— Todo humano es una bestia, venimos del mono dicen, como no íbamos a tener ese instinto, nos creó Dios dicen también, como no íbamos a tener la ira de ese Dios que creó el mundo si el mismo creaba inundaciones, entregaba a la sangre de su sangre para ser sacrificado, oh ya lo creo que el hombre es un animal, lo que diferencia a unos animales de otros es que hay algunos que gruñen más fuerte.
El mío lo hizo hace tiempo, empezó siendo un animal asustadizo, un conejo, un ratón, algo insignificante, empezó con frases como "Te voy dar un puñetazo que te voy a estrellar los sesos contra la pared" llegó con miradas de odio que le hacían correr como loco a su madriguera, y se instaló en mi cuando le tenía miedo a un cazador, a la hora en que el cazador cogiera su escopeta y se preparase a cazar.
Hablan de que el odio nace de la ira, pero no es así, el odio nace del miedo, cuando estás mucho tiempo asustado, cuando has llorado tanto que los ojos te piden a gritos de silencio que no quieren volver a llorar, cuando cada lagrima duele de una forma física, cuando la cama se hace como la tabla de salvación que refugia a Rose del temible mar. Recuerdo que siempre me decían que tenía que dar las gracias, que valorar cosas, que muchos quisieran tener lo que yo, pero si realmente tuviéramos un espejo y cada vez que nos mirásemos unos a otros viéramos lo que hay dentro de la persona, se hubiesen dado cuenta, de que en realidad nadie hubiese querido estar en mi lugar.
Nadie quiere vivir con miedo, nadie quiere vivir bajo el jugo de la inutilidad, nadie quiere que le recuerden con cada cosa que sale de el mismo, una iniciativa pequeña que todo lo que hace es inútil. Empezaron con mi educación, siempre fui el irónicamente conejillo de indias de mis padres, me llevaron al colegio más cercano, al instituto más cercano, ahora el colegio es una mierda, el instituto es para tontos al menos el mío, aún así la gente espera dar palos que marcan de por vida a una persona y esa persona siga siempre agachando la cabeza.
Verá señor, nunca tuve iniciativa propia, eso también me lo quitaron, me hicieron creer que necesitaría toda la vida a mis padres, que bajo las faldas de mi madre era el único lugar seguro en la faz de la tierra, me instalaron el programa en lo más profundo de mi psiquis ¿Sabe? Amo la psicología, me hicieron callada, me insultaron de las formas más dolorosas en las que se puede insultar a un ser humano, me decía una y mil veces que me querían, pero quién realmente te quiere no siembra oscuridad, ni ríos de lagrimas, ni cementerios de estacas, ni un monstruo que no está bajo tu cama, ni en el interior de un armario sino dormido en la habitación de al lado.
Sí lo hice, quizás presa de la locura que había contenido durante 30 años, el miedo ya se había marchado hace tiempo, siempre madre decía que tenía una dualidad en mi interior, un lado bueno y uno malo, el bueno salía por mis ojos mostrando el dolor del abuso y el malo por mi boca para ser la parte que me defendía de esos abusos, siempre era como una olla a presión, pero también hubo un tiempo en el que me encargue de bajar esa presión, quitar el tapón de la olla y dejar que ese sonido lo inundase todo.
Increíblemente lloraba cada vez que pensaba tumbada en la cama entre la oscuridad y los ronquidos de una bestia en ese día, ahora los sentimientos que me inundan son atroces, culpa, pena, rabia de mi misma, dolor, odio, todos esos malos sentimientos que componen mi parte mala están más vivos que nunca, mi bestia está a solo unos centímetros de mi piel, esperando devorarme para hacerse con el control, ¿Pero sabe una cosa? Me siento más viva aquí dentro, de lo que nunca me sentí allí. Lo hice para ser libre, lo hice porque sino lo hacía nunca podría tomar las riendas de mi vida, si no terminaba con todo nunca podría vivir y todo el mundo desea vivir, tiene la oportunidad de vivir desde que sale del vientre de su madre ¿no?
— Se nos acabó el tiempo por hoy, creo que será mejor que sigamos mañana con esto, ahora debe volver a su habitación, descansar, nuestras charlas van a ser profundas, usted necesita decir muchas cosas importantes, recordar demasiado, eso desgasta.
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Mundos Cerrados, Heridas Abiertas
Non-FictionNo he pensado en como llamar a esta historia, ni siquiera he pensado en que sea una historia, no tengo buena mano para escribir. Soy una chica cualquiera, de una ciudad cualquiera, de un país cualquiera. Sí realmente digo cualquiera, es porque realm...