Primer día de clases, 7: 50 a. m
En la transitada ciudad de Tokio una chica albina corría como si su vida dependiera de ello, aunque en realidad dependía.
«Ruego por no llegar tarde, ¡no otra vez!» se repetía y sus ruegos debían ser escuchados, por lo menos, por una deidad.
Cuando divisó la gran edificación entre las casas, corrió sin mirar a nada más, solo a la academia que tenía en frente. Sus ojos reflejaban alivio y felicidad, sus labios tenían una sonrisa de agradecimiento y sus manos estaban alzadas, como si le hubieran dado la mejor noticia de su vida o hubiera ganado la lotería.
¡YEY, YE-
¡BAM! Un estridente sonido confundió a Yashiro, levanto su mirada rubí de la fría acera, en donde estaba tirada como si le hubieran pasado mil camiones y no una pequeña bicicleta, y chocó con unos ojos ambarinos llenos de preocupación y culpabilidad.
«¡Que ojos tan lindos, no, son preciosos!» sus pensamientos solo estaban en los peculiares ojos del desconocido, el cual estaba ayudándole a levantar. Yashiro se sonrojó por sus pensamientos y recibió la ayuda del contrario; calmando sus ideas locas decidió tranquilizar al manojo de nervios que tenía adelante que no paraba de decir balbuceos incoherentes.
— Uhm, ¡lo siento!... Yo no te vi... uh, perdón,...Oh, ¿estás bien?— los balbuceos de él llenaban de una ternura inusitada a la albina. Sonrió y asintió a modo de respuesta, un suspiro escapó de él.
—¡Qué bien! Pero, en serio, no quise... Perdón— Y seguía, seguía pidiendo perdón, yashiro rio y decidió darle una palmada en el hombro.
—Tranquilo. No te preocupes, también es culpa mía— volvió a sonreír y él sintió que su corazón saldría de su pecho.
«Que sonrisa tan cautivadora», pensó el de mirada ámbar, embobado.
—Por cierto, ¿cómo te llamas?— preguntó cambiando de tema, lo inspección furtivamente; peli-negro, unos hermosos ojos ámbar, y, aunque sus ojos le habían llamado mucho la atención, la vestimenta de aquél chico se llevó toda su atención.
«¿Es ese el uniforme de la academia?» se preguntó, intentando recordarlo. «Sí, es ese. Entonces, él es mi... ¡futuro alumno!» La emoción en Yashiro era palpable.
—Amane, Yugi Amane— dijo con una sonrisa tímida—. Uhm, ya debo irme, adiós. Y espero no sea nada grave.
El chico se despidió no sin antes mandarle una mirada de preocupación a sus rodillas lastimadas, las cuales ella quitó importancia. No fue hasta que él desapareció entre la manada de adolescentes, que extrañadamente no había visto, que recordó que también debía de apurarse.
Yashiro Nene
Me dirijo a la sala de profesores con una sonrisa, saludo a los alumnos y maestros que veo, hasta que... Me pierdo.
—No puede ser... ¿A quién rayos se le ocurre cambiar la sala? O, mejor dicho, olvidarse dónde estaba.— refunfuño en voz alta.
Bufo y decido continuar, tal vez alguien me pueda ayudar.
[...]
30 malditos minutos llevó perdida. ¿Pero dónde me he metido? Bah, es una pérdida de tiempo seguir así. Mejor me regresó. Giro sobre mis talones dispuesta a salir de los pasillos desolados y tenebrosos de, lo que parece, una parte abandonada de la academia.
Hasta que veo una escena que me deja sin habla, mis ojos se abren como platos y me quedo sin saliva. ¿Ése no es Amane-kun?
¡Dios, sí es Amane-kun!
[...]
—¡Yako-san! ¡Yako-san por favor, ayúdame! ¡Ayuda!—. chilló con desesperación, ahí estaba, cargando a Amane-kun hasta la enfermería. Aunque Amane-kun no pesa mucho, sonrió por el pensamiento pero la preocupación me sigue carcomiendo.
—¿¡Qué pasa niña!? ¿¡Por qué gritas tanto!?—dijo Yako, una mujer hermosa de finos rasgos gatunos; sus increíbles ojos verdes me taladrean con molestia, hasta que su mirada cayó en mi acompañante—. ¿Qué le pasó?
—Suspiro. —Lo estaban golpeando, ya me encargaré de los abusadores pero... ¿Me ayudas con él?
Yako asintió y me ayudó a cargarlo; pusimos a Amane-kun suavemente en una camilla, mientras Yako iba por el botiquín.
—N°7 que honor verlo... Otra vez— dijo cuando regresó con un botiquín en las manos, se sentó y comenzó a revisarlo. No comprendo, ¿a qué se refiere?—.¿Por qué no me sorprende verte, eh?
¿Otra vez? ¿N°7? ¿A qué se refiere Yako-san con todo eso? Puede que esta visita a la enfermería no sea la primera, es obvio...
Pero, ¿N°7? ¿No es Yugi Amane? No puedo aguantar la curiosidad...—Eh, Yako-san... ¿Él no es Aman... Yugi-kun?—tartamudeo, se supone que debo ser profesional.
—Oh, sí, es él—responde, parece pensar en que decir a continuación y, luego de minutos en silencio, responde—. Pero lo llamamos así por su fama...
¿Por su fama? ¿Lo llaman? ¿Quiénes y por qué?
Quiero saber, quiero respuestas. Mi lado racional me dice que es muy pronto y que mejor investigué con calma, pero mi lado curioso quiere saber todo.
—¿A qué se refiere con...
—¿Puedes llamar a la araña y decirle que venga?—me interrumpe Yako– san desesperada y, ya muy tarde, me doy cuenta de que esta incómoda y no quiere una indiscreta interrogación—. Esta en la sala de profesores.
—De acuerdo...—cedo también incómoda. Yako-san no me mira y sé qué debo escapar ya.
Salgo de la enfermería pensando en lo indiscreta que soy, pero, aún así, las preguntas sobre Amane-kun me siguen llenando la cabeza. Paró en seco. ¡Lo olvidé! Vuelvo corriendo hasta la enfermería, llegó casi sin resuello, y tengo que apoyar las manos en mis rodillas para no desparramarme en el piso por el cansancio, tomo una gran bocanada de aire antes de preguntarme ¿por qué soy tan distraída? Bueno eso es para mí, la pregunta que sale de mi boca para Yako-san hace que me planteé ponerme un rastreador por si me pierdo y no puedo regresar.
—¿Dónde está la sala de profesores?...— susurro con timidez y por la falta de aire.
Yako me mira enarcando una ceja y resopla—Esta doblando este pasillo, la segunda puerta.— Asiento y salgo volando de ahí.
_______________ ^<^_________________
¡Hola! Soy ¿erika? Creo. Bueno, esta historia es mi primer falló por lo que hay muchas cosas sin sentido y faltas ortográficas que voy a corregir más adelante, aunque también pueden ayudarme diciéndome :).
La historia será narrada según me venga en gana, así que no estoy segura. Sobre las personalidades...hay cambios. Según yo, Yashiro aquí será más "madura" y Amane, bueno, me basare en el manga (como era antes) :^ Y no hay separadores porque soy pobre y muy mala editora, aunque voy a aprender, la portada de la historia también está en proceso :b
Sin más que decir, por el momento, me voy a llorar por los spoilers del capítulo 78.
Besos y abrazos desinfectados,
Erika C. (me siento una escritora haciendo esto así que lo haré xd)
ESTÁS LEYENDO
Eres... ¿Mi Daikon-Sensei?
Fanfiction"¡No podemos estar juntos! Va contras las reglas" "Y las reglas se hicieron para romperse " Yashiro Nene es una joven dulce y amable que entra a trabajar en una academia, la academia Kamome. Ella, siendo una maestra, decide ayudar a su alumno, uno...