Capítulo 2

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Historia Original de chanchanchan12











MEW

No pude evitar darle una
nalgada, que aunque fue suave, repiqueteó con un
fuerte sonido en la habitación.

-Me alegro que te hayas
despertado -le dije. -Me tengo que ir.

Fluke, más dormido que
interesado en mi situación,
asintió y se incorporó. Parecía estar intentando recordar dónde estaba y quién era yo.

-¿Cuánto tiempo estarás en la ciudad? -le pregunté.

-Creo que hasta que ocurra lo inevitable -respondió.

-Oh, cierto -lamenté haber
preguntado y lamenté no tener nada qué decir. -Bueno, si quieres repetir un día de éstos, puedes llamarme.

-Me gustaria -aceptó el
muchacho.

Cuando nos despedimos, quise darle un beso pero
gentilmente me rechazó.

-Tengo mal aliento -me
respondió. -No puedo besar a nadie hasta que no vaya a casa a cepillarme los dientes.

Acepté su excusa.

Intercambiamos números de
teléfonos y tomé un taxi hasta la Universidad.

La noche de sexo casual me
vino de lo mejor para lidiar
con la ansiedad de los jóvenes que debían rendir el examen recuperatorio. A un par de ellos, les tocaba la suerte de que si no lo aprobaban, los vería el año próximo recursando la materia.

Caminé por el pasillo para
llegar al aula, despertando la mirada inquieta de los alumnos que rendirían
conmigo durante el día. Los
dos profesores adjuntos iban
charlando animadamente sobre una clase de incidente
que tuvo lugar la noche
anterior. Pero a mí me gustaba concentrarme en los jóvenes que se iban a presentar ante mí.

Algunos, desviaban la mirada
y continuaban sumergidos en
sus apuntes. Otros, intentando congraciarse, saludaban con una sonrisa como si eso consiguiera despertarme piedad.

Uno de los jóvenes se acercó
a mí con una sonrisa. Lo
conocía por los cinco finales previos que rindió conmigo y
desaprobó. Gulf Kanawut.

-¡Profe! -exclamó, con una
sonrisa ancha. -Después del
examen, quisiera hablar con
usted un segundo.

La propuesta me tomó por
sorpresa. Era habitual que los
alumnos se acercaran antes
del examen para suplicar o
incluso querer quitarse una
duda a último momento, pero que quisieran hablar conmigo después del examen, era una situación insólita.

-¿Qué estás tramando, Kanawut? -preguntó Pannin, mi profesora adjunta.

Pannin era una mujer morena, joven y de buen
cuerpo. Compartíamos ese
placer sádico de torturar a los alumnos en los exámenes finales. Si yo fuera heterosexual, ella sería la
mujer perfecta para mí.

-Nada, profesora, nada -dijo
Gulf, lanzando una risa poco creíble. -Sólo quiero hablar con él.

-Bueno, búscame cuando
termine el examen -le dije.
-Aunque vas a tener que
esperar mucho tiempo. Esto
pinta para rato.

-No hay problema, señor Suppasit -dijo Gulf. -Lo esperaré lo que haga falta.

La presentación al examen de Gulf fue, por lejos, una de
las peores. Ní aùn siendo
benevolente, pues sabía que
era su última oportunidad de
aprobar, podía dejar pasar por alto todas las falencias que tenía.

No obstante, percibí su
intención por recordar cosas
que había estudiado, pero
llegó a un punto en donde
empecé a sospechar que sufría dislexia.

-Tal vez lo que te quiere decir después es que seas bueno con él el próximo año -le comentó Pannin, cuando el muchacho se fue aceptando su derrota.

-Porque es obvio que lo vas a tener que volver a tener en tus clases.

-Creo que tiene alguna clase de bloqueo emocional con esta materia -comentó Ohm Tawan, el otro profesor
adjunto, -Es la única que lo
está demorando. Es un buen
alumno, pero hay algo en esta materia que no le permite avanzar.

-No es nuestro problema
resolver los conflictos psicológicos que tengan los alumnos con nuestras
materias -le recordé. -Nadie
más que él ha impedido
aprobarlo.

No obstante, no fue el único
que perdía aquella materia en ese examen final. Había otros que lo hacían por cuestión de plazos. Sólo tenían dos años de vigencia para aprobar una vez que la terminaban de cursar, sino debían volver conmigo
durante otro año.

De los 35 alumnos inscriptos,
sólo 4 aprobaron el examen
final. Y 3 de ellos lo hicieron porque con Pannin y Ohm
decidimos bajar la vara y no
mostrarnos tan exigentes.

De los 31 alumnos restantes,
26 tenían la posibilidad de
volver a rendirla en dos meses, mientras que 5 serían mis alumnos el próximo año, entre ellos Gulf.

-El problema con tu materia
o materias como Historia, es
que nadie se las toma en serio porque creen que no sirven en la vida real -dijo Pannin, cuando despacharon al último alumno.

-Bueno, técnicamente no
sirve... -dudé.

-Pero son la bases del derecho legal, Mew, por Dios -se quejó ella, furiosa. Luego, suspiró con cansancio y resignación. -Debo
tranquilizarme. Los alumnos,
ante todo, son estúpidos.

-¿Quién quiere ir a almorzar? -propuso Ohm, para sacar la tensión del ambiente.

-Yo no puedo -respondió ella.

-Yo sí -acepté. -Me conviene más quedarme por la zona. Soy profesor adjunto en la mesa de Gael.

Salimos del aula donde ocurrió la masacre y nos
encontramos con Gulf, quien esperaba ansioso sentado en un banco. El pasillo ya se encontraba vacío. Me había olvidado que el muchacho quería hablar conmigo.

-Oh, Gulf, lo había olvidado -reconocí, deteniéndome ante él. Pannin y Ohm siguieron su camino, como si el muchacho fuera una víctima en la que no valía la pena perder el tiempo. -¿Qué tenías que decirme?

SEÑOR SUPPASIT ADAPTACIÓN TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora