6. ESE ES MI LIBRO.

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Santa Biblia Reina Valera 1960 - 2 Samuel 14
25 Y no había en todo Israel ninguno tan alabado por su hermosura como Absalón; desde la planta de su pie hasta su coronilla no había en él defecto.


Empecé a buscar por todas las estanterías, pero nada, no lo encontraba, ya estaba empezando a darme por vencida cuando por fin lo ví.

Me fui como un tiro a cogerlo antes que alguien lo hiciera pero cuando mis dedos estaban a punto de cogerlo, alguien por el otro lado lo cogió, y ese alguien era él, ni siquiera se digno a mirarme era como si fuera invisible a sus ojos, yo por mi parte me quede como tonta viéndolo, como si no existiera nadie mas.

Tomo el libro y fue a sentarse en un gran sillón que había en un rincón.

Yo por mi parte tuve que conformarme con otro libro que encontré que a decir verdad no me parecía nada interesante o tal vez fue que no le preste atención por estar mirando hacia ese rincón.

Por mas que intente concentrarme todo fue en vano porque él estaba ahí.

Era como si no existiera nadie a su alrededor, estaba metido de lleno en la lectura, a mucho respiraba.

«Que chico tan único».

Doy un suspiro.

Definitivamente no sé lo que me pasa.

Al darme cuenta que no me iba a poder concentrar en la lectura, decidí observarlo, si observarlo sin que él se diera cuenta, aunque claro, era imposible que lo notará ya que ni siquiera levantaba la cabeza.

«¿Así estará de interesante el libro? »

También decidí esperar a que él se fuera para coger el libro.

«Pero a decir verdad no quisiera que se fuera, ojalá le pudiera tomar un foto».

Espera.

¿Que son esos pensamientos?.

Si sigo así me convertiré en una acosadora y eso jamas, siempre le he tenido fastidio a las chicas que son así.

Decidí fijar mi vista a otro sitió, porque aunque él no se de cuenta los demás si, pero no al final no pude aguantar sin mirarlo y volví mi vista hacia él, baya sorpresa la mía al darme cuenta que ya se había ido.

«Pero... ¿Como?, ¿En que momento? Se supone que debía pasar por mi lado, es imposible que no le viera».

Miro hacia donde debía estar el libro, pero solo hay un espacio vacío, corro escaleras abajo y llegó hasta donde está la bibliotecaria y allí se encuentra él, por primera ves lo escucho hablar.

— Me pregunto ¿Si podría llevar este libro? — dice mirándola fijamente

La bibliotecaria quedo cautiva por sus encantos.

«Típico».

—cla... claro por supuesto, todo... suyo — dice como si hubiera olvidado lo que me dijo a mi, hace unas horas.

«Es como si la hubiera hechizado».

—disculpe —interrumpo la conversación — usted dijo que ese libro no se prestaba porque era el original, ni mucho menos se regalaba.

La bibliotecaria fijo su mirada en mi confundida.

— ya se lo he dado — fue lo único que musitó.

«definitivamente si esta hechizada».

Volteé hacia donde él estaba, pero ya se había ido.

«Increíble, solo se necesita tener un rostro lindo, para obtener lo que se quiere».

Salí enfadada de la biblioteca, pero no entiendo porque, si hubiera sido yo, también se lo hubiera dado.

MI AMOR PLATONICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora