capítulo 2: Rivalidad y canciones de radio.

2 0 0
                                    


Una palabra, siete letras, satisfacción indefinida.

Viernes.

Era el último día de la semana y Frank se preparaba mientras tarareaba la melodía proveniente de sus audífonos morados, a él le gusta el morado ¿de acuerdo? gracias.

—I wanna be youuuuu..— y no debería estar cantando con la boca llena de pasta dental porque la terminó escupiendo toda, excelente manera de empezar el día. Se limpió la boca y miró al espejo, no sabía la causa aquellas ojeras, había estado durmiendo de manera correcta, está bien él está mintiendo, pero había estado durmiendo bastante... decente.

―Agh― dijo a su reflejo para quitarse los audífonos y enjuagarse la cara, estaba listo para meterse a bañar, empezar el día de una buena manera y... no trajo su ropa.

Fantástico, pensó.

―Maldita sea― escuchó unos "shhh" que debían ser de su padre apunto de irse, apenas se podía despedir la mayoría de las veces pero no era importante. ―¡Lo siento!― terminó gritando y sólo escuchó una risa por parte de este. Debería ir a buscar su ropa, sí, eso debe hacer.

Se adentró en su cuarto, abriendo el clóset y sacando el uniforme para tirarlo a la cama, lo miró y notó varias cosas. La primera, realmente debería ordenar su habitación, lo segundo, que horrible uniforme tiene su escuela, ¿no pudieron pensar en algo más sencillo? preguntó con tono irónico en su cabeza. Y tercero, debía dejar de hacer listas en su cabeza y alistarse, tal vez también debería pedirle a Ronan que lo busque.

En realidad no tardó tanto, se ponía la camiseta mientras se veía en el espejo del baño y prepararse sería mucho más fácil sin sus malditos rizos los cuales tenía que cepillar o terminarían siendo una bola con la que se divirtiera un gato, Frank no quería eso, él apreciaba su horroroso y descontrolado cabello marrón. Ahora que lo piensa parece un león, "rawr" dijo fingiendo ser un feroz felino apunto de atacar frente al espejo, está bien, no tan feroz, él terminó pareciendo un gatito asustado.

―Dios, soy tan patético― dijo a su reflejo para seguidamente peinar su revoltoso cuero cabelludo, ¡bye bye, cabello esponjoso!, "nooo" menciona haciendo una voz aguda para pretender que su cabello está hablando, en verdad en ese momento no tuvo idea cómo había sobrevivido por dieciséis años.

Se colocó su saco negro, había estado haciendo frío, es decir, enero seguía siendo invierno, lo sabía, simplemente no lo tomó en serio. No le molestaba el invierno, el cielo estaba nublado y el viento hacía que cayeran algunas hojas decorando de acera de distintos verdes, no tanto como en otoño pero era agradable. Debería escuchar más a los meteorólogos, él rió, no, no debería, malditos meteorólogos.

Caminó a la cocina y tal como había pensado su padre ya no está, en su lugar vio una nota "me regalaron estos, tienes que probarlos :D!!!!!! -Papá",

¿Cuál es la obsesión de todos sus conocidos por utilizar estas caritas extremadamente felices y pasivo agresivas? esa es una pregunta seria. Quitó la pequeña nota y abrió el traste donde estaba esta, adentro se encontraban albóndigas, eso en definitiva era mejor que una manzana. Tomó una servilleta y una pluma, ¿por qué los papás siempre dejan plumas por doquier? esa es otra pregunta seria. Escribió "gracias ;)", él también puede utilizar una carita pasivo agresiva. Muy bien, Frank.

Su telefono sonó dentro de su bolsillo, miró de quien se trataba y contestó mientras metía su traste en la mochila negra, siempre había tenido varias cosas negras, el negro es un buen color. El verde también lo es, es de sus favoritos, en realidad una vez compró un... espera, se está desviando del tema. Él contestó la llamada.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 17, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Borrador (aún sin titulo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora