El campamento había finalizado; la mayoría de los estudiantes se encontraban guardando cosas faltantes en sus respectivas maletas, los entrenamientos lograron una buena conexión entre distintos estudiantes incluyendo a la bloqueadora y al colocador del Nekoma.
- Kenma saldrá un nuevo videojuego este fin de semana, al costado de la tienda venden almohadas cómodas, ¿quieres acompañarme? - Preguntó la castaña sacando su celular de su bolsillo.
- Uhm, claro, ¿quieres mi número? - La contraria asintió dándole el celular para anotar su número.
Luego de intercambiar números, la escuela Karasuno se dispuso a despedirse de las demás escuelas para después subir a sus autobuses. Un autobús mixto para el Karasuno hizo que la bloqueadora decidiera si sentarse con el pelirubio o irse con alguna otra persona.
Para su mala suerte, Hinata se encontraba hablando emocionadamente con Kageyama mientras que su amiga había robado -literalmente- a Yamaguchi, por un momento pensó en Suzuki pero la misma se encontraba sentada al lado de la estrella del Karasuno.
La entrenadora subió indicándole que debía sentarse para poder irse, aún con duda se acercó hasta Tsukishima. No era que le molestara el bloqueador pero particularmente el le generaba ciertas emociones desconocidas que le hacían dudar un poco de si misma.
- Eres buena haciendo amigos - Murmuró el rubio colocandose los audífonos con el fin de ignorarla.
- Parece un pudín, es amable..
El camino fue tranquilo, extrañamente la bloqueadora no se quedó dormida y al contrario de las anteriores veces se veía muy pensativa al respecto. Kei la miro por unos segundos dudando sobre lo que haría; por primera vez el había olvidado sus audífonos de orejera, usando solamente unos comunes.
Procedió a quitarse uno de ellos y colocarlo en la oreja de la castaña, no la miro ni dijo nada al respecto solamente recargo su cara en su brazo colocado en la ventana mirando la nada. Extrañada lo miro, sin esperar alguna respuesta sonrió inconscientemente.
- Tu música... Es agradable - Comentó.
La dulce melodía que sonaba hacia que le fuera imposible no quedarse dormida, como era costumbre recargo su cabeza en el ancho hombro del Rubio sin decir nada, quedándose finalmente dormida.
- Aveces...no eres tan...desagradable - Susurró Kei.
.
El aire fresco de la mañana podía sentirse, aunque el ambiente era algo extraño. Los estudiantes murmuraban e intercambiaban mensajes en secreto, la castaña llegó como de costumbre hasta su respectivo casillero para cambiar su calzado.
Decidiendo ignorar algunas vistas que le eran proporcionadas por sus compañeros abrió su casillero dejando caer distintas cartas de envolturas rosadas.
- ¿Qué demonios?...
El campamento de entrenamiento había sido grabado y mostrado a los demás alumnos, inconscientemente la bloqueadora se encontraba en los celulares de todos logrando así una popularidad inesperada.
- ¡_______-san eres increíble! ¡Sigue jugando siempre, iremos a verte en las competencias! - La castaña sonrió agradeciendo con visible confusión.
- Gracias... - Se agachó a recojer las cartas que anteriormente dejó caer de su casillero, una de ellas fue levantada por el chico de pecas lindas.
- Parece una declaración de amor, _____-san - La sonrisa tímida de Yamaguchi hizo que ella mirara todas las cartas en mano.
Efectivamente eran declaraciones de amor y algunas simplemente halagos realmente lindos pero intensos. Miro las cartas con algo de vergüenza e incomodidad, era claro que llamar la atención no estaba en sus planes y tampoco era muy cómodo.
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19 𝖣𝖺𝗒𝗌 ©
Storie d'amore« 𝖣𝗂𝖾𝗌𝖼𝗂𝗇𝗎𝖾𝗏𝖾 𝖽𝗂𝖺𝗌 𝖿𝗎𝖾𝗋𝗈𝗇 𝗌𝗎𝖿𝗂𝖼𝗂𝖾𝗇𝗍𝖾𝗌 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝖳𝗌𝗎𝗄𝗂𝗌𝗁𝗂𝗆𝖺 𝖪𝖾𝗂 𝖼𝗈𝗆𝖾𝗇𝗓𝖺𝗋𝖺 𝖺 𝖺𝗌𝗂𝗆𝗂𝗅𝖺𝗋 𝗊𝗎𝖾 𝖺𝗊𝗎𝖾𝗅𝗅𝖺 𝗒 𝗋𝖾𝗅𝖺𝗃𝖺𝖽𝖺 𝖼𝗁𝗂𝖼𝖺 𝖺𝖼𝖾𝗅𝖾𝗋𝖺𝖻𝖺 𝗌𝗎 𝖼𝗈𝗋𝖺𝗓𝗈𝗇. » •...
