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Mi hermano sabía que mi padre era alcohólico, pero no sabía hasta qué punto ya que él se fue de casa a los 16 años y mi padre todavía tenía a mi madre. La situación en mi familia desde que mi hermano se fue, cambió para todos. A mi madre le diagnosticaron Cáncer de pulmón y murió, mi padre se metió al alcohol y a algunas drogas, yo siempre era de las que sacaban notas muy buenas y bajé las calificaciones. Mi padre no podía cuidar de mi porque me odiaba y no tenía buena salud, así que, era yo la que cuidaba de él y de toda la casa. Luego, me diagnosticaron depresión y tuve que afrontarlo yo sola con 12 años.

Ya hacían 4 años de eso y estaba acostumbrada, aunque seguía siendo difícil porque mi hermano no quería saber nada de nosotros.

La primera noche en la casa de mi hermano me arrepentí de todo lo que había hecho, de dejar solo a mi padre, aunque nunca me trató bien. John seguía sin responderme a los mensajes ni a las llamadas, así que, no me preocupé más y dejé ese tema de lado porque quería centrarme en lo que iba a ser de mí a partir de ahora.

A la mañana siguiente, me vestí y estuve preparando todo para trasladarme al hotel donde iba a estar la próxima semana. Gasté 50$ y me quedaban sólo 100$ ya que mi familia nunca estuvo en buenas condiciones económicas, pero había que seguir adelante.

Esas semanas estuve trabajando de niñera para la familia Davis y fue de los mejores días porque hacía tiempo que no me trataban bien y me sentía feliz.

Pero cuando pasó la semana tuve que mudarme a New York para poder estudiar y buscar un trabajo más decente, me despedí de los Davis y les agradecí todo.

En New York no me conocía nadie así que pude reconstruir mi vida y hacerla un poco más fácil o eso creía...

Me gané la beca a la universidad Fordham cuando vivía en Los Ángeles, tuve que aprovecharla al máximo y esforzarme para poder tener un buen trabajo.

La universidad era preciosa, tenía muchos árboles y flores que la hacían más bonita. Por dentro tenía un pasillo larguísimo que comunicaba con todas las clases y una azotea con cristaleras muy brillantes, ese sitio parecía un sueño.

Busqué un apartamento en el que quedarme todo el curso y encontré uno muy cerca de Fordham, elegí ese, era pequeño pero suficiente.

Me dieron la llave y cuando entré me encontré a un chico.

-¿Hola?, creo que te has confundido de habitación- Le dije al chico tímidamente.

-jaja, supongo que eres la nueva, compartimos habitación- Me respondió. 

 -ah vale, no me dijeron nada de un compañero de piso- le dije

 -acostúmbrate porque compartiremos piso todo el año, por cierto, soy Aiden-

 -Yo soy Kate, encantada-

 -¿Y a qué universidad vas?- le pregunté.

 -Voy a Fordham ¿y tú?- Respondió. 

 -Yo también voy allí, bueno supongo que te veré mucho- dije.  

Day After DayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora