Quería pegarle a alguien. Así de simple, quería golpear a alguien desde que aquel dolor tan insufrible se había instalado en su pecho.
Bueno, técnicamente eso es mentira, el dolor ya estaba ahí desde hace un tiempo, pero se intensificó de una manera insoportable después de que eso pasara.¡Lo peor es que no tenía idea de porqué, y eso le estaba hartando!
Había tratado de apagarlo de distintas formas:Se había emborrachado hasta caer inconsciente, había destrozado y dejado en ruinas él solo algunos de los pueblos que se habían metido con ellos aunque sea de forma indirecta o que habían tratado de engañarles, había asesinado personas, e incluso le había hecho caso a Giolla y había intentado expresar aquello pintando un cuadro(Eso último había acabado muy mal, además de hacerse una nota mental de no volver a hacer caso a ese tipo de consejos que le diera la mujer)
Ahora mismo había vuelto a tratar de embriagarse, ya que mientras bebía esa sensación era sustituida por una más agradable, aunque luego siempre acababa volviendo con fuerza.
Tomó otra botella y la vació de golpe, aunque se encontraba tan mareado que prácticamente la mitad de la bebida acabó en el suelo¿Cuántas botellas llevaba?No lo sabía, había perdido la cuenta en siete, pero la cantidad de envases vacíos le indicaban que había pasado por mucho esa cifra.Dios, le dolía horriblemente la cabeza, seguramente se hubiera quedado dormido en algún momento sin darse cuenta y la resaca le había invadido después.No debió de haber soñado nada lo cual agradecía internamente, ya que eso era mejor que las pesadillas sobre su pasado que tenía bastante a menudo.
Fue a beber otra pero cuando extendió la mano se dio cuenta de que ya no quedaban.Se molestó y de tan solo un movimiento del brazo acompañado con un pequeño grito de frustración, todas las botellas vacías fueron barridas de la mesa en la que estaban y cayeron al suelo, rompiéndose con gran estruendo. Le retumbó la cabeza ante eso.
Fue a buscar algo para la resaca que tenía encima, todos habían ido en una misión y regresarían dentro de varias horas por lo que no se molestó en aparentar que estaba físicamente bien y se dejó apoyar en las paredes para ayudarse a llegar adonde tenían todo lo relacionado con la medicina¿Cómo se llamaba?Madre mía, sí que había bebido esta vez.
Llegó y abrió un cajón con pastillas adentro.Encontró el botecillo que buscaba y se echó un puñado a la boca sin importarle los efectos secundarios que podía causarle aquello.
Ahora mejor, se fue al salón o la sala común y se tumbó en uno de los sillones para esperar a que las pastillas terminaran de hacer efecto. Aprovechando que estaba solo, se quitó las gafas que siempre llevaba puestas y cerró los ojos para pellizcarse el puente de la nariz.Lo recordaba: comenzó a llevar gafas de sol desde muy pequeño, cuando escuchó que los ojos eran como una ventana al alma.Los únicos que se los habían llegado a ver eran...
Se sentó de golpe, respirando con dificultad.El dolor había conseguido desaparecer pero otra vez había vuelto, presionando sobre él como si de una prensa hidráulica se tratase. Pegó un puñetazo sobre la mesa enfrente del sofá donde se encontraba, haciéndola añicos y abriéndose pequeñas heridas en sus nudillos las cuales comenzaron a sangrar.No le importaba lo más mínimo aquello.
Se agarró el pecho con la otra mano, apretando y rasguñando su piel la cual también comenzó a sangrar rápidamente.Viendo que no cesaba, se volvió a poner las gafas y se levantó, dispuesto a volver a quedarse inconsciente con el vino.
Se encaminó a la bodega, supuso que en algún momento antes se debió de haber abierto la camisa por el calor que le daba al embriagarse. Comenzó a sentir también el dolor de las heridas recién hechas el cual le parecía algo minúsculo y soltó una pequeña risa.Le resultaba gracioso como él parecía ser el único que podía hacer heridas en su cuerpo fácilmente, cosa que pocos seres inferiores habían logrado hacerle. No era masoquista, el dolor le dolía de verdad, pero le parecía divertido el como aquello tan solo demostraba que era un ser superior a los demás.
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"Te extraño cada segundo de mi vida" Trafalgar Law
FanfictionHabían pasado 15 años desde la muerte de Donquixote Rosinante.Después de tanto tiempo, Law por fin había descubierto donde se encontraba la tumba de aquel que consideraba su padre, y aunque no se siente preparado para hacerlo, decide ir a visitarle...