Capitulo I

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"Cuando se ama a una persona se la ama tal y como es, aunque no sea como uno quisiera que fuese" -Ana Karenina.


Alma

¿Alguna vez se sintieron como que ya nada tiene sentido? Como que eso que nos llenaba se va y quedamos vacios? Así me siento ahora, si bien todo es difícil siempre hay alguien que nos puede sacar de todo lo que estamos pasando o eso creia, o mejor dicho si existe ese alguien pero ¿Quien dice que es eterno? Simplemente un día deciden irse con todo el amor que ya les diste, y van a repartirlo a otras personas. Hubiese deseado que nada de esto pasara obviamente pero por ahora dejemos de hablar de esto.

Me presento soy Alma Dubois, no, no nací en Francia mi padre si por eso el apellido. Soy de Argentina  pero vine a vivir a casa de mis abuelos en España o más específicamente en Ibiza. Este cambio de hogar no creo que haya sido bueno para nada, creo que fue la peor decisión que tomamos, todos mis amigos todo estaba en Argentina y se siente muy mal no verlos otra vez pero como dice mi mamá "ya te acostumbraras Alma ya veras y juntas vamos a salir de todo esto te lo prometo".

Sinceramente mi vida nunca fue perfecta, una chica llena de inseguridades que no puede ver el futuro o pierde todas las esperanzas a penas pasa algo, asi soy yo, sin mencionar que mi familia nunca estuvo bien, mi padre cree que el dinero lo soluciona todo pero no es asi. Esta bien seremos una familia adinerada pero el dinero nunca va a dar amor porque el amor no lo encontramos en cosas materiales, el amor, el cariño son cosas que no se consigue con eso pero el no lo entiende. Todo el tiempo son peleas entre él y mi mamá pero no puedo hacer nada asi que me sumerjo en la música para evitar todo eso.

Die for you retumba por mis oidos como dije antes la música me ayuda con el dolor interno. Empiezo a ordenar todo, imaginense si mi vida es un desastre imaginense mi cuarto es la cosa mas horrible que haya visto en toda mi vida, no querrían entrar ahi porque quien sabe que puede haber ahi.

Mi teléfono suena por una notificación, al verla no puedo evitar sonreir, mi querida y amada Daina, no recuerdo cuando la conocí pero fue una de las mejores cosas que me paso. Ella me pregunto que como va todo pero solo le respondo con un todo bien espero volver a verte pronto tonta se te extraña. No tengo muchas ganas de hablar con nadie sinceramente. Bueno creo que nunca tengo ganas, no es mi culpa no ser tan sociable.

Termino de ordenar un poco y viendolo asi se ve muchísimo mejor. Me miro al espejo, veo mis marcas en los brazos, llámenme loca y dramática pero es la unica manera que encontré para sacarme todo ese dolor horrible, se que no esta bien pero no puedo hacer nada mas. Llevo ropa holgada que por lo menos oculta mi flacucho cuerpo, mi pelo esta atado en una cola baja con dos mechones castaños escapándose por los costados, mis ojos es lo unico bueno creo que tengo, son verdes, por eso digo que es lo unico bueno.

—¡Alma! Rapido que se te hace tarde para el instituto —grita mi madre desde la sala ¿Les dije que odio el instituto? Pues bueno si no lo hice, lo odio, es mas lo detesto con todo mi ser porque esta lleno de gente que solo aparenta ser ¿Pero es por un futuro verdad? Ya no se ni que esta bien en este mundo.

—¡YA VOY! —voy a la sala con mis cosas y puedo ver a mi madre sentada en el sofa con un libro en manos, esta con un vestido negro, su pelo rubio teñido esta adornado con una diadema a un costado de su pelo. Bueno siempre he dicho que mi madre es una mujer muy elegante, y tiene con que darse sus lujos.

—Hija ya te dije que...—no pudo terminar porque yo la interrumpí.

—Que no es de una dama andar usando ropa holgada que tapa todo —imito su voz —Ya lo se mamá pero no tengo muchas ganas de arreglarme hoy, bueno me voy al instituto te amo —la saludo con un beso en la mejilla y me dirijo hacia la puerta.

Un Mar de EsperanzasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora