Dos simples desconocidos

65 12 20
                                    

Estaba acostumbrada a ir a Palmes todos los veranos desde que tenía tres años. En el verano de mi octavo cumpleaños me encontraba en el coche con mis padres yendo a nuestro destino. Tenía muchas ganas de ver a mi abuelos, ya que hacía un año que no los veía debido a la distancia y el trabajo de mis padres.

Una vez en la casa cuando ya habíamos aparcado el coche corrí como loca a saludar a mis abuelos, los quería muchísimo y los había extrañado demasiado.

-
Habían pasado dos días y mis padres debían volver a Valencia por temas de trabajo, y yo me quedaría hasta septiembre como siempre. Me daba pena que tuvieran que irse ahora que empezaban las fiestas en el pueblo de al lado, pero no podían hacer nada por quedarse. Me despedí de ellos hasta que el coche ya no se veía por el camino, entonces entre al salón y me senté en el sofá dispuesta a encender la tele cuando llamaron a la puerta. Dirigí mi mirada hacia ella, unos ojos conectaron con los míos, en seguida su rostro se iluminó junto al mío y corrí de inmediato hacia mi prima Lucía para fundirnos en un emotivo abrazo, lágrimas involuntarias rebotaron de mis ojos, estaba demasiado feliz de ver a mi primita. Nos pusimos a contarnos todo y al poco ya estábamos al día, en ese instante mi abuela llegó para anunciarnos que la comida estaba casi lista y que pusiéramos la mesa.

Después de comer fui a preparar mi mochila ya que me quedaría a dormir en casa de Lucía para que fuera más fácil ir a las fiestas sin molestar a mis abuelos, una vez la tenía lista decidí cambiarme y ponerme ropa deportiva para poder saltar en la colchoneta hinchable y jugar con los chicos y chicas del pueblo. Una vez ya me había cambiado recogí mi cabello en una coleta alta y baje las escaleras para encontrarme con mi tía Ramona la cual aún no había visto desde que llegué y saludé con un beso y mucho entusiasmo, a su lado se encontraba mi prima, nos dirigimos al patio trasero ya que es donde se encontraba el coche. Me despedí de mis abuelos y antes de irme me dieron un poco de dinero aunque yo había estado negandome a cogerlo.

Durante el trayecto al pueblo, el cuál serian aproximadamente unos 10 minutos mi prima y yo estuvimos hablando y planeado que haríamos durante la tarde y a qué atracciones íbamos a subirnos.
Una vez allí corrimos como locas a saludar a nuestros amigos, todos se mostraban muy alegres de verme igual que yo a ellos. Deseaba poder volver a vivir en Galicia aunque no tuviera recuerdos ya que viví hasta los tres años, pero todo en Galicia era mejor para mi punto de vista.

Nos pasamos la tarde jugando y riendo hasta que llegó la hora de la merienda, todos estaban comiendo un bocadillo de chocolate excepto yo, que me encontraba comiendo uno de jamón y queso ya que a mí no me gusta el chocolate, después de la merienda volvimos a jugar hasta que tuvimos que irnos a casa a cenar pero no antes de haber planeado lo que haríamos por la noche y a qué hora nos veríamos.

Después de cenar cogimos una chaqueta por si hiciera frío aunque mi prima y yo teníamos claro que no nos la podríamos ya que a parte de el calor que hacía en verano también estaríamos haciendo el tonto por ahí, fuimos hasta la fiesta andando ya que estaba muy cerca de la casa de mi prima.

Después de un rato aparecieron un grupo de chicos y chicas, algunos un poco más mayores que nosotros, nos invitaron a estar con ellos y todos se presentaron excepto uno, no pude evitar fijarme en lo alto que se veía y lo hermoso que se veía su pelo rizado. Durante el rato que estuvimos junto a los otros chicos pude observar como "Rulos" así había decidido llamarlo ya que no sabía su nombre estaba más apartado del resto, no sé si era porque una de las chicas era su hermana o por qué, pero la cuestión era que me resultaba bastante extraño. Pasada una hora pude observar que Rulos ni siquiera parecía estar en este mundo simplemente yacía ahí sentado observando el cielo con la música de fondo mientras todos los demás estaban jugando o haciendo cualquier cosa, tampoco era que me importara mucho que se encontraba haciendo simplemente no me gustaba que alguien estuviera solo mientras yo pudiera evitarlo así que me acerque a su hermana y le pregunté que si le ocurría algo a su hermano a lo que ella respondió que siempre era así y más con gente que no conocía, así que me dispuse a pasarlo bien con mis amigos y olvidarme un poco de él.

-

Cuando nos estábamos despidiendo de todos excepto de Rulos porque no sabíamos donde se había metido me percaté que no tenía mi chaqueta a lo que me puse a buscarla, tras unos instantes recordé haberla dejado en un banco que se encontraba detrás del escenario, me dispuse a ir hacia allí cuando me percaté de que Rulos se encontraba allí sentado. Hice carraspear mi garganta para que notara mi presencia a lo que el no hizo ningún movimiento ni expresión, cogí mi chaqueta y di media vuelta sobre mis pies y justo cuando estaba dispuesta a marcharme

-Me llamo Mateo- dijo.

Nota de autora:

ahaisshis espero que os guste, la verdad es que me estoy emocionado más con cada frase que escribo es un poco corto el capítulo pero quería que tuvierais algo más de contenido a parte de la sinopsis, si alguien quiere comentar algo estaré atenta por si queréis dejar algún crítica constructiva o lo que sea o alguna cosa que os gustaría que saliera.
Un besito,
🍉

A mil millas de distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora