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Reyes de Oro y Plata, en palabras de su padre, fue su obra más importante.

Elio no recuerda mucho de la historia, quizá porque hace más de un año la leyó completa y después empezó a ignorarla, admirando las primeras páginas y regresándolo a su cajón de siempre, sin darle más pensamiento que el necesario. La guía era donde todo el tiempo se detenía, con las manos temblándole cuando recordaba las últimas palabras que le dijo a su padre.

Pero eso no le sirve en este momento, así que trata de exprimir cualquier memoria referente al libro.

Sak Eclipsis es el héroe de la historia, con una personalidad tan carismática y brillante, atrayente de la gente donde sea que pasara. Fue fácil para él llegar a la Corte, después de muchos años viviendo en un orfanato de Onamuhs (personas sin esencia) al ser abandonado por su madre —la Reina Safira—, y ganarse a los nobles. Pero, lo que muchos no sabían, ni el mismo Rey Érebo, el villano y padre del protagonista, es que él regresó por venganza hacia la gente que los nobles esencialistas habían hecho daño, entre ellos, un pobre esencialista de diecisiete años asesinado por su familia: Amaris. Elio no recuerda cómo es que sabe de su existencia, pero sí que es una de las razones por las que decide tomar su puesto como Príncipe de Oro, y luchar por ser el heredero del Trono de Eclipse, aunque no fuera cosa fácil, ya que su medio hermano, el Príncipe de Plata, Kairan Eclipsis, lleva años y años endulzándole el oído a los nobles y el Rey. Sin embargo, Kairan nunca fue popular en el Palacio Espilce (academia de esencialistas), por lo que fue fácil para Sak ganarse a la generación joven de nobles. Tenía ideales que no eran aceptables para los esencialistas mayores, creyendo que los onamuhs deberían ser tratados como iguales y no como esclavos. Sak sabía que tenía más posibilidad de cambiar a la generación más joven y que éstos lucharan a su lado.

Elio sabe que alguien importante muere, pero no recuerda muy bien. No le causó mucho impactó, o tal vez el personaje era insufrible.

Tampoco tiene memoria de los gemelos Víbora, salvo sus muertes en manos de Sak, después de haber confesado sus crímenes, lo que dio hincapié a que la Casa Víbora fuera borrada de la existencia. Ellos eran los únicos que nunca le dieron la espalda a su madre, la Señora Víbora.

Definitivamente debió de haberle dado una lectura más a ese libro. Se reprocha lo cobarde que es, por no haber reunido el coraje para enfrentarse a esos recuerdos.

Entonces, ahora, sentado en la cama, sin más movilidad que sus brazos, tiene de frente a Calixto Víbora de carne y hueso, a quien le brillan los ojos de un terrorífico dorado, casi tan letales como sus palabras, y Elio no tiene idea de qué diablos hará para sobrevivir.

—Traicionaste a la familia. Un Plata, en una Casa bendita por el Oro y el Dios Solaris. ¿Te das cuenta de lo que esto significa, Amaris? —A Elio le resuena cada palabra como trueno en su mente, sin saber qué hacer al respecto. Calixto se cruza de brazos, una mirada llena de desdén y una mueca de disgusto atormentando sus facciones, no pasa mucho tiempo para que se encoja en su lugar, sobándose sus costillas con dolor—. ¡Ow! ¡¿Por qué solaris hiciste eso, Mikael?!

Mikael le da otro codazo en el mismo lado para acallarlo, lanzándole una mirada severa. Elio nota cómo algo brilla en su oreja izquierda, perdiéndose entre su cabello castaño oscuro.

Oh.

—La decisión no ha sido tomada, Calixto, así que cierra la boca. Decir más es deber de Madre. Te estás precipitando, como siempre —lo regaña, entre labios apretados y ojos fríos que no dan otra emoción más que irritación.

Tiene más sentido por qué Mikael es el heredero de la Casa Víbora, al notar el arete de oro que cuelga y tintinea contra su rostro en forma de una víbora. Es la manera en la que los nobles esencialistas dan a conocer a sus herederos, aunque a la hora de elegirlos no es algo tan simple como ser el hijo o hija mayor, sino por quién lucha y tiene un desempeño mejor en la Academia Espilce. El más fuerte e inteligente es quien tiene el derecho a utilizar el arete que representa su Casa, son el ejemplo y la dicha de sus padres y Señores. Rara es la vez que una mujer cumple todos los requisitos, por eso es impresionante que Aurora haya llegado tan lejos con la Casa Víbora y sea alguien tan valiosa en la Corte de Eclipse.

Reyes de Oro y Plata | Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora