Tortitas.[1]

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-¡Hola! ¿Quieres unas Mini tortitas?
El menor extendió una caja llena de tortitas.

-No.

-¿Encerio?, porfavor, saben bien.

-No niño.

Felix hizo un puchero viendo al pelinegro.

-Bueno. Te comprare todas.
x⁸ es
El chico sonrio con ansias y le mostro todas las que tenia.
Señalo la mas cara y felix asintio con asombro, y por un segundo se dedico a mirar la gran casa, seguro el chico tenia mucho dinero.

-Metelas a la casa toma.

Le dio el dinero de todo y un poco mas para que metiera las cosas a la casa.

-U-uhm si.

El chico se sintio nervioso por que el lindo chico alto de los tatuajes lo invito a pasar, aun que era para dejar la comida.
Se adentro a la casa y se quedo mirando a el chico.

-¿Donde puedo dejarlo?
Le sonrio esperando una respuesta, el chico le señalo donde debia dejarlas, el chico fue a dejarlas mientras el mas grande miraba el cuerpo del contrario.
-Bien, ya me voy, muchas gracias por comprarme.
Le sonrio en grande y el otro chico se lo quedó mirando sin interes.

Felix paso saliva y hizo una reverencia antes de salir a la casa casi corriendo por la pena, olvidando sus bolsitas y cajitas para poner las tortitas.
Estaba tan nervioso por la mirada de aquel chico.

El otro se quedo mirando lo que dejo el chico en su casa, tomo una de las tortitas sacandolas de la bolsita y mirándolas, odiaba la masa de torta, pero no pudo evitar al ver el puchero del tierno chico de 1,60 y cabellos naranjas, las pecas de ese chico se quedaron fijadas en su rostro, parecia una pintura.

Tomo la tortita y la mordio sintiendo un sabor tan rico que se acabo por lo menos cuatro en ese dia, y el resto las escondio en su cuarto.
No le iba a comprar mas...Si, definitivamente no lo haría, no caería en el lindo puchero del chico.

-Oh, olvide mi bolsa y mis cajas...Tendré que ir mañana por ellas.

Dio un suspiro y comenzo a cocinar, se puso su delantal y comenzo, su carita estaba llena de harina al igual que sus pequeñas manitos.
Al escuchar el timbre de la casa se puso nervioso por que estaba en unas fachas que no era de recibir a nadie.
Fue hasta la puerta y la abri, al ver que era el chico de hoy en la tarde.
Que hacia un chico en la puerta de su casa a casi media noche.