora de continuar- Le hizo una reverencia a aquel oso que regresó al bosque nuevamente, la azabache lo despidió con la mano y sonrió levemente.

-Bien ahora vamos- Los dos comenzaron a caminar por aquella orilla, cuando un grito a lo lejos los hizo reaccionar y aquella paz se vio afectada...

-Pero ¿Qué?- el castaño y la azabache corrieron rápidamente y al llevar vieron un vehículo que había tenido un accidente, una de sus llantas se había pinchado y una pareja de ancianos se lamentaban de aquel incidente, la azabache se acercó y el castaño la siguió pero se quedó varios pasos atrás.

-¿Se encuentran bien?- El señor estaba sentado mientras se sostenía la cintura -En realidad no... Quise cambiar la llanta pero mi edad ya no me lo permite...- se lamentó y su esposa lo intentaba ayudar, la joven los ayudo para pasarlo cerca de una roca y así sentarlo y luego se acercó al castaño -Debemos ayudarlos, ellos ya están bastante grandes para hacer un trabajo así de pesado- Le dijo la joven y el castaño frunció el ceño.

-No pongas esa cara- Le replicó la joven y sostuvo la mano del castaño para llevarlo hacia aquel vehículo, justo en ese instante el castaño sintió un escalofrío recorrer su cuerpo mientras seguía a la joven..."pero...¿Que rayos me está pasando?" Pensó y la joven al llegar frente al carro, le alcanzó las herramientas y el castaño de mala gana empezó a cambiar aquella llanta.

-No sé preocupen, ya casi termina, aunque no lo crean este chico es bastante fuerte- La joven se encontraba de cuclillas observando al castaño apretar aquellos tornillos mientras apreciaba su rostro, él parecía odiar a las personas pero aún así no opuso tanta resistencia para ayudar a aquellos ancianos "Tú aparentas odiar a las personas... Pero en realidad eres más blando de lo que aparentas" La joven sonrió y varios minutos después aquel vehículo se encontraba ya en perfecto estado.

-Muchas gracias señorita, muchas gracias joven- dijo el señor mientras les daba un apretón de manos, la azabache sonreía alegremente mientras el castaño se limitaba a estar en total seriedad...

-Ustedes dos hacen una linda pareja, espero que su noviazgo dure mucho tiempo, así como nosotros- Dijo la señora mientras les alcanzaba algo de tomar

-¿N-Novios?- Dijeron los dos al unísono mientras se sonrojaban  e intercambiaban miradas nerviosas entre ambos.

-¿A dónde se dirigen? Nosotros vamos a Tokio, si su destino está por ese camino, podemos llevarlos- dijo amablemente el señor y la azabache tosió un poco para tomar la compostura -Muchas gracias, sería de mucha ayuda si nos dieran un jalón-

Luego de tomar aquellas bebidas, los dos ancianos subieron a la parte delantera de aquel vehículo y la azabache junto al castaño subieron a la parte de atrás de aquel pickup, el viento empezaba a sentirse en sus rostros y ya con destino a lo que parecía ser Tokio, esperaban encontrar a sus compañeros que se habían terminado perdiendo en algún lugar de aquella realidad...

Continuará