- ¿Estás lista para decirle a tu mamá que el fin de semana te mudas para tu nuevo hogar? –
- Mañana le digo. No me ha dado tiempo. –
- ¿No te animas verdad? – Mariana suspiró y se tapó los oídos. – Recuerda que solo te faltan tres días – Claudio le gritó para que pudiera escucharlo.
Mariana tenía mucho miedo en como pudiera reaccionar su madre, sabía que no lo aceptaría. Ella era la que llevaba el dinero a la casa, así que sabía que todo acabaría en discusión y pelea. Se sentía con mucha presión, deseaba cerrar los ojos, abrirlos y que todo hubiera pasado. Además, ya solo le faltaban dos semanas para iniciar su curso en la universidad, sabía que entre más rápido lo hiciera más pronto se sentiría mejor, y quedaría libre de preocupaciones y estrés. A pesar de ese problema, Mariana se sentía muy contenta de poder seguir con sus estudios, el dinero que le había dejado Beatriz lo había utilizado para poder inscribirse a una universidad de paga, en donde le habían recomendado los mejores planes de estudios en las carreras de arte.
Cuando cayó la noche, Mariana llegó a su casa. Su madre estaba tan nerviosa y desesperada porque Hilario no aparecía desde la noche anterior. Mariana recordó no haberse dado cuenta si estaba o no por la mañana cuando salió. Le desesperaba ver a su madre con esa preocupación todas las veces que su padrastro hacía lo mismo.
- Mamá ya no ha de tardar en llegar, deja de ponerte así –
- ¿Y si le pasó algo? –
- No creo que le haya pasado algo. –
- ¿Y tú como sabes eso? -
Mariana estaba cansada de tener ésta conversación y situación una y otra vez. Cada dos o tres días su padrastro no llegaba a casa a dormir. Y su madre cada vez se ponía peor. Era agotador para Mariana tener que estar calmando a su madre y tratar de convencerla de que ya lo dejara. Así que sin pensarlo más, decidió darle la noticia a su madre de la decisión que había estado pensando desde hace tiempo. Y sin más miedo se lo dijo tranquilamente.
- Mamá. Para el fin de semana me mudaré a un departamento con Claudio -
Su madre la miró con gran desconcierto y cuando entendió lo que le había dicho, su expresión cambio a enojo.
- ¿Qué estás diciendo? -
Hubo una pausa entre las dos, y su madre comenzó a gritarle.
- ¡Tú estás loca no puedes dejarme! ¿Quién me ayudará con los gastos de la casa? –
- Tu marido puede ayudarte, él puede trabajar. ¿No te has cansado de mantenerlo? –
- ¿Qué es lo que te pasa? –
- Me pasa que ya me he cansado de vivir y trabajar para ti y para él. Quiero comenzar la universidad y estando aquí nunca podré. Si tú quieres seguir manteniéndolo, adelante, ¡Tu hazlo! Yo ya no. -
Mariana jamás le había levantado tan fuerte la voz a su madre. Tanto que ella se quedó callada mirándola. Se escuchó un fuerte portazo en el momento que Mariana terminó de gritarle a su madre.
- ¿Qué está pasando aquí? Los gritos se escuchan allá afuera. -
Su padrastro entro borracho y gritando, tomándose la cabeza por el dolor tan fuerte que tenía después de beber tanto. Su madre corrió hacia él y empezó a contarle lo que Mariana le había dicho. Levantó su cabeza, sus ojos podían abrirse un poco, frunció el ceño y tambaleándose intento caminar hacia Mariana.
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No vuelvo jamás
Teen FictionMariana es una chica que sufre mucho desde pequeña por parte de su madre y padrastro, pero en su vecina encontrará a alguien que la ayude a salir adelante y la quiera como a una hija. Esta impulsará la vida de Mariana dejándole herencia para que pue...