Infidelidad.

CAPÍTULO 1. VIAJE.

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Eso es lo que decía el folleto informativo que Lu Han emocionado le muestra a Zhan, ambos están en el departamento de redacción del periódico para el que trabajan.

— ¿Qué te parece, Zhan-Zhan? —le pregunta Lu Han muy emocionado.

—Se ve interesante —la apagada voz de Zhan es una señal de su estado de ánimo —, pero ¿de dónde sacaste eso?

—Es una invitación a esa excursión por parte de la promoción de nuestro año de graduación, muchos de nuestros compañeros irán —Lu Han de manera infantil empieza a jalonear el brazo de Zhan, y con un puchero trata de convencer a su amigo —. Vamos Zhan, por favor... di que sí, Tao ya aceptó, aunque me dijo que iría si tu ibas, ¡y yo quiero ir Zhan!

—Entonces ve.

— ¿Yo solo? Eso no es divertido —el jaloneo comienza de nuevo —. ¡Por favor! —Lu Han casi lloriquea —, es hora de unas buenas vacaciones, Zhan, en los últimos dos años lo único que hemos hecho es trabajar.

—Déjame ver la agenda de HaiKuan...

— ¿Y eso para qué? —pregunta Lu Han con molestia —, ni se te ocurra invitarlo, Zhan, se supone que sería un viaje de amigos, y sabes que Tao y yo no tragamos a tu esposo, además también sería bueno que tomaras un descanso de él, de su presencia...

—Pero al menos debo avisarle, por cortesía al menos.

—Disculpa que te diga esto Zhan, pero podemos apostar lo que quieras a que el desgraciado se pondrá contento cuando sepa que te vas, tendrá pase libre para acostarse con su asistente y con quien sabe cuántos más —Lu Han ve reflejada la tristeza en el rostro de su amigo —, aunque no necesitas salir del país para que te pase a sus amantes enfrente —Lu Han suspira —. Tsk, no sé cómo le toleras todo eso.

—Es mi esposo, Lu Han, tenemos una historia juntos, tiempo juntos, no voy a tirar todo eso por la barda por unos rumores.

— ¡Rumores mi culo! —Lu Han lo encara —, ambos sabemos que no son solo rumores, ni chismes, lo vimos con nuestros propios ojos, Zhan. Y no me vengas con ese cuento del tiempo juntos, porque si cayó el imperio romano de cientos de años ¿no lo hará tu matrimonio de cinco?

Zhan veía con expresión triste la pantalla de su computadora, Lu Han tenía razón, lo sabía, pero no quería aceptarlo. Con una leve sonrisa se gira para ver a su amigo. —Ya, Lu Han...