Aitana
Apenas abrí los ojos ya lo sentía, esas mariposas que revoloteaban en mi barriga y al mismo tiempo me recordaban que en menos de 45 minutos empezaría mi primer día de clase en un nuevo instituto. Ser nueva en la ciudad y comenzar mi último curso en este pueblo, Golden Hill, no era nada fácil y menos si estaba sola.
Me levanté rápido a desayunar las tostadas con miel de cada mañana y mi taza de leche fría, no tenía prisa puesto que el día anterior lo había dejado todo preparado, incluido el outfit, cualquier adolescente sabría que la ropa del primer día es muy importante. Subí a mi habitación, ya tan solo me quedaban 25 minutos para vestirme y llegar con tiempo para encontrar mi aula. Opté por unos vaqueros anchos y una sudadera además del moño con los dos mechones delanteros sueltos...
Cogí la mochila en la que había metido una libreta y no más que un boli, las llaves y algo de suelto por si me tuviera que comprar algo.
Al vivir en un pueblo tan pequeño, casi todo el mundo se conocía y todos sabían las nuevas novedades que aparecían; yo era una novedad, me mudé aquí para vivir con mi tía Helen después de la muerte de mis padres, los dos fallecieron por un accidente de coche gracias a un conductor ebrio que no miró si el semáforo estaba en verde. Tan solo habían pasado 6 meses después de la tragedia y mi tía era la única que se ofreció a cuidar de mí, aunque ella no estuviera mucho en casa debido a sus turnos en el hospital.
Andando de camino hacia el instituto, observé como adolescentes se encontraban por las calles, se abrazaban alegremente después de un verano sin verse y reían mientras contaban sus anécdotas. Ya podía ver el instituto y a un montón de personas reunidas en la entrada, por cada paso que daba mis nervios se multiplicaban por mil. Pensé en preguntar en conserjería dónde quedaba mi clase y así ubicarme un poco, al entrar en lo primero que me fijé fue en el escándalo que tenían, había personas corriendo de un lado a otro y alguno que otro adolescente igual de perdido que yo. Me acerqué a conserjería en el que había un hombre dentro atendiendo a un chico aproximadamente de 1'80 de altura, probablemente sería de mi curso. Me quedé atrás esperando a que acabaran para poder preguntar en que clase me tocaba; cuando aquel chico acabó, se giró de manera que sin querer me golpeó con la mochila:
-Perdona, ¿Te hice daño?- Me miró con ojos preocupados mientras su boca mostraba un gesto de amabilidad.
-Mm no, no te preocupes -. Mis ojos no podían dejar de mirarle, realmente era un chico bastante atractivo, tenía los ojos azules y unas pecas colocadas ligeramente en las mejillas.
-Me llamo Miguel, Miguel Bernardeau-Amplió la sonrisa y achino más los ojos, luego extendió la mano para que le saludara.
-Yo soy Aitana, Aitana Ocaña-Le devolví el saludo dándole le mano, no dejábamos de mirarnos y nuestras manos no se soltaban, el momento ya se estaba volviendo algo incómodo.
-Encantado Aitana, ya nos veremos por aquí-. Me soltó la mano sin perder la sonrisa y se despidió con la mirada.
-Si claro, adiós-. Me quedé observando como se iba y una sonrisa en mi mente me decía que al menos ya hice un amigo.
Tras preguntarle al conserje donde estaba mi clase, conseguí guiarme bastante bien y llegué al aula 207, llegaba tarde. Peté a la puerta y miré al profesor que se situaba delante de la pizarra.
-Estupendo, pasa pasa, atención...- Los chicos que estaban hablando se callaron y pasé a ser el centro de todas las miradas.-Os presento a Aitana, acaba de mudarse a el pueblo y aún no conoce a nadie, así que espero que la recibáis bien y le enseñéis luego las instalaciones del instituto. Aitana puedes sentarte al lado de Ana, allí al fondo-. Le hice un gesto de gratitud y pasé a sentarme.
-Como ya sabéis, este es vuestro último curso en el instituto, algunos iréis por FP y otros harán la selectividad para la Universidad. Es un año muy complicado y muchos no soportan la exigencia de este curso, con lo que os recomiendo máxima precaución... Mi nombre es Manuel Guix, seré vuestro tutor y profesor de literatura, más o menos ya sé el expediente académico de cada uno y sé a quién voy a tener que apretar, ahora os dejo que habléis un rato sobre vuestro verano y así os conocéis-.
-Hola, me llamo Ana Guerra, si quieres luego te muestro el instituto y así no te pierdes-.Me di cuenta que quién me estaba hablando era la chica sentada a mi lado, tenía el pelo liso y unas gafas bastante adorables.
-Si claro, gracias-.Le sonreí y en mi mente, pasaba el pensamiento de que igual ya había conseguido una amiga. La clase se pasó bastante rápido entre bromas y anécdotas y ya me fui quedando con algún nombre: Roi, Cepeda(o así lo llamaban), Amaia, Mimi...
-Aitana ven, que te enseño el instituto- Dijo Ana que me esperaba en la puerta de la clase. Le seguí por el pasillo mientras todos los demás se iban hacia el recreo, entramos en varias clases como laboratorio, informática, departamento de francés...
-Ahora te enseñaré el gimnasio, luego si quieres te llevo a conocer a los demás, seguro que haces amigos rápido- Al entrar en el pabellón, se dividía en dos mitades: la primera mitad estaba diseñada para parecer un gimnasio, tenía maquinas, pesas...La segunda mitad está destinada a facilitar la práctica de distintos deportes y actividades de una clase de educación física, fue entonces cuando vi que alguien me saludaba desde el fondo del pabellón, enfoque la vista y me di cuenta de que él que me saludaba era Miguel, al que conocí apenas una hora en conserjería, le devolví el saludo con la mano y le sonreí amablemente.
-Acabas de llegar y ya tienes seguidores-.Vacilaba Ana mientras me golpeaba el hombro ligeramente.
-¿YO? Nono, lo conocí antes pero nada más-. Le dije a Ana mientras ya salíamos del pabellón para encontrarnos con los demás compañeros.
-Pues que sepas que Miguel es uno de los más solicitados por aquí, cortó hace poco una relación de un año y todas se le echan encima ahora, muchas pagarían por el saludo que él te acaba de hacer-. Me quedé pensando en lo que me dijo, además, yo no buscaba nada con nadie ahora y menos si todavía no conocía a mucha gente. Salimos al recreo y nos juntamos con un grupo de los de clase:
-Chicos, ya estamos aquí-. Dijo Ana, luego todos me miraron y me hicieron un gesto para que me sentara.
-Hola Aitana, yo me llamo Roi, vengo por un intercambio pero soy de Galicia y bueno este es nuestro grupo: Amaia, Alfred, Luis pero lo llamamos Cepeda y Agoney -. Me fueron saludando con la mirada mientras iba diciendo sus nombres y ya noté que este sería mi nuevo grupo de amigos.
- Oye, al empezar las clases un viernes, mañana vamos a hacer una fiesta de inicio de curso en la casa de Agoney a la que irá nuestra clase más alguna otra, puedes venirte y conocer a más gente-. Él que me hablaba era Cepeda, todos asintieron con la cabeza esperando mi respuesta:
-Si claro, gracias a todos de verdad-.
-Luego te meto en el grupo y ya me pasas la dirección-. Siguió Cepeda, me parecía un chico muy majo y supuse que me llevaría muy bien con él.
Las demás horas de clase me pasaron muy rápido y me contenté al saber que mi primer día estaba superado.
(Si te ha gustado este capítulo, lee los siguientes para saber con quién se cruza Aitana en la fiesta, que sucede con Cepeda y los próximos sucesos en esta Fanfiction) ATENTION!!
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Fanfic Aitana&Miguel Bernardeau 🔥
FanfictionEmpieza su último curso en un nuevo pueblo, Green Hills; amores, secretos, traiciones, adicción...¿Qué pasará con Aitana Ocaña? ............