capítulo 3

40 7 0
                                    

Septiembre 5, era un día jueves. Salí aproximadamente a las 6 de la tarde de la prepa, llegué a casa y me encontré con mi hermano y Santiago.

Buenas noches - dije al entrar a casa, Alex me sonrió y Santiago se acercó para abrazarme, de cierta forma fue incomodo, mi hermano lo observo raro aunque él ya sabía que yo estaba loca por Santi.

Subí hasta mi cuarto para darme un baño y ponerme la pijama baje y ahí seguían ellos, al parecer  ya tenían rato ahí porque pude ver botellas de cerveza, así que me concentré en comer, una mirada penetrante me saco de mis pensamientos, levante la vista para ver quien era y me encontré nuevamente con esos ojos que me hacían temblar, esos que me tenían completamente loca. Fue tan incomodo que salí de ahí y fui a mi lugar favorito, una banca que solía estar en el patio, mientras veía las estrellas y lo hermosa que es la luna, una voz me saco de mis pensamientos.

Puedo acompañarte - dijo.

Claro - respondí, sabía perfectamente que era él.

Me gustas mucho - dijo sentándose a mi lado

Estas tomado - confirme, era obvio que estaba ebrio.

Pero estoy diciendo la verdad, me gustas y quiero besarte - respondió con una risita coqueta.

Ash - respondí confundida.

De un momento a otro nuestros labios estaban juntos, parecían echos el uno para el otro, encargaban perfectamente. Mi cuerpo estaba inmóvil, sentía una adrenalina por dentro, una revolución de mariposas en mi estómago, moría, moría en vida.

Perdón, no debí - interrumpí, no era correcto el estaba tomado y yo en verdad quería algo bien.

No, si debiste, yo queria hacerlo, moria por hacerlo - dijo para volver a besarme.

No, esto esta mal, no es correcto - me hice a un lado

Sé mi novia, por favor - comenzó a ponerse de rodillas

Santi, estás ebrio mañana no recordarás nada de lo que estamos hablando y... Eso no está bien - dije evitando que se pusiera de rodillas

No, no Melissa se que tengo unas cuantas cervezas encima, pero estoy muy consciente de esto, sé lo que quiero y se a donde quiero ir, en donde quiero estar, Melissa, mi Melissa sé que sonara raro pero te quiero, en verdad te quiero y quiero todo contigo, quiero pasar mi vida contigo...

Pero, no nos conocemos - interrumpí

Shui, el tiempo sobra y para conocernos tenemos la vida completa - dijo mientras tocaba mi rostro.

NARRADOR.

Después de esa noche todo fue diferente Melissa y Santiago pasaban todo el tiempo juntos, eran inseparables, como todas las parejas no eran perfectos, nunca estaban de acuerdo, siempre discutían, pero sin dudarlo estaban locos uno del otro. Todos veían que su amor era de otro mundo, era mágico y apasionado. Se amaban y eso no era de dudarlo...

Eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora