PROLOGO

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Para los que sueñan con cambiar su realidad por fantasías.

Para los que sueñan con cambiar su realidad por fantasías

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PROLOGO

Era una noche helada y tormentosa, los árboles se estremecían agitándose ferozmente acompañados por los estruendos de la lluvia que golpeteaba fuerte al caer. El cielo se iluminaba siendo constante con los rayos y truenos que asustaban a los animales obligándolos a esconderse.

La ciudad dormía ya acostumbrada al mal clima de Londres, Inglaterra. Aunque muchos se encontraban confundidos; la temporada de lluvias había pasado, pero el clima no mostraba señales de querer cambiar. Cada día se vivía peor y las personas se encontraban fastidiadas por ver muchos de sus planes obstruidos por el feroz clima.

Él caminaba tranquilamente casi como si para él fuera un día soleado y recorriera un campo de flores. Sus pisadas eran ofuscadas por el sonido de la lluvia. Una sonrisa maliciosa, casi malévola, se enmarcaba en su rostro, el brillo rojizo en sus ojos lo delataba. Era como ver a un depredador ir por su presa.

Resultaba atractivo bajo su prolijo traje que no se desordenaba ni por el agua que escurría de él. Era de piel bronceada, tenia un cuerpo de gimnasio y su cabello bañado por la lluvia le cubría la frente dejando por debajo sus ojos negros que por momentos centellaban en rojo.

Avanzaba con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón mientras fijaba su vista en la muy conocida trampilla oculta bajo un par de hojas y tierra. El bosque contribuía a darle un aspecto terrorífico. Relamió sus labios, ansioso.

No tuvo que hacer ningún movimiento. La trampilla se había abierto sola como si fuera cosa de magia, pero a él no le impresionó, pareció, de hecho, acostumbrado.

No esperó ninguna bienvenida, saltó dentro de ese conocido lugar. Apartado de la lluvia pudo acomodar su cabello hacia atrás con una mano. El pasillo de piedra yacía oscuro y frio. De un momento a otro surgieron llamaradas en cada antorcha y él dio inicio a su marcha.

Ya no había más ruidos, el único sonido circulante era el de sus propios zapatos contra el piso y el eco que resonaba conforme avanzaba. Sus labios formaron una sonrisa orgullosa cuanto el primer grito se hizo oír. Sabia que era causante de ello y le fascinaba.

Dobló y la puerta se abrió.

El hedor era nefasto, una combinación desagradable entre: vómito, orina, heces, sudor y sangre.

—¿Me extrañaron?

Su voz salió en apenas un leve susurro estremecedor, pero fue suficiente para que todos detuvieran sus gritos desesperados y lloriqueos de dolor. Temblaban incontroladamente clavándose las uñas en la carne.

Él rio. —Tan patéticos y asquerosos... Será mejor que empecemos, hoy tengo muchas ganas de jugar.

Recorrió con la mirada el pasillo repleto de celdas y caminó a la más cercana. Otra vez la puerta se abrió ante él como si supiera cuál sería su orden. Todos los que estaban dentro golpearon estrepitosamente el suelo con sus cabezas, de rodillas, dando una impactante reverencia.

La ropa la tenían hecha jirones, encadenados por los tobillos con grilletes en las paredes. Había señales de tortura recientes y sus heridas se habían infectado lo que causaba que desprendieran un terrible olor. Estaban por los huesos, daban aspecto de no haber probado bocado en años.

—Veo que tienen un poco de educación. —Arqueó una ceja, escéptico. —Me encuentro de buen humor podría incluso mandar a que llenen cuencos con agua para ustedes. Pórtense bien y quizá me hagan sentir benévolo.

Sintieron anhelo, no lo vieron a los ojos, se inclinaron más, mostrándose sumisos. Mujeres y hombres temblaban estando a la expectativa de lo que venía. Se postraron ante él, aunque sus cabezas fueran pisadas por el peso del poder.

La noche se bañó de sangre, otra vez. Él disfrutó cada chillido de sufrimiento, deleitó sus sentidos con la desesperación que flotaba en el aire y no dio fin hasta que se aburrió. Pensó que tal vez podría calmar la sed de sus prisioneros, pero de repente se sintió rabioso, ¿Por qué debería satisfacerles? Que mala broma.

Pasó la lengua por el camino de sus labios, borrando el rastro de sangre de ellos.

Salió de los calabozos con una nueva determinación y con sus pensamientos hizo temblar al mundo. Otro par de rayos iluminaron el oscuro cielo, los truenos rompieron en estruendos y él se sintió mejor. Tenía planes armándose a gran velocidad en su mente ocasionando una de las más macabras sonrisas en su cara.

—Pronto lo que nos fue robado regresará a mis manos y nadie se salvará del castigo.

Pensó también que ya no había obstáculos que lo detuvieran. No iba a ser como antes, ya no, esta vez voltearía el juego a su favor.

 No iba a ser como antes, ya no, esta vez voltearía el juego a su favor

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Holaaaaa de nuevo, besos en el poto.

¿Les gustó el nuevo prólogo? 

¿Quién creen que sea este wey?

Sinceramente estuve dándole vueltas y vueltas hasta que por fin me convenció. Está cortito, pero ps es el prólogo. No se les olvide votar y comentar, ayudan mucho con ese apoyo.

Es la primera probadita de el nuevo Fairy y esperamos que les guste más. Las tkm.

NathKmi.

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