Capítulo 01: Electricidad

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Por las ventanas del aula se podían observar pequeñas gotas caer sobre todo el patio principal de la escuela Karasuno. Llevaba más de una hora lloviendo sin parar y eso significaba un buen clima para un entrenamiento matutino, el equipo de voleibol masculino se encontraba en el gimnasio principal calentando un poco antes de recibir al equipo femenino.

Durante los inicios del primer año tanto el equipo masculino como el equipo femenino habían recibido buenos candidatos para el grupo titular de este año. Kageyama Tobio, Hinata Shoyo, Yamaguchi Tadashi y Tsukishima representaban un gran aumento en el nivel del equipo; pues luego de un par de pruebas hechas por Ukai, quedaba en evidencia cada una de las habilidades que poseían.

Sin embargo, no eran los únicos, se mencionaban de buenas nuevas integrantes del equipo femenino. Tanto así que se escuchaban comentarios acerca de la similitud entre ambos grupos. Las voces y rumores siempre se dirigían a la pequeña castaña de apenas metro sesenta, a la cual apodaban "La bloqueadora central perfecta"; título que le había sido otorgado con solamente dos partidos de práctica con escuelas locales. Sus habilidades, según estudiantes, eran increíbles.

Los chicos murmuraban entre ellos comentarios acerca de posibles formas de ataque, algunos otros chismoseando acerca de aquella chica que había ganado popularidad por su título. Aunque también era hermosa, según demasiados estudiantes.

¿Creen que también venga... "La chica"? — Preguntó el pequeño libero con una expresión de disimulada emoción. No era inusual que los rumores llegaran hasta oídos del equipo, en especial del impaciente Nishinoya. — ¡Dicen que es tan hermosa como su forma de jugar, sus habilidades deben de ser extraordinarias!

¡He escuchado de ella en mi aula, estoy emocionado por jugar con ella! — Exclamó el pelinaranja, Hinata.

No creo que sean tan buenas como dicen —Respondió Kei sin interés, mirando a los demás con aburrimiento como si estuviese en ese lugar por obligación.

Aunque ellas sean chicas y su nivel físico dependa de su complexión, Kei... — Interrumpió Daichi, el líder del equipo. Acompañado de Ukai que simplemente se limitaba a revisar su reloj y algunas hojas llenas de pequeñas notas que el mismo había hecho luego de observar el entrenamiento del equipo femenino. — Son muy buenas. No las subestimen y presten atención a todos sus movimientos. 

...

El reloj en la muñeca de la joven indicaba que faltaban menos de 15 minutos para la hora acordada del entrenamiento con el grupo masculino; Lucy, la capitana del equipo movía su pie impaciente por la no llegada de su mejor bloqueadora. Todas las demás miembros se encontraban esperando pacientemente por su compañera, sin embargo, esta no daba señales de vida. Lucy suspiró con pesadez y miró a la pelinegra de lentes.

Dónde... —Inicio masajeando su cien, intentando no perder los estribos. — ¿Dónde está Ren? — Volvió a preguntar con la sonrisa más forzada que pudo lograr.

No contesta el teléfono, probablemente se quedó dormida —Respondió la pelinegra, Suki.

Mirando al cielo y prometiendo a dios que no la materia si llegaba a tiempo, continuó caminando mientras les indicaba a las demás que hicieran lo mismo. 

Todo el equipo entró al gimnasio principal donde usualmente entrenaban los del equipo masculino, rápidamente los murmullos entre ambos grupos no se hicieron esperar. Ellas eran pequeñas, ellos altos ¿Cómo podrían estar al mismo nivel?

...

Como si fuese un rayo, la castaña corrió por los pasillos para poder llegar hasta el gimnasio principal donde su ponía debía estar hace media hora. Se regañó a sí misma por desvelarse jugando videojuegos, pero ese nivel extra-dificultad no iba a pasarse solo. Chocó con algunos estudiantes y se disculpó a medias, en su mente solo podía reproducir todos los posibles castigos físicos que le darían por este retraso. 

Tendría que limpiar el gimnasio luego del entrenamiento. 

Mierda...mierda, van a asesinarme —Suspiró. Con suerte y solo tendría que limpiar luego de la práctica. 

A pesar de llevar el uniforme común, con esa fea falda que detestaba ponerse todos los lunes, podía moverse con libertad. Abrió una de las ventanas que daban al patio y sin pensarlo mucho brinco por ella. Casi muriendo del agotamiento, abrió las puertas del gimnasio, llamando la atención de todos en el lugar. El chico rubio de lentes, que si sus cálculos no fallaban media 1.80, la miró y ella, sin intención alguna, lo miró.

Es sentimiento de electricidad que tienes al ver a alguien por primera vez, esa extraña sensación de que han estado ahí antes. Raro, pensó ella. 

 El entrenamiento se pausó tan pronto ella entró, para ser la primera vez compitiendo con un equipo masculino no iba nada mal. Ren saludó a sus compañeras que tenían un poco de sudor en el rostro, estas le devolvieron el saludo y en seguida, el tiempo fuera se anunció. El equipo rodeo a la fémina que solo podía disculparse de rodillas con su líder por el retardo.

Ten piedad... —Susurró la castaña a la líder y por más que prometió al cielo no matarla, Lucy le sonrió. Una clara señal de que limpiaría el gimnasio y aparte, haría entrenamiento extra.

El rubio no pudo evitar mirar hacia el grupo de chicas, pero principalmente a la castaña de apenas metro sesenta que estaba en el medio. En su mente se cuestionó acerca de si ella era la famosa bloqueadora central, no le tomo mucha importancia, al fin y al cabo, casi la mayoría eran altos, ¿Qué podría hacer una chica de un poco más de metro y medio?

Tsukishima dejó ver una ligera sonrisa burlona y se acomodó los lentes. Apenas levantó la mirada, sus ojos se encontraron con los de aquella castaña que lo miraba atentamente; un leve escalofrió recorrió la espalda de Kei, haciendo que desviara la mirada. Rara, pensó él.

Parece que esa chica ha puesto el ojo en ti, Tsukishima —Murmuró Tanaka con una expresión divertida, haciendo lo posible por no reír ante la cara de asco dada en respuesta por el más alto.

— ¿Qué problema podría darme alguien como ella? —Respondió con sarcasmo. 

...

Bloqueado...—Deletreo la castaña aún en el aire luego de bloquear un posible remate del rubio. Este la miro con ligero asombro antes de fruncir el ceño. Esto era estúpido.

Minutos antes, el disgusto de la mirada atenta de aquella extraña chica se sumaba con la molesta coincidencia de que ambos compartían el mismo número de camiseta en sus respectivos equipos. Se habia colocado en posición dentro de la cancha, pero era extraño e incluso llamativo para todos los del equipo contrario, lucia poco emocionada y tranquila. No parecía alguien que llamara la atención. 

No fue hasta que el sonido del balón golpeando contra el suelo sacó a todos de su transe, la castaña de apenas metro sesenta habia saltado lo suficiente como para bloquear el remate del rubio. Una ligera sonrisa se formó en el rostro de Ren, una sonrisa que generaría tanta confusión y frustración para el más alto. Kei cayó mal posicionado y tropezó un poco.

 Ukai pidió un tiempo fuera y mientras todos hablaban del grandioso salto, el rubio solo pudo mirar a la más pequeña con el ceño fruncido. Era un hecho sorprendente el bloqueo perfecto de la chica, pero para Kei era más sorprendente la chispa de electricidad que sintió al ver su mirada determinada por una fracción de segundo junto a esa sonrisa burlona. 


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                    Les dije que la reescribiría. Espero les guste. En realidad, los capítulos van a ser más largos, habrá más personajes y mucho más drama. ¿Qué es la vida sin drama? 

—Tzuy


19 𝖣𝖺𝗒𝗌 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora