Este Shang tiene un gato

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-Dawang, dame mis llaves.

-Nya~

Con ese maullido frío, el gato se revelaba contra el que se suponía que era su amo.

Esta vez; Shang Qinghua no se iba a dejar dominar por ese demonio frío ¡Demostraría quién era el que mandaba!

Al menos eso tenía planeado hace cinco minutos. Ahora se encontraba postrado frente al minino, suplicando por un par de llaves.

-Dawang ¡Por favor! necesito las llaves; tengo que reunirme con el hermano pepino en media hora, y ya sabes como es él con la puntualidad -lloriqueaba Qinghua.

-Nya~

-¡Por favor, Dawang! ¿Quieres que te compre aquel rascador que vimos en nuestra última visita al veterinario? O ¿Quieres que cambiemos la marca de tu comida? Pide lo que quieres mi rey; pero ¡Dame mis llaves!

Después de suplicas y suplicas, Shang Qinghua no consiguió que el gato le diera las llaves. Ahora; después de ser maltratado por teléfono, se puso a limpiar la sala de su apartamento para recibir a la persona con la que se vería en un café.

¡Pasado! ¡Pasado! Ahora el café se había cambiado a su sala.

¡Gracias gato! ¡De nada gato!

Shen Yuan miraba con desagrado a la criatura que dormía frente a él. Su compañero debe estar loco como para criar una bestia que puede sacarle los ojos en cualquier momento.

Sin quitarle la mirada de encima a la bestia; Shen Yuan recibió la taza de té y pregunto en voz baja-: ¿Ya te dio tus llaves?

-Aún no -Qinghua respondió con desánimo.

-¿Dónde las tiene?

-Esta encima de ellas.

-¿Y por qué no lo levantaste y las tomaste?

-¡Lo intente! Pero me aruño -aclaró Qinghua.

-¿¡Quién es la mascota!? ¿¡Tú o él!? -regaño Shen Yuan.

-¡Hermano pepino, no me grites! -Qinghua volvió a lloriquear.

Shen Yuan hizo caso omiso al lloriqueo de su compañero; y para evitar un tic, cerró fuertemente los ojos y bebió de la taza que le habían dado.

Shan Qinghua se sentó a la par de su amado minino y empezó a depositar pequeñas caricias en su cabeza.

-Conscientes mucho a ese gato; por eso es como es -comentó Shen Yuan.

-Vamos hermano pepino ¡Miralo! Es tan lindo.

¿Lindo? ¿De donde era eso lindo? Ese gato podía llegar a ser dictador si se lo proponía ¿Que demonios le pasa a Shan Qinghua?

-Tanto escribir porquerías hizo que se te acabara la poca inteligencia que tenias.

-¡Hemano pepino! ¡No seas así! Mis escritos no son tan malos.

-Si no fuera porqué me mandas los capítulos para que le haga de editorial y corrija tus faltas de ortografía , tus escritos también tendrían escritura de niño de preescolar y la palabra "porquería" se quedaría corta -recalcó Shen Yuan, sin piedad alguna.

-¡Se supone que somos amigos! Deberías darme palabras de animos en vez de funarme en los comentarios -se quejaba el pobre Shang.

-Pepino sin igual es una persona, Shen Yuan es otra. Shen Yuan solo lee tus asquerosos capitulos con mala trama para corregir faltas de ortografía; pero Pepino sin igual ¡No! Así que te quede claro ¡Que! Pepino sin igual te funara todo lo que quiera -declaró.

El gato de este Shang [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora