One Shot

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Taekwoon observaba como su compañero revolvía lentamente el café con una pequeña cuchara. Sus manos sudaban un poco, así que se las limpió discretamente en los jeans. A pesar de que la acusación ya estaba impregnada en los ojos de Jaehwan, trató de mantenerse sereno. De repente, el contrario lanzó bruscamente la cuchara al mesón, y Taekwoon abrió momentáneamente sus ojos en señal de sorpresa.

― ¿Por qué esperas a que yo lo diga si sabes muy bien lo que hiciste? ― Pregunta Jaehwan, mirando con tristeza a su novio.

Taekwoon guardó silencio, manteniendo la misma expresión de siempre y el castaño suspiró exasperado, lanzando hacia atrás su cuerpo, contra el espaldar de la silla. Estaba pensando seriamente en su extraña relación con Leo.

Desde que empezaron a hablarse en el instituto, no se habían separado para nada. Al momento de conocerlo, supo que él era el indicado. Su corazón aún late demasiado rápido ante el toque más leve de Taekwoon, pero esa situación era agotante. Ellos dos habían pasado por mucho, su relación nunca fue estable, y ahora estaba peor que nunca. Este era uno de esos momentos, en los que Jaehwan se preguntaba si debería perdonarlo… la respuesta era obvia.

― ¿Entonces, no vas decir nada? ― Pregunta, y Taekwoon alza su mirada, negando con la cabeza. Jaehwan observó por la ventana unos segundos, luego volteó a su novio y, se levantó de la mesa. ― Esto se acabó, Jung Taekwoon. ― Y, dicho esto, abandonó la cafetería habitual de la pareja, dejando a la dueña anciana con una expresión de asombro.

Cuando Jaehwan salió, el sol dio directo a su cara. Bufó y empezó a caminar en dirección a su casa, maldiciendo el estúpido clima. Al menos, si estuviera lloviendo, el agua podría mezclarse con las lágrimas inoportunas que ahora caían por sus mejillas. Tiró su cabeza hacia atrás, y comenzó a maldecir todo de nuevo, sintiéndose terriblemente mal… pero debía hacerlo. En estos dos años todo lo había aportado él, y eso que le había hecho su ahora ex pareja, era imperdonable.

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Taekwoon apoyó la cabeza contra la cabecera de la cama, recibiendo a la pequeña chica en su hombro. Ésta le sonrío y él cerró los ojos, pero su paz se vio interrumpida por el tono de llamada de su móvil. Miró la pantalla del artefacto y al leer el nombre de su novio, bufó y rechazó la llamada. Ya era como la quinta que le hacía, ¿acaso no tenía nada más que hacer?

― ¿Qué pasa? ¿Quién era? ― Preguntó la chica, llamada Soo Nim, claro que Taekwoon apenas y sabía este detalle.

― Nadie importante… ― Dijo, apartando un mechón de cabello de la cara de ella, pero de todos modos, Soo Nim le quitó el móvil.

Tal vez, debió de haber llamado a Jaehwan de una manera menos cursi en su lista de contactos.

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Se repitió un montón de veces que era mala idea mientras se dirigía a la facultad de Jaehwan. Sabía que Soo Nim le había dicho todo después de haberse enterado que Taekwoon tenía pareja, además de que esa pareja era su compañero en la universidad. Diablos, ¿quién diría que una coincidencia de discoteca sería tan cercana a su novio?  Ayer en la cafetería, había quedado igual de desconcertado que la señora Cha… su nieto trató de seguir a Jaehwan, pero Taekwoon se negó inmediatamente. Era mejor que no estuviera enojado al momento de solucionar esto. Se adentró en los pasillos del edificio, por poco chocando con un par de chicas que venían corriendo hacia él.

― ¡Hola! Tú eres el novio de Jaehwan, ¿verdad? ― Asintió levemente, mientras las dos chicas se sonreían entre sí. ― Él nos habla mucho de ti, por eso te reconocemos.  Si lo estás buscando, el día de hoy ha tenido que ir a un proyecto en Busan hasta… ¿era pasado mañana, Seo Jung? bueno, no importa, ¿no te lo dijo?

Se quedó pasmado por un momento. Jamás había escuchado a alguien hablar tan rápido sin tener que detenerse a tomar aire. Negó con la cabeza y se inclinó levemente, agradeciéndoles por su ayuda. Salió del edificio y buscó “Jaehwannie” en su lista. Sonrío estúpidamente al ver la foto de contacto, llena de ternura, y marcó el número. Al no obtener respuesta, llamó de nuevo. Y así cinco veces, hasta que la otra línea contestó.

― ¿Podrías detenerte, Taekwoon? Estoy en medio de algo importante.

― Necesito hablar contigo.

― No me interesa, ya te dejé todo muy claro ayer.

Los dos se quedaron en silencio, pero ninguno se atrevió a contestar. Escuchó a Jaehwan suspirar, y esa fue la advertencia que lo despertó.

― Déjame intentarlo de nuevo… yo, no sabía lo que es el amor incondicional hasta que te conocí, Jaehwan. Y sé que lo que hice es asqueroso, pero… simplemente lo lamento. No debemos hacernos esto, y menos si nos amamos porque-

― Ese es el problema, Taekwoon. ― Lo interrumpió Jaehwan. ― Yo ya no te amo. ― Esto lo tomó por sorpresa, al igual que el líquido salado que segundos después se resbalaba  a borbotones por sus mejillas.

― Estás mintiendo. Jaehwan, sé que estás enojado, lo entiendo por completo, pero no me mientas de esa manera.

Taekwoon sintió un toque en su hombro a la vez que la llamada se cortaba. Al voltear, se encontró cara a cara con aquella persona que tanto amaba. Intentó hablar, pero Jaehwan simplemente negó con la cabeza.

― No podemos seguir así. Es hora de continuar… ―  Jaehwan se acercó a él, y depositó un suave beso en su mejilla, permaneciendo más de lo normal contra Taekwoon. Cuando se separó, miró al otro con una sonrisa triste. ― Adiós, Taekwoon.

Las lágrimas seguían cayendo, pero eso no evitó que el más alto también sonriera.

― Adiós, Jaehwan.

Y fue ahí cuando la fría lluvia comenzó a caer, combinándose con las lágrimas del mayor, mientras veía como Jaehwan se alejaba corriendo hacia la salida. 

It's All Lies • {Keo One Shot}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora